Ventanas en el Espacio

VENTANAS EN EL ESPACIO

Baja competitividad electoral en el sistema político dominicano abril 24, 2024

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 8:56 am

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 24 de abril de 2024 en el periódico HOY

En este siglo, el sistema político dominicano ha registrado una baja competitividad electoral; es decir, el partido ganador a nivel presidencial ha sobrepasado por muchos puntos al partido en segundo lugar (aclaración: comienzo con las elecciones de 2004 por las características especiales de las elecciones del 2000, que no viene al caso abordar aquí).

En el 2004, el PLD obtuvo 57.1% de los votos y el PRD 33.6%, para una diferencia de 23.5% (los porcentajes incluyen aliados). En el 2008, el PLD obtuvo 53.8% y el PRD 40.4%, para una diferencia de 13.4%.

En el 2012, que fueron las más competitivas en lo que va de este siglo, el PLD obtuvo 51.2% y el PRD 46.9%, para una diferencia de solo 4.3%. En el 2016, el PLD obtuvo 61.4% y el PRM 34.9%, para una diferencia de 26.5%.

Durante ese período, el partido dominante fue el PLD: gobernó 16 años consecutivos.

La pregunta es: ¿qué ha producido esta baja competitividad electoral?

La razón principal, planteo, es la fragmentación de los partidos principales que estructuraron el sistema político dominicano desde la transición de 1978.

Después de la muerte de Joaquín Balaguer en el 2002, el PRSC se dividió varias veces y el PLD absorbió la masa votante balaguerista. Eso, junto a la crisis financiera de 2003-2004 que debilitó al PRD, permitió el retorno del PLD al poder y su afianzamiento en el Estado.

Luego, la división del PRD en el 2013 facilitó al PLD obtener un altísimo porcentaje de votos en las elecciones de 2016 frente al PRM, que había desplazado al PRD como principal fuerza de oposición.

En el 2020, que fueron unas elecciones de cambio de gobierno, el PRM obtuvo 52.5% de los votos y el PLD 37.5%, para una diferencia también significativa de 15%. En esta ocasión, la división del PLD fue un factor clave para la baja votación obtenida por ese partido. Leonel Fernández con su nueva Fuerza del Pueblo y aliados obtuvo 8.9% de los votos, fundamentalmente provenientes del PLD.

La persistencia de la división del peledeísmo, que acude a las elecciones de 2024 con una alianza parcial y candidaturas presidenciales diferentes, es una de las principales razones para que el PRM esté bien posicionado electoralmente.

O sea, así como las divisiones del PRSC y del PRD contribuyeron a que el PLD se convirtiera en el partido dominante por 16 años consecutivos, ahora la división del peledeísmo contribuye a la predominancia del PRM, y también a que se mantenga la baja competitividad electoral.

Que existan tres partidos con potencial electoral no significa que ninguno pueda formar mayoría en primera vuelta. En el caso dominicano, lo que ha ocurrido es que la división del PRSC, PRD y PLD ha generado un sistema de partido dominante: antes el PLD y ahora busca serlo el PRM.

El PLD y la Fuerza del Pueblo no tienen bases electorales independientes; el peledeísmo está dividido. La división fragmenta y deprime su voto, y ensancha las posibilidades electorales de un PRM unido.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/baja-competitividad-electoral-en-el-sistema-politico-dominicano/

 

La inexistente izquierda dominicana abril 17, 2024

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 12:24 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 17 de abril de 2024 en el periódico HOY

La República Dominicana carece de un partido o movimiento político de izquierda con fuerza electoral. Estamos a fines de la campaña 2024 y no surgió ninguna organización política que impulse un programa llamado de izquierda con posibilidad de relativo éxito. Por el contrario, la derecha arropa la política dominicana.

Las experiencias latinoamericanas con la izquierda son diversas, pero en distintos países hay partidos y movimientos que han llegado al poder con propuestas autoproclamadas de izquierda, o con figuras identificadas con la izquierda.

En Brasil y Chile, la izquierda llegó al poder amparada por partidos socialistas que crecieron durante la transición democrática: el Partido de los Trabajadores y el Partido Socialista, aunque con Gabriel Boric llegó una nueva camada de izquierda joven.

En Venezuela, el colapso del sistema partidario clientelista dio paso a un régimen autoproclamado socialista de extracción militar con Hugo Chávez. En Nicaragua, un ex revolucionario sandinista se entroncó en el poder apelando a nociones añejas de la izquierda latinoamericana.

En Bolivia y Ecuador, los movimientos electorales de izquierda con Evo Morales y Rafael Correa recibieron apoyo de los indígenas, históricamente excluidos. Más recientemente llegó al poder en Colombia el exguerrillero Gustavo Petro prometiendo reformas sociales.

Estos movimientos de diferentes estructuraciones han logrado victorias mediante elecciones competitivas, reivindicando temas de exclusión y desigualdad social, y en los casos de Venezuela y Nicaragua, se han perpetuado en el poder fuera de la competencia electoral.

Cabe preguntar entonces, ¿por qué en la República Dominicana no ha surgido un partido o movimiento que se autoproclame de izquierda con fuerza electoral? Las razones son diversas y no pretendo aquí ser exhaustiva, sino señalar algunos puntos.

1) En los 12 años de Balaguer (1966-1978), la izquierda fue reprimida duramente por el gobierno y eclipsada electoralmente por el PRD. Además, las organizaciones de izquierda de esa época no tenían objetivos electorales.

2) Después de la transición política de 1978, comenzó a gestarse un tripartidismo que permitió al PLD, con el marxismo aplatanado de Juan Bosch, captar electores descontentos con el PRD entre 1986 y 1990, y balagueristas a partir de 1996 para su derechización.

3) Los pequeños partidos de la izquierda dominicana se han caracterizado por el personalismo, el dogmatismo y la fragmentación.

4) Los grandes partidos del sistema han integrado al sistema clientelar la mayoría de los pequeños partidos que se han autodenominado de izquierda, participando unidos en elecciones en alianza con el PRD, el PLD o ahora el PRM.

5) Para forjar una opción electoral de izquierda se necesita que un amplio segmento de la población lo asuma como proyecto alternativo. En la República Dominicana, entre los pobres, hay muchos haitianos que carecen de derechos políticos, y entre las capas medias hay mucha migración que desmoviliza. Así, el desencanto con los gobiernos dominicanos no se traduce en la emergencia de alternativas de izquierda, sino en éxodo.

Sin duda, la izquierda dominicana impactó el devenir político en las décadas de 1960 y 1970, pero perdió incidencia a partir de la década de 1980. De ahí su inexistencia actual como fuerza política.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/la-inexistente-izquierda-dominicana/

 

¿Por qué no ha colapsado el sistema de partidos dominicano? abril 10, 2024

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 4:56 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 10 de abril de 2024 en el periódico HOY

En muchos países de América Latina el sistema de partidos colapsó y ha sido sustituido por candidatos que irrumpen en la política de manera repentina y utilizan franquicias partidarias disponibles para llegar al poder. Los hay de distintos colores ideológicos y estilos como ilustra esta lista: Hugo Chávez, Alberto Fujimori, Nayib Bukele, Gabriel Boric, Javier Milei, Pedro Castillo, Bernardo Arévalo, entre otros.

En la República Dominicana no se ha producido este fenómeno, a pesar de que los tres partidos principales que estructuraron el sistema de partidos dominicano del post-trujillismo se han dividido en los últimos 20 años: el PRSC en varias ocasiones y facciones, el PRD en dos facciones y el PLD en dos facciones.

¿Qué explica entonces que, a pesar del fraccionamiento de esos tres partidos, no haya colapsado el sistema de partidos? Aquí señalo cinco razones.

1) La identificación partidaria. En las encuestas comparativas de la región en las primeras dos décadas de este siglo, la República Dominicana registró un alto nivel de simpatía partidaria. Esa identificación partidaria tiene su raíz en la polarización que caracterizó la política dominicana en la década de 1960 y 1970, y la fortaleza de los liderazgos políticos de esa época encarnado por Juan Bosch, Joaquín Balaguer y José Francisco Peña Gómez.

2) La participación electoral. También ha servido de estabilizador el alto nivel de participación electoral que ha registrado la República Dominicana, sobre todo, en elecciones presidenciales. El promedio de abstención en elecciones presidenciales de 1978 a 2016 fue 28%, aumentando a un inusual 45% de abstención en las presidenciales de 2020 en medio de la pandemia.

3) La integración clientelar. Los partidos políticos grandes han incorporado amplios segmentos sociales al sistema clientelar. Aunque han proliferado los partidos pequeños, los grandes ganan elecciones y facilitan el acceso de los pequeños al Gobierno. Esto ha producido una amplia integración partidaria al Estado clientelar en distintas coaliciones.

4) Relevos partidarios. El sistema de partidos ha producido sus relevos en momentos de cambio. A fines de la década de 1980, ante las limitaciones del PRD y el PRSC para articular sólidas mayorías electorales, se fortaleció el PLD; que, después de la muerte de Balaguer en el 2002, absorbió la masa votante balaguerista y se fortaleció. Ya en este siglo, la división del PRD en el 2013 generó el PRM que suplantó al PRD y llenó el espacio político a la salida del PLD del poder en el 2020.

5) El partido dominante. La división de los partidos grandes ha reducido la competitividad electoral, por lo que, ha surgido un modelo de partido dominante que ha prevenido el colapso del sistema. De 2004 al 2020 el partido dominante fue el PLD. Ahora el PRM intenta replicar esa experiencia ante una oposición peledeísta dividida. O sea, el modelo de partido dominante ha comenzado a generar su propia alternancia.

Un factor clave para que el PLD gobernara 16 años consecutivos fue su unidad y la división de la oposición. El PRM se beneficia ahora de lo mismo.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/por-que-no-ha-colapsado-el-sistema-de-partidos-dominicano/

 

La corrupción y la justicia abril 3, 2024

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 8:49 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 3 de abril de 2024 en el periódico HOY

Ningún país está exento de escándalos de corrupción, pero abundan y resuenan en los países del capitalismo subdesarrollado porque, en estas sociedades, el empresariado depende mucho del Estado para generar riqueza, y las capas medias y bajas tienen escasos medios de movilidad social, por lo que, requieren también del Estado para mejorar su situación económica.

En ese tejemaneje se desarrolla un amplio y diverso sistema de sobornos, donde algunos funcionarios públicos se convierten en intermediarios entre corruptos y el Estado, y a la vez en beneficiarios directos.

Mientras en estos países la corrupción es extensa y sistémica, en los países del capitalismo desarrollado es más limitada porque la gente depende menos del Estado para generar riqueza. De ahí que, en esas sociedades, la justicia pueda intervenir con mayor éxito contra los funcionarios corruptos cuando explota un escándalo.

La corrupción recorre el sistema político y socioeconómico de muchos países, la ciudadanía lo sabe, lo tolera, y difícilmente se moviliza contra ella a menos que algún sector de poder promueva la movilización.

Y, usualmente, los motores de la anticorrupción se encienden, no para combatir la corrupción propiamente (aunque así se presente), sino para destronar algún sector político cuando no hay otros mecanismos fácilmente accesibles que generen amplio descontento.

En esos contextos de corrupción sistémica, la justicia es siempre vulnerable a los vaivenes políticos, ya sea que se haga de la vista gorda o que accione, porque tarde o temprano aparecerá sesgada ante la ciudadanía por una sencilla razón: enfrentará la corrupción de unos y no la de otros funcionarios que mucha gente también piensa son corruptos.

Al final, lamentablemente, la justicia es evaluada negativamente por amplios segmentos de la ciudadanía, condensada en expresiones como: la justicia no sirve, la justicia no funciona, los jueces se venden, etc.

Para quienes imparten justicia, el proceso puede resultar muy frustratorio, no solo por la desconfianza o evaluación negativa de la ciudadanía, sino también porque, al final, podrán ver los casos caerse cuando cambien las condiciones políticas y la anticorrupción deje de ser un arma de lucha política.

Para dar un salto a una sociedad donde la corrupción realmente se combata y el sistema de justicia funcione con efectividad y legitimidad, tienen que producirse tres grandes cambios: 1) que se genere suficiente riqueza fuera del Estado, con mecanismos de redistribución efectivos para producir amplio bienestar, 2) fortalecer las capacidades cívicas de la ciudadanía, y 3) una sucesión de gobiernos comprometidos con la institucionalización del Estado.

Si estas condiciones no se producen, el sistema de justicia, por más honestos que sean algunos de sus integrantes, no tendrá capacidad de investigar tantas denuncias o sospechas de corrupción, y su accionar se verá sesgado, aun cuando en determinadas coyunturas se aplauda.

Ser fiscal o juez honesto/a en sociedades donde la corrupción es extensa y sistémica es riesgoso por la dificultad real para hacer justicia ante tantos casos históricamente acumulados, y porque los grupos de poder usan la anticorrupción siempre a su conveniencia. La activan o desactivan según las circunstancias.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/la-corrupcion-y-la-justicia/