Ventanas en el Espacio

VENTANAS EN EL ESPACIO

El PLD al borde del precipicio abril 24, 2019

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 10:44 am

Rosario Espinal

Articulo publicado el miércoles 24 de abril de 2019 en el periódico HOY 

La República Dominicana nunca ha podido establecer un sistema de partidos democrático. Ha predominado siempre el caudillismo, aún en estos últimos 40 años cuando el país ha vivido su período más largo de democracia electoral.

En el PRSC, Joaquín Balaguer fue batuta y constitución. Después de su muerte, el partido comenzó a fraccionarse en la medida que los dirigentes buscaban beneficios económicos y políticos en distintos bandos. Hoy es un partido de insignificante apoyo electoral.

El PRD no tuvo mejor suerte. Las rivalidades por la candidatura presidencial terminaron siempre en luchas fratricidas: una derrota electoral en el 1986 y una división después de las elecciones de 2012. Hoy es también un partido de insignificante apoyo electoral.

A diferencia del PRSC que se ha desarticulado totalmente, del PRD salió el PRM que heredó un tercio de los votos, pero a la fecha no ha mostrado musculatura propia. La lucha por la candidatura presidencial entre Hipólito Mejía y Luis Abinader constituye un impedimento para echar a andar ese partido. Ambos tendrían que aunar esfuerzos.

El PLD, con una estructura histórica de cuadros basada en el centralismo democrático, se convirtió en referente de unidad partidaria ante el descalabro de los otros partidos, pero ese sistema funcionó mientras hubo un liderazgo único: Juan Bosch y luego Leonel Fernández.

La consolidación del poder de Danilo Medina desde la presidencia transformó la dinámica partidaria, y se ha vuelto cada vez más difícil la cohabitación del liderazgo de Fernández y Medina.

Lo ideal hubiese sido que después de salir de la presidencia en el 2012, Leonel Fernández se hubiera dedicado a reorganizar el PLD, a democratizarlo, a establecer mecanismos de sucesión y alternancia en la candidatura presidencial.

No lo hizo. Asumió que con querer volver a ser presidente su candidatura estaba garantizada. No lo logró en el 2016, y a la fecha, aún no se sabe si lo logrará para el 2020. Su proyecto ha estado concentrado en lograr ese objetivo, por lo cual, su presidencia al frente del partido ha sido ineficaz.

Danilo Medina, por su parte, utilizó el poder que forjó desde la presidencia para repostularse en el 2016, y a la fecha, no se sabe si lo intentará de nuevo mediante otra reforma constitucional.

El enfrentamiento entre Danilo y Leonel por la candidatura presidencial coloca el PLD al borde del precipicio porque no se vislumbra un acuerdo adecuado. Aunque se rían juntos en una escena fotográfica en las reuniones del Comité Político, las desavenencias son claras y han llegado lejos para recomponer con credibilidad la unidad.

Alrededor de Leonel y Danilo se han gestado distintos grupos económicos y políticos, dentro y fuera del PLD, que antagonizan constantemente.

Al ser las dos figuras principales de liderazgo político en el partido, su accionar es determinante para la organización. Ya no hay un liderazgo único, ni tampoco un liderazgo plural con reglas claras para permitir la alternabilidad. Hay un caudillismo bicéfalo que no ha encontrado acomodación.

Leonel Fernández con tres períodos presidenciales en su aval está decidido a volver: lo ha dicho y reiterado. Le beneficia que no tiene impedimento constitucional.

Danilo Medina, con dos períodos y un impedimento constitucional para la repostulación, no anuncia su retiro. Por el contrario, mantiene las cartas abiertas a ver qué deparan los números en el Congreso para una reforma constitucional.

El PLD enfrenta los males y dolores del eterno retorno del caudillismo dominicano, y evidencia la incapacidad histórica de los partidos dominicanos para democratizarse.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/el-pld-al-borde-del-precipicio/

 

Irresponsabilidad, repito abril 17, 2019

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 12:50 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 17 de abril de 2019 en el periódico HOY 

Hace justo dos años, para Semana Santa, escribí el artículo titulado “Irresponsablemente”. Hoy quiero volver sobre el tema antes de que la avalancha electoralista cope toda la atención pública una vez pase esta semana.

Decía en ese artículo que hay razones suficientes para culpar a los gobiernos de los males dominicanos. La corrupción, la impunidad, el clientelismo, el continuismo y la ineficiencia son graves problemas. Pero el foco de aquel artículo no era el Gobierno, sino la ciudadanía.

El argumento central fue que, si bien es cierto que muchos problemas sociales derivan del mal funcionamiento del Estado, enfocarse siempre en las quejas impide ver la cantidad de problemas que derivan del mismo pueblo, y, además, impide buscar soluciones.

El Gobierno nunca podrá resolver todos los problemas, y en la historia dominicana nunca ha resuelto ni siquiera los prioritarios. Por eso, para mejorar la calidad de vida de la población, la sociedad dominicana tiene que iniciar el cambio.

Ese cambio, individual y colectivo, generará a su vez cambios en el Gobierno, porque una sociedad empoderada sabrá poner mayor presión al Gobierno para que mejore su gestión.

Cuando la sociedad se ajusta a los males, o los promueve, o se conforma con la queja, se produce un círculo pernicioso de ineficiencias y déficits en distintos ámbitos de la vida. Para progresar hay que generar un círculo virtuoso.

Tomemos dos ejemplos donde abundan las quejas y las repercusiones negativas: la basura y los accidentes de tránsito.

¡Cierto!, muchos gobiernos municipales no ofrecen buenos servicios de recogida de basura, los vertederos son un desastre, y no instalan suficientes zafacones en las calles. Las ciudades se ven feas y falta higiene.

¡Pero ojo!, la gente también tira mucha basura dondequiera, los comercios privados no ponen zafacones en sus frentes, y muchos edificios no tienen tanques suficientes para la cantidad de basura que generan sus residentes.

En estos días de Semana Santa, en las playas y los ríos se acumula muchísima basura, que se quedará ahí hasta que la naturaleza la desintegre (lo que pueda), o generará contaminación por años y años.

Si la gente tirara menos basura y los comercios y edificios tuvieran suficientes zafacones, recogerla sería más fácil. Falta acción ciudadana.

La situación con los accidentes de tránsito es realmente alarmante.

El Gobierno no ejerce su fuerza, los policías y guardias están más interesados en las propinas que en el orden, y la gente maneja como quiera. El soborno siempre arregla.

Las dos causas principales de accidentes de tránsito son la embriaguez y la alta velocidad. Si el gobierno falla en establecer controles, la gente debería por motivación propia no manejar si toma alcohol ni violentar el límite de velocidad. ¡Es sentido común!, protección de vida hasta para el conductor. ¿No pueden los dominicanos entender eso?

En estos días de Semana Santa, las noticias principales en los medios serán sobre el número de accidentes de tránsito, los heridos y muertos.

¿Qué patología caracteriza a muchos hombres dominicanos que no pueden divertirse sin ingerir alcohol en grandes cantidades? Y peor, después de hacerlo manejan irresponsablemente, montan a sus familiares y amigos en sus vehículos, y causan accidentes que afectan también a otras personas.

La situación con los motores es escalofriante: hasta niños sin cascos llevan en la cola montados.

Para que la República Dominicana tenga mejor Gobierno, primero necesita tener mejor ciudadanía. Así logrará mayor capacidad para enfrentar los problemas, y mayor fuerza para presionar a los políticos que se resisten a mejorar.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/irresponsabilidad-repito/

 

Evaluación de los jueces por los políticos: una farsa abril 10, 2019

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 2:30 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 10 de abril de 2019 en el periódico HOY 

La recién concluida evaluación de los jueces a la Suprema Corte de Justicia (SCJ) por los políticos que conforman el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), ha evidenciado una vez más que el sistema adoptado constitucionalmente para reelegir o no a los jueces de las altas cortes tiene serias deficiencias.

¿Cuáles fueron los criterios específicos utilizados para evaluar los 10 jueces que se postularon para ser reelectos? ¿Hubo una escala de puntuación para determinar quiénes sacaron mejor calificación? ¿Cuál fue el criterio para decidir que se reeligiera un solo juez por cada sala de la SCJ? ¿Obtuvieron los reelectos mejor puntuación que los demás?

La ciudadanía no tiene respuestas para estas preguntas, y tampoco los miembros del CNM. Por tal razón, llamarle evaluación a ese proceso es incorrecto; y pretender que tal evaluación se realizó es una farsa. Que la Constitución lo disponga no reduce la farsa.

Los políticos no tienen capacidad para evaluar jueces. La Constitución les ha asignado una tarea que no pueden cumplir.

El oficio del político es evaluar situaciones y personas en función, fundamentalmente, del beneficio político que reportan. Una vez electos por la ciudadanía, se supone que los políticos adquieren el poder mágico de gobernar a favor de la ciudadanía. ¡Vaya maravilla! En la realidad, sin embargo, los políticos actúan principalmente en función de sus intereses.

Dado que el sistema está diseñado para que los políticos nombren los jueces de las altas cortes, hay países como Estados Unidos donde los jueces se eligen de por vida (con inamovilidad). Por ejemplo, los jueces de la Suprema Corte de Estados Unidos no pueden ser removidos de sus cargos, a menos que comentan una falta grave o que ellos renuncien por decisión propia. Esa inamovilidad les da independencia de los políticos una vez son nombrados.

Cuando en la República Dominicana se hicieron las reformas judiciales en la Constitución de 2010 se contempló establecer el sistema de inamovilidad para los jueces del Tribunal Constitucional y la Suprema Corte de Justicia, pero los políticos se echaron para atrás. Se estableció entonces que los jueces podían repostularse a sus cargos y serían evaluados por el CNM.

La experiencia dominicana reciente (y la anterior) demuestra que esas evaluaciones no existen. Se toman decisiones políticas en base a ciertos referentes profesionales.

En el caso del Tribunal Constitucional, donde tocaba renovar cuatro jueces el año pasado, se cambiaron todos. Fue una decisión política, no en base a una evaluación objetiva de desempeño en el cargo. Si los nombrados resultan ser mejores que los anteriores nunca lo sabremos, porque no conocemos los criterios utilizados.

En el caso de la recién finalizada elección de 12 jueces de la SCJ, para cuyos 10 de los puestos se presentaron nuevamente los que ocupaban esos cargos, la politización llegó a extremos indignos con la jueza Miriam Germán. Para sacarla se armó un expediente de difamación nunca visto en la historia política de la post transición de 1978.

No conocemos los criterios objetivos que utilizó el CNM para evaluar los 10 jueces que se postularon para repetir en la SCJ porque no los hubo. Primó como siempre el cálculo político.

Por tal motivo, sería más saludable para la democracia que los jueces de las altas cortes se eligieran por un período de tiempo específico (10 o 12 años) sin repostulación. Así no se someten a evaluaciones falsas por los políticos, y tal vez adquieren más independencia judicial para salir con honorabilidad.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/evaluacion-de-los-jueces-por-los-politicos-una-farsa/

 

PLD: ¿aupar a Leonel Fernández o a Danilo Medina? abril 3, 2019

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 9:59 am

Rosario Espinal

Artículo publicado el mièrcoles 3 de abril de 2019 en el periódico HOY 

Ya entró abril, el reloj avanza y los plazos electorales se acortan. Tal cual ocurrió en el 2015, el comité político y el comité central votarán. Cuando eso ocurra, no habrá prácticamente tiempo para lanzar terceras candidaturas. El PLD escogerá entre Leonel Fernández y Danilo Medina. Uno tiene derecho constitucional y el otro no. Si hay que modificar la Constitución, el plazo es aún más corto para las definiciones.

En sentido general, esta disyuntiva muestra que el PLD sufre de “caudillitis”, enfermedad que ha plagado históricamente los partidos políticos dominicanos. Fernández y Medina han cambiado la Constitución para rehabilitarse electoralmente; uno en el 2010 para poder competir en el 2016, y el otro en el 2015 para volver en el 2016.

Durante todos estos años, la estructura del PLD ha quedado anquilosada. Reelección tras reelección en el partido y en el Gobierno. El pugilato se mantiene igual para el 2020.

De partido de cuadros que fue, el PLD pasó a ser una maquinaria electoral efectiva, pero no se democratizó en su estructura organizativa. Al salir de la presidencia en el 2012, la principal tarea de Leonel Fernández como presidente del partido, debió haber sido dedicarse a lograr ese objetivo y no lo hizo.

Ahora las dos figuras máximas del PLD se encuentran atrincheradas. ¿Qué pueden pactar? ¿Qué uno ceda al otro la candidatura presidencial? Porque nadie más tiene la fuerza para competir de igual a igual. Los demás solo pueden aspirar a ser ungidos por uno de ellos, o por los dos en el mejor de los casos.

La atención nacional está centrada en dos asuntos. Primero, si Danilo Medina dejará el paso libre a la candidatura presidencial de Leonel Fernández, o si impulsará un proyecto reeleccionista con el aval de la mayoría del comité político, del comité central y de los legisladores en la Asamblea Nacional. Segundo, qué hará Leonel Fernández si no resulta ser el escogido.

El escenario político es difícil para ambos. Si va por un proyecto de reelección, Medina carece de argumentos sólidos para justificarlo. La reforma constitucional de 2015 fue su hechura, aunque se argumente ahora que limita sus derechos ciudadanos. Además, en esa reforma se estableció una repostulación y nunca más. Entonces, ¿qué tipo de sistema de respostulación se establecería si se hace una nueva reforma? ¿O sería sólo eliminar el transitorio para habilitar a Medina por un período?

Para Leonel Fernández la disyuntiva se centra en qué hacer si vence la respostulación de Medina. ¿Aceptar la derrota, tal cual hizo en el 2015, o salirse del PLD y que lo postule una coalición de partidos pequeños?

Aunque muchos partidos minoritarios sueñan con ser grandes, pocos lo logran. Varios estarían en la mejor disposición de llevar la candidatura de Fernández y así crecer; pero por sí solo, su candidatura no lograría congregar tantos votos. La estructura del PLD es esencial para su triunfo. A la hora de la verdad, la inmensa mayoría de los peledeístas no abandonará camino real por vereda. Muchísimos son empleados públicos o funcionarios electos y apostar a un partido grande será la prioridad.

En las próximas semanas sabremos qué ocurre, y cuando el PLD decida sobre su candidatura presidencial, comenzará a definirse mejor el panorama de todas las candidaturas presidenciales para el 2020.

Los máximos organismos de dirección del PLD enfrentan pues una de las mayores decisiones en su historia: si aupar a Leonel Fernández o a Danilo Medina.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/pld-aupar-a-leonel-fernandez-o-a-danilo-medina/