Ventanas en el Espacio

VENTANAS EN EL ESPACIO

Cuando Santiago se fuñó enero 29, 2014

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 10:33 am

Foto de Rosario Espinal para BlogRosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 29 de enero de 2014 en el periódico HOY y en los portales de Acento y Noticias SIN

Santiago ha experimentado un crecimiento desordenado en las últimas décadas. La ciudad es ahora un conglomerado de barrios sin planificación ni conexión adecuada, y la población pobre se ha multiplicado sin fuentes de trabajo suficientes para absorberla. Este aumento poblacional es el resultado de dos fenómenos concurrentes: la migración de campos y pueblos aledaños, y la migración haitiana que ha permitido el gobierno dominicano para ganancia empresarial.

Las pocas avenidas grandes que se construyeron en décadas pasadas conducen a pequeñas calles fatigadas por el congestionamiento, y no se han construido vías de comunicación alternativas en los últimos años.

Por ejemplo, el edificio gubernamental frente al Cementerio de la Calle 30 de marzo, construido en un lugar inadecuado, impide una conexión fluida entre las avenidas 27 de Febrero y Hermanas Mirabal; y la Avenida Bartolomé Colón, que podría ser una vía expedita hacia el centro sigue siendo pequeña.

Mientras nada se hace, la población y el número de vehículos crecen. La nueva circunvalación, anunciada para ser inaugurada en febrero después de varios años en lenta construcción, es una obra importante pero no resuelve muchos de los problemas urbanos de Santiago.

Además, la gracia de la ciudad se perdió. Después de la reconstrucción del Monumento a los Héroes de la Restauración, el Ministerio de Cultura prohibió el acceso en vehículo. Se entendería un control del tráfico de noche por la cantidad de personas que visitan el lugar para la juerga,  pero que no se permita subir en carro de día despoja el público del derecho a disfrutar con facilidad la vista panorámica urbana más linda del país. No todo el mundo es suficientemente atlético o saludable para subir a pie, y la delincuencia también desincentiva la aventura. El acceso vehicular debe permitirse por lo menos durante las horas del día como atractivo turístico de la ciudad.

El Centro Histórico de Santiago está sucio y carece de atractivos para el esparcimiento. Las capas medias abandonaron esta zona porque no hay novedad comercial ni recreativa. De día está lleno de vendedores ambulantes y de noche es un desierto.

La Catedral es parte importante de la zona, pero por sí misma no puede darle vida al centro urbano, y querer resaltarla sin atractivos circundantes carece de sentido social y económico. Las edificaciones alrededor de la Catedral hay que remozarlas con un sentido de preservación arquitectónica, y entregarlas a organizaciones que puedan darle mantenimiento y vida con fondos públicos y privados. Por ejemplo, el Instituto de Cultura y Arte (ICA), ubicado frente a la Catedral, trae jóvenes a la zona. ¿Por qué quitarlo del lugar como se rumora?

Santiago carece de una clase empresarial que cuente con oídos atentos en la clase política peledeísta, partido que ha gobernado el país la mayor parte de este tiempo. El PLD nunca tuvo su fuerte en Santiago, ni ha comprendido el potencial de esa ciudad; y los principales políticos peledeístas de Santiago han emigrado a Santo Domingo, estableciéndose allí en otros cargos con otras prioridades.

Por otra parte, la fuerte emigración de empresarios y capas medias hacia Santo Domingo y el exterior también ha contribuido a hacer de Santiago, por primera vez en la historia republicana, una ciudad de segunda, no la segunda.

Para agravar la situación, el alcalde surgió de un parto político forzado, los partidos se pelean en la sala capitular, y la basura y los hoyos se acumulan en las calles. Ah, y para colmo, las Águilas Cibaeñas andan descarriadas.

Oh Santiago, quién te vio y quién te ve, como hace años escribió el distinguido don Arturo Bueno.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/cuando-santiago-se-funo-2/

 

La Carta Pastoral: lo que omitió enero 22, 2014

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 7:39 am

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Artículo publicado el miércoles 22 de enero de 2014 en el periódico HOY y en los portales de Acento y Noticias SIN 

La Carta Pastoral del Episcopado Dominicano con motivo del Día de la Altagracia se dedicó a resaltar la importancia de la familia.

Sin duda, la familia es fundamental en todo conglomerado humano y ha existido en todas las sociedades de las que hay registro histórico. Lo que no ha existido, a pesar del mito en contrario, es un solo estilo de familia funcional.

En las sociedades agrarias predominó la familia extendida, y con la industrialización y la urbanización se afincó la llamada familia nuclear de pocos miembros. Luego, con el desarrollo de la clase media y las expectativas de mejoría de vida e igualdad, se transformó la noción de que el hombre era el único proveedor material, y las mujeres se insertaron a la vida laboral.

Por largo tiempo, las familias pobres han estado sometidas al embate del machismo y la vulnerabilidad económica. Muchas mujeres pobres, y es común en la sociedad dominicana, intentan encontrar un marido estable que sostenga la familia, pero con frecuencia fracasan, y terminan solas en familias monoparentales o con ayuda de familiares. Liberados de ofrecer sustento, muchos hombres procrean hijos con varias mujeres y no asumen responsabilidades.

En las capas medias, la existencia del servicio doméstico (una expresión laboral de la pobreza femenina) contribuye a la crianza de los hijos sin que los hombres tengan que asumir grandes tareas domésticas. Cuando se produce una separación, la madre y la doméstica generalmente asumen la crianza de los hijos. Estas familias son también monoparentales.

Piénselo usted: ¿cuántas familias conoce encabezadas por una mujer sola, y cuántas conoce encabezadas por un hombre solo?

Desde el punto de vista material y logístico, es más fácil que dos o más adultos críen los niños. Por eso en muchas sociedades agrarias existían las familias extendidas, donde padres, abuelos y hasta vecinos participaban en la crianza. Pero esas sociedades van desapareciendo, y los tiempos nuevos traen realidades nuevas que hay que enfrentar con sus bondades y dificultades.

En una isla pequeña como ésta con dos países superpoblados, debería preocupar que la Carta Pastoral critique el uso de anticonceptivos sin llamar al control de la natalidad. Con 20 millones en conjunto, ¿cuál será la población de República Dominicana y Haití dentro de varios años sin anticonceptivos? Los pobres procrean más por la falta de conocimientos y servicios, y a su vez, la procreación, sobre todo a temprana edad, dificulta más la movilidad social.

Sorprende que la Carta Pastoral insistiera en que el matrimonio es entre un hombre y una mujer cuando en República Dominicana éste ni siquiera es tema de debate oficial por el predominio de  la homofobia. Tal insistencia contribuye a aumentar la animadversión hacia los homosexuales, un grupo discriminado que no necesita más “bastonazos inquisitorios”, para usar una expresión del papa Francisco.

Pero lo que más llama la atención es que siendo la Carta Pastoral sobre la familia, el Episcopado Dominicano omitiera por completo los casos recientes de abuso sexual a muchachos y muchachas por tres sacerdotes, entre ellos, el ex nuncio. Sólo entre 2011 y 2012, el Vaticano reportó haber expulsado unos 400 sacerdotes en el mundo por tal motivo, y el Papa se refirió al tema hace unos días  como una vergüenza para la Iglesia

La ausencia en los últimos meses de una postura pública y contundente del Episcopado Dominicano de apego a la verdad y la justicia ante los delitos cometidos, agrava el daño a los jóvenes y socava la confianza de las familias que esperan de los sacerdotes educación en valores positivos, no abusos.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/la-carta-pastoral-lo-que-omitio/autor/rosario-espinal/

 

Reinado del PLD enero 15, 2014

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 12:51 pm

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Artículo publicado el miércoles 15 de enero en el periódico HOY y en los portales de Acento y Noticias SIN

El PLD se encuentra en su catorceavo año de gobierno, nueve consecutivos. Si contamos desde 1978, ha gobernado más que Joaquín Balaguer y el PRD. Desde 2004 ha ganado todas las elecciones realizadas en el país, un total de cinco entre presidenciales y congresionales-municipales, y en el 2012 se produjo una sucesión presidencial.

Después de 2004, el PLD ha gobernado durante un período de crecimiento económico que produjo un aumento significativo del ingreso per cápita. El gobierno aumentó sustancialmente el presupuesto nacional y ha realizado un amplio programa de obras públicas, con el Metro de Santo Domingo como buque insignia. Además, los niveles de inflación y devaluación se han mantenido moderados, lo que se conoce como estabilidad macroeconómica.

Los siguientes datos ilustran lo dicho.

La tasa de crecimiento del PIB fue positiva en todo el período 2005-2012, y particularmente alta en los años inmediatamente posteriores a la crisis financiera de 2003-2004, registrándose un crecimiento de 9.3% del PIB en 2005, 10.7% en 2006 y 8.5% en 2007. El PIB per cápita aumentó de 2,548 dólares en 2005 a 5,762 dólares en 2012.

El presupuesto nacional aumentó de unos 200 mil millones de pesos en 2005 a más de 500 mil millones en 2012 y 2013, y se perfila en unos 600 mil millones para 2014.  El índice de precios al consumidor se ha mantenido por debajo de dos dígitos en casi todo este período; y el peso dominicano, aunque se ha depreciado, ha mantenido su valor por encima de la devaluación que se produjo durante la crisis financiera de 2003-2004.

El valor del peso dominicano ha sido apoyado por un aumento significativo en la inversión extranjera de unos 1,200 millones de dólares en 2005 a 3,600 millones en 2012, el acceso al endeudamiento externo, y las remesas.

En base a estos datos podríamos decir que República Dominicana ha vivido una época de bonanza en el período 2005-2013.

Pero veamos el otro lado de la moneda.

El desempleo y la pobreza, aunque han disminuido con relación a los niveles alcanzados en la crisis financiera de 2003-2004, se han mantenido altos en relación al impresionante crecimiento económico. De 2005 a 2012, la tasa de desempleo oficial sólo bajó de 17.9% a 14.7%, la de pobreza de 47% a 41%, y la de indigencia de 24.6% a 20.9%.

En el 2012, el 20% más pobre de la población sólo captó 3.9% del ingreso nacional, mientras el 20% más rico captó 50% del ingreso nacional, según datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). Esta desigual distribución del ingreso es similar a la del año 2002. Además, el porcentaje del ingreso nacional que captan los dominicanos más pobres es de los más bajos de América Latina, lo que significa que en República Dominicana, a los más pobres les va relativamente peor. Por otro lado, el crecimiento económico ha perdido dinamismo en los últimos años.

Los bajos salarios, la baja inversión en servicios públicos y la corrupción son los grandes responsables de la persistente pobreza y desigualdad, mientras los frecuentes aumentos de impuestos para sostener la expansión del gasto público golpean duramente a los sectores de ingresos medios.

Se sabe bien, y lo sabe el gobierno, que el aumento de salarios y en la inversión social, así como la eficiencia y transparencia gubernamental, son cruciales para revertir el modelo de acumulación basado en alto crecimiento y alta desigualdad que ha predominado durante el reinado del PLD.

¿Transcenderá Danilo Medina este modelo de inequidad o lo reproducirá? El 2014 será crucial para definir los parámetros de su gestión.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/reinado-del-pld/autor/rosario-espinal/

 

Ni negra ni blanca, dominicana enero 9, 2014

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 6:09 pm

Foto de Rosario Espinal para BlogRosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 8 de enero de 2014 en el periódico HOY y en los portales de Acento y Noticias SIN

En junio de 2005 publiqué un artículo con este mismo título. Como ha llegado enero de 2014 y persiste el debate sobre la nacionalidad dominicana que se reinició el pasado septiembre por la Sentencia TC 168/13, lo reproduzco con modificaciones para encajarlo en el espacio periodístico disponible.

Caminaba por Washington Heights  en una de sus calles congestionadas cuando escuché una joven decirle a otra: “No soy negra ni blanca, soy dominicana”.

Pensé inmediatamente en las implicaciones sociológicas de la expresión en ese contexto neoyorquino. Como mulata, la joven huía de la bipolaridad racial negra-blanca y recurrió a su identidad dominicana.

Pensé también que sus palabras podrían servir de inspiración para un poema, la lírica de un merengue, o simplemente uno de mis artículos periodísticos. Proseguí mi camino en medio del hormiguero humano que circulaba aquella tarde en el Nueva York dominicano.

Más adelante me detuve a comprar frijoles con dulce que allí venden todo el año. Junto al vendedor había otro dominicano que me preguntó de dónde era. Soy dominicana, le dije, pero su incredulidad fue tal que estalló a carcajadas.

No me sorprendí, me ocurre con frecuencia en el extranjero; de todas formas desafié el compatriota para que explicara por qué creía que yo no era dominicana.

“Pareces suramericana”, dijo el señor, y rápidamente agregó en tono enfático: “no tienes el tigueraje dominicano”. Por más que intenté convencerle de que era dominicana rechazaba mis explicaciones.

Entonces, entre sonrisas y bromas, se me ocurrió hablarle en puro cibaeño. Pensé que con una prueba tan contundente de dominicanidad terminaría nuestra pequeña trifulca, y así fue. La “i” cibaeña selló mi dominicanidad.

Continué mi caminata y me pregunté: ¿en qué consiste ser dominicana? No encontré respuestas claras, pero me surgieron muchas interrogantes.

¿Consiste en venerar a Duarte, Sánchez y Mella? ¿En cantar quisqueyanos valientes alcemos, Por Amor o Quisqueya? ¿En adorar la bandera? ¿En celebrar el 27 de febrero, 16 de agosto, o el 21 de enero? ¿En leer a Pedro Henríquez Ureña, Aida Cartagena Portalatín o Pedro Mir? ¿En bailar merengue a ritmo de Joseíto Mateo, Fefita la Grande, Fernandito o Juan Luis Guerra?  ¿En escuchar bachata o perico ripiao? ¿En disfrutar la pintura de Yoryi Morel o alguna otra variante del paisajismo dominicano? ¿En valorar la negritud, los palos y Villa Mella? ¿En ser anti-haitiano o anti-norteamericano? ¿En ser negra, blanca, mulata, trigueña, india clara o india oscura? ¿En comer sancocho, mangú y la bandera? ¿En celebrar cumpleaños con bizcocho y refresco rojo? ¿En ser del PRD, PLD o PRSC? ¿En glorificar a Bosch, Peña Gómez o Balaguer? ¿En ser de las Aguilas, el Licey, Escogido o las Estrellas? ¿En hablar con la “L” o con la “i”?

¿Es ser dominicano un derecho de nacimiento? ¿Debe obtenerse por herencia cultural o de suelo? ¿Quién otorga el derecho a ser dominicano: el Estado o cada quién? ¿Son dominicanos Félix Sánchez y Alex Rodríguez? ¿Será que consiste en vivir en el extranjero y enviar remesas mientras se acumulan nostalgias para el regreso?

¿Es quizás algo tan sencillo como sentirlo u olfatearlo? ¿O simplemente una manera de articular gestos, sonreír, o soltar lágrimas por gente, lugares y situaciones que nos conmueven o traen recuerdos?

¿Es usted dominicana o dominicano porque lo declara, se lo otorgan, o lo reclama? ¿Hay alguna sensación o emoción que sea particularmente dominicana? Si tuviese usted que escoger una sola, ¿cuál sería? ¿Y si fuera más de una, cuántas y cuáles escogería?

Yo me quedaría con la emoción que me produce la neblina mañanera del valle cibaeño en el mes de enero.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/ni-negra-ni-blanca-dominicana-3/