Ventanas en el Espacio

VENTANAS EN EL ESPACIO

PLD: fuera de su zona de confort febrero 26, 2020

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 3:43 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 26 de febrero de 2020 en el periódico HOY 

Gobernar nunca es fácil, pero el PLD ha gobernado 20 de los últimos 24 años en condiciones auspiciosas.

En 1996, Balaguer les dijo: muchachos, aprendan a gobernar que yo estoy aquí detrás. Les dio paso para que no ganara Peña Gómez. Balaguer había reajustado la macroeconomía que quedó maltrecha en la década de 1980, y ya se habían reducido las protestas populares de aquellos años.

El PLD impulsó algunas reformas para mejorar la administración del Estado y comenzó las grandes obras de infraestructura en el Gran Santo Domingo. En el 2000, ya cerca de su morada final, Balaguer decidió ser candidato nuevamente y le quitó al PLD 25% del electorado que le había prestado.

En el 2004, el PLD volvió al poder bajo aclamación en medio de una crisis económica.

El miedo a un retorno del PRD al poder en segmentos importantes de la clase media urbana dio holgura al PLD del 2004 al 2009.

En el 2010, el PLD perdió fuerza en las capas medias por el efecto combinado de un decrecimiento económico y el fortalecimiento de las luchas sociales de capas medias, como el 4% del PIB para la educación.

Leonel Fernández se resistió a atender esas demandas y su aprobación disminuyó, afectando también al PLD. Por su parte, el PRD comenzaba a recuperarse de su desplome electoral de 2004.

El intento de una tercera repostulación consecutiva de Leonel Fernández en 2011 trajo también confusión en el electorado. Finalmente, el PLD escogió a Danilo Medina candidato presidencial.

Los resultados de las elecciones de 2012 fueron más apretados: el PLD obtuvo 51.2% y el PRD 46.9%. Danilo Medina, sin el brillo de oratoria, enfrentaba retos importantes de gobernabilidad.

Su estrategia para afianzar su presidencia consistió en un conjunto de medidas de alta aceptación: la inclusión del 4% del PIB para la educación en la Ley de Presupuesto de 2013, la renegociación del contrato con la Barrick Gold y las visitas sorpresas. Todas esas medidas resultaron en un aumento sustancial de la aprobación de la primera gestión de Medina (2012-2016), lo que facilitó la reforma constitucional de 2015 para su repostulación en el 2016.

En ese momento, el PLD también se benefició de la división del PRD en el 2013, porque, a partir de ahí el PLD quedó como el único partido del sistema que permanecía intacto.

Pero la división también asechó al PLD en corto tiempo. A partir de 2015, Danilo Medina y Leonel Fernández comenzaron a transitar caminos diferentes. La división se concretó finalmente en el 2019 por los resultados de las primarias, que, en vez de resolver el conflicto, produjo la división formal.

Dividido, el PLD ha enfrentado en los últimos meses una oposición más virulenta con Leonel Fernández en el bloque opositor. Pero, además, desde que explotó el escándalo Odebrecht, el gobierno perdió el rumbo propositivo y a la clase media urbana que se movilizó en la Marcha Verde. También hay hartazgo con 16 años de gobiernos consecutivos.

Todo eso saca al PLD de la zona de confort en la que gobernó por muchos años, y, a partir del pasado 16 de febrero se agravó la situación con la suspensión abrupta de las elecciones municipales. A su favor, el PLD cuenta con que no ha explotado todavía una crisis económica en el país, y que sigue siendo el partido con la estructura organizativa más fuerte.

El impacto de todos estos factores en el PLD se medirá en las elecciones de 2020.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/pld-fuera-de-su-zona-de-confort/

 

¡Una barbaridad! El pueblo paga febrero 19, 2020

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 8:37 am

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 19 de febrero de 2020 en el periódico HOY 

El fiasco en las elecciones del domingo 16 de febrero ha indignado un pueblo que paga una millonada para que la Junta Central Electoral (JCE) haga las cosas bien y los partidos políticos cooperen con la organización de las elecciones.

El pueblo merece que todo el dinero que aporta se utilice para una competencia electoral diáfana. No para presenciar un espectáculo de ineficiencia, negligencia o sabotaje.

A este momento, aún no se sabe quién ni cuándo se hará la necesaria investigación para identificar los culpables del fallo en las computadoras del voto automatizado. A la fecha, los partidos tienen las armas de insultos levantadas para acusarse uno con otro. Y a la fecha, la JCE no ha tenido una reunión de alto nivel con los partidos políticos.

¿Qué no hay mediadores? ¡Son excusas! El pleno de la JCE y los altos dirigentes partidarios deberían tener la dignidad de buscar rápidamente una solución a los problemas que se presentaron. El pueblo espera y observa.

Hay agua derramada que ya no es posible recoger. Por ejemplo, el dinero que gastaron los candidatos. Ahora tienen que buscar más para seguir en campaña. Algunos son ricos o tienen patrocinadores ricos, pero muchos hacen un gran esfuerzo recaudando dinero para sostener una candidatura. Esos pagarán el precio de la suspensión.

¿Y el pueblo? Los equipos del voto automatizado de esta JCE costaron una millonada, al igual que los escáneres de la JCE anterior. Todo ese dinero ha ido a enriquecer proveedores porque los equipos no funcionaron. Peor aún, hasta almacenamiento se ha pagado para guardar unos escáneres que no se utilizaron en el 2016. Ese dinero que aportó el pueblo pudo haberse destinado a mejorar los servicios de salud de este país.

Además, los miembros de la JCE, al igual que los de las altas cortes, cuando salen de sus cargos, reciben una pensión de por vida por haber trabajado unos cuantos años en esas instituciones. Es un dineral inmerecido que paga el pueblo, cuando en este país la inmensa mayoría de las personas mayores no tiene ni siquiera una pensión equivalente al salario mínimo. ¡Es abusivo!

Ellos mismos, políticos y funcionarios electorales repiten y repiten que las elecciones son un festival democrático, que la democracia es cara. ¡No! Las elecciones no son una fiesta ni tienen que ser caras. Las elecciones son una dura competencia entre políticos hambrientos de poder que hay que moderar en sus ambiciones, y para eso están las autoridades electorales; no para ser complacientes ni cómplices.

El hambre de poder siempre dificulta los acuerdos entre los políticos para establecer reglas de juego democráticas, porque la lógica de la competencia electoral indica que para subir hay que destruir a los contrincantes. ¡Pero ojo!, cuando esa lógica se lleva al extremo, los políticos conducen la sociedad al caos.

Hay dos partidos que tienen mucho que perder si estas elecciones se malogran, porque son los dos que ganarían la inmensa mayoría de las posiciones según indican todas las encuestas: el PLD y el PRM. Por ahí tiene que comenzar la conversación y el acuerdo para lograr reglas de juego que garanticen una competencia real y la efectividad de la JCE.

El PLD, con muchos años en el poder y escándalos de corrupción, necesita contribuir al éxito del proceso para que sus autoridades electas tengan legitimidad. El PRM necesita que el proceso sea diáfano para que muchos de sus candidatos triunfen. Esas necesidades abren la posibilidad de diálogo y concertación entre contrincantes. ¡Háganlo!

Enlace al periòdico HOY: https://hoy.com.do/una-barbaridad-el-pueblo-paga/

 

Elecciones de febrero: ¿inciden o determinan mayo? febrero 12, 2020

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 9:56 am

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 12 de febrero de 2020 en el periódico HOY 

Uno de los temas de discusión electoral de los últimos meses ha sido si los resultados de las elecciones municipales del 16 de febrero inciden, determinan, o no tienen efecto en las elecciones presidenciales y legislativas de mayo.

Cada bando político plantea lo que más le conviene. En general, los que piensan que van a ganar en grande indican que febrero determina mayo, y los que no van a ganar muchas posiciones en las municipales dicen que febrero no tiene un efecto significativo en mayo.

Ambas posiciones necesitan enmiendas. Las elecciones de febrero sí inciden, pero no necesariamente determinan los resultados de las elecciones de mayo.

Veamos cómo inciden y por qué no necesariamente determinan.

Primero: el partido que gane la mayoría de las posiciones a alcalde y director de distrito municipal muestra indiscutiblemente que tiene mayor fuerza electoral en esas municipalidades. Eso es positivo para ese partido hacia mayo porque ya probó su fuerza y no hay mucha distancia temporal entre febrero y mayo. Es decir, la probabilidad de que la tendencia se mantenga es alta.

Pero ¡ojo!, las posiciones municipales se ganan por mayoría simple; es decir, un alcalde o director de distrito municipal puede ganar, por ejemplo, con el 40% de los votos, aunque todos los demás candidatos que perdieron sumen 60%.

El partido que gane con una mayoría relativa en febrero, para mantener su ventaja en las elecciones legislativas de mayo, necesita que se reproduzca al menos la misma fragmentación de la oposición; y para ganar las presidenciales en primera vuelta, necesita aumentar su caudal de votos para lograr mayoría absoluta. Hay que ver entonces para cada municipio con que amplitud se gana.

Segundo: la mayor incidencia de las elecciones de febrero en mayo consiste en que el partido que gane la mayoría de las alcaldías y distritos municipales llega a las elecciones de mayo con una infraestructura política municipal más fuerte que los perdedores. Los funcionarios municipales electos se juramentan en abril y tienen la capacidad de movilizar recursos y personas a beneficio de su partido. Los derrotados tendrán menos recursos y menos ánimo para impactar las elecciones de mayo.

Tercero: por patrones conocidos del pasado, es de esperarse que en las elecciones del próximo 16 de febrero acuda a votar un porcentaje significativamente menor que a las elecciones de mayo. Es decir, en mayo votarán los que fueron a votar en febrero (son los más activistas o motivados a votar) y otro segmento que se abstuvo (quizás tanto como un 20% del padrón electoral). Si ese nuevo flujo de votantes en mayo se comporta electoralmente igual que los que acudieron en febrero, entonces febrero determinaría mayo. Si no, la influencia de febrero en mayo sería menor.

¡Ojo!, existe la posibilidad de que los que se abstuvieron en febrero se inclinen significativamente más en mayo por el partido que quede en segundo lugar en febrero. Es solo una posibilidad, pero no puede descartarse del todo.

Lo difícil es que un partido que no logre una cantidad importante de alcaldías y distritos en las elecciones municipales de febrero pueda obtener una cantidad importante de votos en las elecciones presidenciales y legislativas de mayo.

Las elecciones de febrero establecerán el parámetro de competitividad para las elecciones de mayo, sea de dos o tres partidos principales, en función de cuántas alcaldías y distritos municipales logre cada partido que compite en febrero.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/elecciones-de-febrero-inciden-o-determinan-mayo/

 

Dispersión de candidaturas y concentración del voto febrero 5, 2020

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 12:56 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 5 de febrero de 2020 en el periódico HOY 

El deseo de muchas personas de ser candidatos no les permite ver la dificultad de lograr una mayoría de electoral, aún en el caso de los alcaldes y directores de distritos municipales, que ganan por mayoría simple. Se lanzan sin un mínimo adecuado de comprensión del mercado político y fracasan en el camino.

Tomemos las candidaturas a la alcaldía del Distrito Nacional. Eran seis candidatos, hasta la salida de Hugo Beras esta semana. La oferta es ahora de cinco: Carolina Mejía por el PRM y aliados, Domingo Contreras por el PLD y aliados, Johnny Ventura por la Fuerza del Pueblo y aliados, Bartolomé Pujals por Alianza País y Michael Miguel por el Partido Verde.

En unas elecciones municipales donde se proyecta una participación electoral reducida, porque tanto en República Dominicana como en otros países, las elecciones no presidenciales llevan menos votantes a las urnas, tener una dispersión de ofertas electorales con cinco candidatos es una pérdida de esfuerzos, no una muestra de democracia.

El 16 de febrero, los resultados electorales municipales indicarán que la inmensa mayoría de los votantes concentrarán su voto en las dos principales opciones: Carolina Mejía y Domingo Contreras. Los demás son candidatos para recoger algunos votos para su partido o para proyectarse públicamente.

Sé que este planteamiento no es del agrado de los candidatos de partidos pequeños, que siempre buscan posicionarse diciendo que más ofertas es más democracia. ¡Perfecto! Pero la realidad es que los electores concentran el voto, porque para fragmentarlo tanto, necesitarían razones de peso, como, por ejemplo, diferenciación ideológica partidaria, que no es el caso en la República Dominicana.

Además, en las elecciones municipales, donde las alcaldías y las direcciones de los distritos municipales se ganan por mayoría simple de votos, la dispersión de candidaturas da ventaja al partido más fuerte, limitando las posibilidades de que la segunda opción pueda competir con efectividad. Si el voto se fragmenta mucho, el partido con mayores recursos y mejor estructura tiende a ganar las elecciones y la oposición se debilita.

Si miramos los resultados electorales dominicanos desde 1978 en adelante, encontramos que, a pesar del declive del sistema partidario (ya colapsaron electoralmente el PRSC y el PRD), los dominicanos han seguido concentrando el voto. Es decir, la ciudadanía vota fundamentalmente por las dos principales opciones electorales, con la excepción de la década de 1990, cuando hubo un tripartidismo efímero.

La división del PRD en el 2013 dio al PLD una hegemonía partidaria en los últimos años, pero ahora, el desgaste del PLD y su división, han elevado el posicionamiento del PRM. Los resultados electorales de 2020, sobre todo los presidenciales y legislativos, servirán para saber si en la República Dominicana se comienza a reestablecer el bipartidismo que se había perdido.

Las elecciones del 16 de febrero mostrarán que la inmensa mayoría de las alcaldías y de los distritos municipales las ganará el PLD o el PRM. Cuánto gane cada uno será importante para ellos y para el sistema partidario. A la vez, esos resultados tendrán un impacto hacia las elecciones de mayo, al colocar esos dos partidos en la delantera con respecto a los demás.

Los dominicanos concentran el voto en las dos principales opciones electorales por varias razones: 1) el peso clientelar, 2) el costo de las elecciones que limita las opciones de los más pequeños, y 3) la tradición de partidos fuertes a pesar del debilitamiento que han experimentado los existentes.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/dispersion-de-candidaturas-y-concentracion-del-voto/