Ventanas en el Espacio

VENTANAS EN EL ESPACIO

Capitalismo extractivista y corrupción sistémica abril 28, 2021

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 1:38 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 28 de abril de 2021 en el periódico HOY

Desde tiempos remotos, pensadores diversos han desarrollado ideas para promover el bienestar humano. Al transcurrir la modernidad, se afianzaron dos carriles diferentes de pensamiento: el religioso que provenía de la premodernidad y el científico.

Desde la perspectiva religiosa, los seres humanos, y por ende las sociedades, fracasan fundamentalmente por sus propias flaquezas. De ahí que toda religión tenga como objetivo fortalecer las virtudes humanas en nombre de Dios. El mundo se ve lleno de pecadores que los predicadores buscan salvar.

Desde las ciencias, las interpretaciones abundan en todas las disciplinas. Unas enfatizan las explicaciones culturales y otras las institucionales o estructurales que limitan el desarrollo y el bienestar.

En el libro, “Por qué fracasan las naciones”, publicado hace ya varios años, Daron Acemoglu y James Robinson, proponen una interesante explicación institucional del fracaso en el desarrollo de las naciones.

Según ellos, la geografía, el clima, los recursos naturales y la cultura tienen un impacto en las posibilidades de progreso, pero lo fundamental es el tipo de instituciones económicas y políticas que se forjan a través del tiempo.

El argumento central es que las naciones exitosas tienen instituciones inclusivas, mientras las que fracasan tienen instituciones extractivas.

Las sociedades con instituciones inclusivas son pluralistas, el poder se distribuye mejor, crean incentivos, y las personas se motivan a dar lo mejor de sí. Las sociedades con instituciones extractivas se inclinan al autoritarismo y no hay suficientes incentivos ni recursos para lograr el bienestar de la mayoría.

Cuando la política es extractiva también lo es la economía; y viceversa. Es decir, política y economía van de la mano.

La República Dominicana, en su precario desarrollo capitalista, forjó instituciones económicas y políticas extractivas. Por eso en cada gobierno hay un grupo que busca usurpar los recursos públicos, sea alrededor de un dictador o de un partido. Lo que ha cambiado con la democracia electoral de los últimos 40 años es la cantidad de personas que se benefician de la corrupción.

Y es que la corrupción y el clientelismo son mecanismos esenciales de distribución de recursos en las sociedades extractivas. El sector privado es poco innovador y paga bajos salarios, y se genera una sobre dependencia del Estado en empleos y acceso a la riqueza. Partidos y candidatos consolidan sus apoyos con promesas de beneficios, de ahí la proclividad de todas las fuerzas políticas al continuismo.

Las instituciones extractivas son dañinas porque limitan el desarrollo económico, fomentan la desigualdad, obstaculizan la cohesión social, y reducen las posibilidades de alcanzar el bienestar social.

Todos los gobiernos de la República Dominicana se han montado en un sistema político y económico extractivista. Para lograr desarrollo, el país tendría que trascender la lógica del sistema imperante. Por ejemplo, impulsar políticas públicas de beneficios colectivos como mejorar las escuelas y los hospitales, y promover incentivos para la creación de más y mejores empleos privados. Además, y esto es lo más difícil, redistribuir mejor la riqueza con un sistema impositivo más eficiente y equitativo.

Sin eso no habrá ningún cambio y la República Dominicana seguirá siendo una nación incapaz de aportar a la mayoría de su población las condiciones necesarias para alcanzar bienestar personal y colectivo.

Cada gobierno asciende ofreciendo villas y castillos y termina con su autodestrucción. Noten que todos los gobiernos dominicanos terminan hundidos en escándalos de corrupción: Balaguer, Guzmán, Jorge Blanco, Mejía, Fernández y Medina, para solo mencionar los últimos seis. Es un problema estructural que atañe al sector público y privado y no se resuelve solo con pesquisas selectivas.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/capitalismo-extractivista-y-corrupcion-sistemica/

 

No nos van a amedrentar, ¡las causales van! abril 21, 2021

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 11:44 am

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 21 de abril de 2021 en el periódico HOY

La esclavitud dominó el mundo por mucho tiempo. Era la búsqueda de riqueza con la subyugación total y se justificaba con creencias religiosas: los “creyentes civilizados” oprimieron a los “bárbaros incivilizados”.

Si bien las religiones sirven de consolación y regocijo a mucha gente, no es menos cierto que las religiones han sido fuentes de opresión, conflictos y guerras, por una sencilla razón: los fundamentalismos basados en dogmas inventados por hombres.

La República Dominicana es uno de los pocos países del mundo donde la clase política, incluido el presidente Luis Abinader, no ha comprendido que hay una separación entre la función pública de Estado y las creencias religiosas.

Cada religión tiene como oficio convencer a los feligreses de sus doctrinas, y eso se respeta en democracia. Lo que no puede aceptarse en democracia es que las religiones quieran imponer a toda la sociedad sus ideas a través de leyes del Estado.

Las jerarquías de las iglesias católica y evangélicas se oponen ofuscadamente a que se aprueben las tres causales del aborto en el Código Penal, bajo el argumento de que la vida comienza desde la concepción, dejando así desprovistas a las mujeres de derechos a la vida y la salud.

El argumento a favor de las causales parte de que las mujeres tienen derecho a decidir sobre el embarazo en un marco legal de circunstancias.

En la República Dominicana se lucha porque a la mujer pueda decidir si continua o no con un embarazo en solo tres circunstancias: 1) en caso de riesgo de salud y vida para la madre, 2) de malformación del feto incompatible con la vida, y 3) en caso de violación o incesto. Eso existe en la mayoría de los países del mundo. Es un asunto de derechos y salud pública, no de religión; tampoco de referendo.

Si las iglesias desean oponerse, que lo hagan con sus feligreses. Pero los políticos dominicanos no pueden legislar en contra de las mujeres, independientemente de las creencias religiosas que tengan. Su función es legislar para garantizar derechos a la ciudadanía, y las mujeres no son ciudadanas de tercera categoría.

En su vida privada, los legisladores y el presidente tienen derecho a las creencias que deseen, pero al legislar y gobernar, tienen que velar por los derechos de toda la sociedad. El padrón electoral no distingue ni excluye por creencias religiosas.

Los derechos no son productos de caprichos personales, son conquistas colectivas, y la democracia es un sistema de garantías de derechos, no de imposición de creencias en detrimento de segmentos poblacionales.

Desde hace más de un mes, el campamento a favor de las tres causales en las inmediaciones del Palacio Nacional ha tenido un impacto significativo en la sociedad dominicana. Ha contribuido a llevar conciencia de la necesidad de que se aprueben las tres causales en el Código Penal, y ha motivado a distintos sectores a expresarse favorablemente al respecto.

El domingo pasado, lamentablemente, para amedrentar, alguien envió brownies envenenados al campamento y varias personas sufrieron los efectos nocivos al ingerirlos. Fue un acto delincuencial típico de aquellos que en la historia se colocan contra los derechos democráticos. Que se investigue.

Luego, el martes en la madrugada, un grupo de policías desbarataron a cuchillazos las tiendas de campaña de un grupo de mujeres apostadas frente al Congreso. El Estado opresor en acción.

La lucha por las tres causales la mueve la convicción de que merecemos una vida digna y en salud. Los que intentan amedrentar no triunfarán. ¡Las causales van!

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/no-nos-van-a-amedrentar-las-causales-van/

 

Reformar la Policía Nacional, ¿en serio? abril 14, 2021

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 12:34 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 14 de abril de 2021 en el periódico HOY

Los problemas de la Policía Nacional son producto de la decisión por décadas de mantener y ampliar el sistema de corrupción y represión policial que instaló Joaquín Balaguer.

Cuando Balaguer llegó al poder en 1966 conocía la precariedad política que enfrentaba su gobierno, a pesar de contar con el apoyo de los Estados Unidos y los militares.

Sabía que Trujillo, militar al fin, había mantenido un control férreo de los oficiales, pero él, siendo un civil, no contaba con el garrote de su antecesor para domarlos. También sabía que carecía de los recursos económicos para modernizar la Policía y las Fuerzas Armadas, y que los necesitaba para reprimir las fuerzas opositoras.

Su decisión, por tanto, fue entregarle el pastel del soborno, del tráfico ilegal de mercancías y trata humana, y no fiscalizar su presupuesto ni desmanes. Así permitía que la cúpula policial y militar se enriqueciera, y que los oficiales de bajo rango consiguieran boronas para la supervivencia. Los salarios nominales eran de importancia secundaria.

Al pasar los años, la economía de la ilegalidad creció en la República Dominicana. Se incorporó el narcotráfico y el microtráfico, aumentó el comercio ilegal y la migración indocumentada desde Haití. El negocio de policías y militares se diversificó y amplió. Eso trajo también un aumento de las confrontaciones entre pandillas y los llamados “intercambios de disparos”, ya no por razones políticas, sino económicas.

Conjuntamente, la sociedad dominicana creció en tamaño, la criminalidad aumentó, y las instituciones del orden público se hicieron cada vez menos efectivas en su misión de proteger la ciudadanía.

Por eso, en la última década, la Policía Nacional ha sido mal evaluada.

En la medición del Barómetro de las Américas de 2918-2019, la confianza en la Policía Nacional dominicana fue la cuarta más baja de la región, con un promedio de 39 puntos. Esa confianza registró promedios aún más bajos en las personas que habían sido víctimas de la corrupción o la delincuencia, las que se sienten más inseguras y las de mayor nivel educativo.

Ante la pregunta de si la Policía protege la ciudadanía o es parte del problema de la delincuencia, un 62% dijo que la Policía es parte del problema.

El asesinato reciente de dos evangélicos por una patrulla de la Policía, mientras se desplazaban en una yipeta en la zona de Villa Altagracia, generó indignación y trajo a la palestra pública nuevamente el tema de la reforma policial.

Al respecto hago tres breves comentarios:

Primero, si los asesinados hubiesen sido criminales, hoy la Policía fuera “orgullo nacional”. Se equivocaron de objetivo, y eso provocó la reacción social. Esto significa que no hay conciencia ciudadana de lo que debe ser y hacer la Policía. Su deber es prevenir o captar delincuentes, no asesinar personas, a menos que sea en defensa propia.

Segundo, se sabe lo que hay que hacer para alcanzar una gestión policial adecuada. Hay que desmontar los esquemas de corrupción que van desde pequeños sobornos hasta la complicidad en el tráfico ilegal de drogas, y entrenar mejor.

Tercero, la comisión recientemente nombrada por el presidente Abinader le quita presión ante la opinión pública para que actúe ya, pero no resuelve el problema, aunque al final los comisionados ofrezcan buenas sugerencias.

Los problemas de la Policía no se resuelven con simple aumentos salariales, ni comisiones de notables, ni discursos altisonantes, sino con acciones contundentes y sistemáticas que emanen del presidente vía el Ministerio de Interior y Policía y la Dirección de la Policía. Ya veremos si la reforma va en serio o de relajo.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/reformar-la-policia-nacional-en-serio/

 

Tres mentiras que propagan los opositores de las causales abril 7, 2021

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 6:47 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 7 de abril de 2021 en el periódico HOY

En un video de reciente circulación en las redes, una mujer cuenta sus angustias con un embarazo incompatible con la vida. Los médicos recomendaban terminarlo, pero ninguno asumía la responsabilidad de hacerlo por la prohibición absoluta del aborto en el país. En su narración, dice ella: “no deberíamos estar hablando de esto”, como señal de obviedad, de que debería existir la posibilidad legal de hacerlo.

En las Siete Palabras del Viernes Santo, uno de los sacerdotes indicó que, si no existieran mujeres dispuestas a abortar, no estaríamos discutiendo sobre las tres causales. No sé qué quiso decir exactamente el sacerdote, pero suena acusatoria la expresión hacia las mujeres.

Lamentablemente seguimos hablamos de este tema no por capricho o maldad, sino porque hay circunstancias en que debe permitirse legalmente el aborto para que la mujer en necesidad pueda tomar una decisión en condiciones seguras.

Sabemos que la mayoría de las iglesias están ofuscadamente opuestas a las tres causales. Quieren que se mantenga la prohibición absoluta del aborto. Con ese objetivo, las iglesias hacen lobby constantemente para presionar a los legisladores.

Pero ojo: las iglesias no representan a toda la sociedad, ni siquiera a la totalidad de sus feligreses en este tema. Muchos católicos y evangélicos están de acuerdo con las causales.

Por otra parte, los legisladores se eligen para que representen a toda la sociedad, no para legislar en función de sus creencias religiosas personales, y mucho menos, si esas creencias limitan o vulneran derechos.

La prohibición absoluta del aborto impone a todas las mujeres la obligación de continuar con un embarazo independientemente de las adversidades. No hay opción, hay imposición.

Las tres causales, por el contrario, no imponen una decisión a nadie. La ley solo daría la posibilidad de interrupción a quienes lo consideren necesario en tres condiciones específicas: cuando corre peligro la vida de la madre, cuando hay malformación del feto incompatible con la vida, y en caso de violación o incesto.

Los opositores a las tres causales engañan a la ciudadanía con tres argumentos falsos.

Uno, cuando dicen que la causal sobre riesgo de vida está contemplada en el Proyecto de Código Penal. ¡No es cierto! Lo que contempla ese Proyecto es que el médico decida después de intentar por todos los medios salvar las dos vidas. Pero sucede que en la espera la salud de la mujer puede deteriorarse y correr riesgo su vida. Además, todo el poder de decisión lo tiene el médico, nada la mujer.

Dos, cuando dicen que se quiere matar una criatura porque le falta una pierna, un brazo o tiene Síndrome de Down. ¡No es cierto! La causal de incompatibilidad con la vida se refiere a malformaciones graves por las que el feto muere en el vientre o poco después de nacer.

Tres, cuando dicen que aprobar las causales es camino al aborto libre. ¡No es cierto! En ningún país del mundo hay aborto libre. En todos se regula legalmente.

Las legislaciones son de tres tipos: 1) prohibición total del aborto (como en la República Dominicana y muy pocos países), 2) con causales permitidas (por lo que se lucha actualmente en la República Dominicana) y 3) por período de varias semanas en que se permite el aborto sin aludir razón, o se aplican causales a períodos más largos (esto existe en todos los países desarrollados).

En casi todo el mundo hay causales para terminar legalmente un embarazo. En la República Dominicana deben ser aprobadas ya.

Artículo publicado en el periódico HOY: https://hoy.com.do/tres-mentiras-que-propagan-los-opositores-de-las-causales/