Ventanas en el Espacio

VENTANAS EN EL ESPACIO

Paradoja electoral dominicana, ¡otra vez! octubre 30, 2019

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 11:34 am

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 30 de octubre de 2019 en el periódico HOY 

En casi todas las elecciones dominicanas los perdedores declaran que hubo un fraude. No soy experta en equipos electrónicos ni en conteo de boletas, así que mi objetivo no es argumentar si hubo o no fraude en las primarias. El propósito es señalar una paradoja: a pesar de todas las denuncias de fraude que se han hecho desde 1978 hasta la fecha, la mayoría de los dominicanos continúa votando.

El alto nivel de participación electoral en la República Dominicana se muestra con estos datos. En las elecciones presidenciales del año 2000 votó el 76% de los inscritos en el padrón electoral, en el 2004 el 73%, en el 2008 el 72%, en el 2012 el 71% y en el 2016 el 70%. El voto efectivo es aún mayor porque una proporción importante de dominicanos en el padrón no vive en el lugar donde están inscritos. Por ejemplo, muchos dominicanos fuera del país no se han inscrito en el padrón del exterior.

Debido a que en casi todas las elecciones alguien denuncia fraude, y, muchos dominicanos piensan que hay fraude, sorprende pues la alta participación electoral. Lo esperable sería que, si un amplio segmento de la población no confía en las elecciones, no vote.

En estos días el país está pasando por otro episodio de fuertes denuncias de fraude electoral; sin embargo, me atrevo a decir que, en las elecciones de 2020, votará mucha gente, independientemente de que hubiera fraude o no, e independientemente de las denuncias que se hacen.

¿Qué explica esto?

Si se pregunta a la gente porqué tantos votan a pesar de las constantes denuncias de fraude, es probable que de manera inmediata respondan: porque los dominicanos son estúpidos.

Como no soy partidaria de explicar los fenómenos sociales a partir de la estupidez, presento aquí otras posibles explicaciones.

Mi argumento es que para los dominicanos las elecciones son muy importantes por razones históricas e instrumentales.

En el post-trujillismo, la República Dominicana fue un país altamente politizado en torno al tema electoral. En septiembre de 1963 se derrocó a Juan Bosch, primer presidente electo democráticamente, con pocos meses en el poder. De 1966 a 1978 se impuso un régimen semi dictatorial de represión y fraudes electorales, y se afianzaron las ansias por elecciones libres.

A partir de 1978, los partidos pudieron competir electoralmente, aunque en casi todos los procesos electorales se produjeran denuncias de fraude de un tipo u otro. La presencia de tres caudillos de gran arraigo (Balaguer, Bosch y Peña Gómez) dio dinamismo a la política electoral, y las elecciones se constituyeron en una nueva forma de librar las luchas políticas.

Entrada la década de 1980, pero, sobre todo, en la década de 1990, las rivalidades políticas fueron reemplazadas por intereses clientelares (instrumentales), y eso se constituyó en otro factor de atracción electoral: para mantener beneficios los que están en el poder, y para obtenerlos los que están fuera.

Al pasar los años con repeticiones de denuncias de fraudes electorales, muchos dominicanos parecen haber internalizado la idea de que el que pierde denuncia, no por ideales ni razones transformadoras, sino por los beneficios que no obtendrá.

Durante todos estos años de denuncias de fraude, la población dominicana se acostumbró a votar, e incluso a ser parte activa del espectáculo electoral que montan los políticos en las elecciones.

Pero hay más, los mismos políticos que denuncian fraude cuando pierden, acuden decididamente a la próxima contienda asegurando que ganarán. ¿Sufren de amnesia?

¡Vaya paradoja!

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/paradoja-electoral-dominicana-otra-vez/

 

Se dividió el PLD: ¡qué bueno! octubre 23, 2019

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 11:26 am

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 23 de octubre de 2019 en el periódico HOY 

Mucho había durado unido. El caudillismo es un mal que aqueja la política dominicana desde siempre, y tarde o temprano quiebra las organizaciones.

A las elecciones de 2020 no debía presentarse ni Leonel Fernández (tres veces presidente) ni Danilo Medina (dos veces presidente).

Danilo tiene un impedimento constitucional y Leonel no. Pero el asunto no es de habilitación sino de alternabilidad. Hay otros políticos con legítimas aspiraciones presidenciales y nadie es predestinado para querer volver y volver. Si quisiéramos gobernantes vitalicios tendríamos monarquía o dictadura.

Por varios años escuché decir que un partido en el poder no se dividía, y siempre dije: no es cierto. El PRI de México se dividió en el poder y el PLD lo acaba de hacer.

Leonel Fernández ha identificado el fraude electoral como la razón principal de su salida, pero el problema viene de lejos. Desde fines de la década de 1990 fue desarrollando un liderazgo personalista en el que no cabía relevo. La entrega de la candidatura a Danilo Medina en el 2012 la vio coyuntural. Y como presidente del PLD por muchos años, Leonel desaprovechó cada ocasión para ayudar a forjar nuevos liderazgos; ni siquiera el de su esposa, aunque ahora quizás la utilice si no logra inscribir su candidatura presidencial.

El ungido ha sido él: por Bosch, por Balaguer y el PLD. En elecciones pasadas en las que compitió, nunca debatió con un candidato opositor porque, supuestamente, no sabían conceptualizar. ¿Lo recuerdan?

Su objetivo central desde que salió de la presidencia en el 2012 ha sido volver. En ese intento le han acompañado los sectores más retrógrados de la política dominicana: los más xenófobos, los anti derechos de las mujeres, los anti derechos LGBT, etc., que se aglutinan en partidos minúsculos.

Leonel asumió que, si se oponía a otra reforma constitucional para habilitar a Danilo, la candidatura del 2020 iría automáticamente a él. Un error de cálculo. Apareció el delfín. También dijo que con esos precandidatos del PLD no había que hacer primarias porque él ganaba de calle. Otro error. La encuesta Mark Penn dio un empate técnico varios días antes de las primarias.

La división del PLD es positiva porque abre las compuertas para una restructuración de las fuerzas partidarias, aunque todas, en este momento, son lamentablemente parecidas en contenido.

Una vez más en la historia dominicana, el sistema político está dominado por las fuerzas conservadoras, desde los partidos grandes hasta los más pequeños. Por eso no hay rendijas de cambio social. Imagine: el Metro de Santo Domingo que se construyó en la época de Leonel llama a dos estaciones próximas Joaquín Balaguer y Amín Abel Hasbún. Un irrespeto al asesinado y a la memoria histórica.

Leonel Fernández llama La Fuerza del Pueblo a lo que será un ensamblaje de grupos ultraconservadores conformado por extrujillistas, exbalagueristas y fanáticos religiosos, entre otros.

Recordemos, desde 1990, el PLD se hizo cómplice de los desmanes conservadores de manos de Balaguer, y en 1996 fue instrumento del conservadurismo racista para bloquear el triunfo de José F. Peña Gómez por ser negro y de origen haitiano.

No sabemos qué sucederá con el PLD en los próximos meses. Podría ir de mal en peor o reposicionarse. Pero sin duda, la del 2020 será una contienda electoral feroz.

Quizás la división sacuda al PLD para que salga de su zona de confort y mejore su ejecución gubernamental. Y quizás el PRM entienda que los votos de oposición no irán automáticamente a su casilla; tiene que trabajar duro para ganarlos.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/se-dividio-el-pld-que-bueno/

 

¡Revolución! octubre 16, 2019

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 12:55 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 16 de octubre de 2019 en el periódico HOY

Desde hace varios años, muchas personas me expresan su deseo de que el sistema de partidos (o como llaman, la partidocracia) implosione, colapse, y que de las cenizas salga algo nuevo.

Cuando escucho ese tipo de comentario concluyo que, quienes así se expresan no saben el costo del colapso de un sistema de partidos. Y por costo no me refiero solo al institucional, sino también al económico. Persistentes en su afán, dicen que el país no puede estar peor; por ende, abajo todo.

En los últimos 20 años, de hecho, el sistema de partidos dominicano ha ido lentamente implosionando. Primero se produjeron las divisiones del PRSC hasta que se evaporó su masa votante a partir de las elecciones de 2004. El PRSC de hoy es una insignia partidaria con un grupito de políticos diestros en beneficiarse del Estado.

Luego se dividió el PRD y la parte con la insignia se alió al gobierno de Danilo Medina para derivar beneficios y no esfumarse. El PRM heredó una parte importante de los votantes perredeístas en las elecciones de 2016, y desde entonces tiene el desafío de crecer por cuenta propia.

Para alcanzar ese objetivo, el PRM enfrenta varias dificultades: 1) no ha presentado aún al país una propuesta que lo diferencie del PLD: hay que encantar a los desencantados que no abrazarán algo si no les convence; 2) como resultado de lo anterior, no han emitido aún mensajes claves de campaña: no es suficiente decir que se vaya el PLD o el cambio va; y 3) no tienen todavía un roster de mensajeros eficaces para impulsar la agenda.

Sin resolver esos tres asuntos, al PRM le ha resultado difícil crecer, aún en un contexto ideal para hacerlo por la fuerte confrontación en el PLD.

El conflicto entre Leonel y Danilo, con resultados tan apretados en las primarias y las denuncias de fraude del leonelismo, seguirá vivo, se dividan o no.

Dado que es la primera grieta importante en el partido gobernante, y que en el entorno leonelista se aglutina un conjunto de partidos pequeños de ultraderecha con necesidad de encontrar finalmente un candidato propio que genere votos, Leonel está bajo presión.

Es decir, fuera del debate jurídico de si la ley le permite o no postularse por otro partido, Leonel tiene que dar respuesta a sus animadores externos al PLD. Esos partidos minoritarios de ultraderecha necesitan un candidato presidencial antes de terminar octubre y apostaron a Leonel. Si se va con ellos, surgiría entonces una tercera fuerza electoral que drenaría votantes al PLD.

También se especula de David Collado: si formará tienda aparte con algún partido pequeño. De suceder, drenaría votos al PRM.

Si todo esto ocurriera, aún no lo sabemos, habría cuatro candidaturas dividiéndose el pastel electoral, y los partidos pequeños estarían prácticamente todos forjando alianzas con ellos.

Desde el 2004, el sistema de partidos dominicano ha estado operando con un partido dominante, por lo cual, un clivaje en el PLD tendría implicaciones para todo el sistema.

¡Pero ojo! Las opciones que se barajan no traen nada nuevo al escenario político nacional. El sistema de partidos dominicano se ha derechizado entero y solo se ven figuras de varios costados intentando competir para llegar al poder.

La novedad esta semana es la revolución que desempolvaría Leonel. Pero la revolución no necesita elecciones; necesita armas y gente dispuesta a inmolarse. ¿Pelearán los ex trujillistas y ex balagueristas que vociferan hoy? ¿Pelearán los nuevos ricos del PLD que quieren volver? Siéntese a esperar.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/revolucion-3/

 

Siete errores de Leonel Fernández (2010-2019) octubre 9, 2019

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 9:03 am

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 9 de octubre de 2019 en el periódico HOY 

En 1996, Leonel Fernández, joven político que no había sido ni siquiera regidor, llegó a la presidencia con el apoyo de Juan Bosch, Joaquín Balaguer y un PLD unificado. La Constitución de 1994 prohibía la repostulación inmediata, precisamente para que Balaguer no se postulara en 1996, y, por esa misma razón, Leonel no pudo hacerlo en el 2000. Lo hizo Danilo Medina sin el apoyo de Balaguer y perdió.

En el 2004, Leonel ganó las elecciones en medio de una crisis económica al final del gobierno de Hipólito Mejía, y el clamor popular era: e’pa’fuera que van. Leonel ganó con un PLD unificado.

Para las elecciones de 2008, Leonel podía repostularse por el cambio constitucional que impulsó Hipólito en el 2002, estableciendo la repostulación inmediata. Danilo, sin apoyo suficiente, desafió a Leonel en las primarias de 2007 y perdió. Dijo que le venció el Estado.

En el 2010, agotando su tercer período presidencial, Leonel motivó un cambio constitucional para establecer nuevamente la respostulación no consecutiva, y así habilitarse para el 2016. Entregó el poder en el 2012, aunque sus senadores llevaron firmas en carretillas al Estadio Olímpico en el 2011 pidiendo que siguiera el líder.

Después de este brevísimo recuento, ¿cuáles son los siete errores que ha cometido Leonel Fernández de 2010 a 2019 desde el punto de vista del costo político?

Primer error. Entre 2010 y 2012, Leonel se desgastó rechazando la demanda del movimiento por el 4% del PIB a la educación. Nunca lo asignó en sus presupuestos. Su nivel de aprobación comenzó a declinar justo en el 2010, agravado por los escándalos de corrupción que aumentaban.

Segundo error. Los gastos excesivos de campaña en el 2012 llevaron a un gran déficit fiscal y un aumento de impuestos a fines de 2012, que se atribuyeron a la gestión de Leonel. Las protestas de jóvenes frente a FUNGLODE se convirtieron en símbolo del rechazo a su gobierno.

Tercer error. Cuando un presidente llega al poder, el anterior tiene que quitarse del medio porque no hay lugar para dos. Leonel se quedó como presidente del partido, y siempre aspirando a una repostulación para el 2016.

Cuarto error. Temprano en su gestión, Danilo ganó puntos con lo que Leonel no hizo: asignar el 4% del PIB a la educación, junto a otras medidas como la renegociación del contrato con la Barrick Gold. Eso se tradujo en un alto nivel de aprobación, y, con una mayoría de la población en apoyo a la reelección de Danilo para el 2016, Leonel se convirtió en el opositor. Desde ahí, el PLD lleva internamente una división.

Quinto error. Con Danilo imposibilitado para repostularse por tercera vez consecutiva en el 2020, Leonel debió ser el abanderado de la “sangre nueva”. Tenía de su lado la candidatura mejor valorada para ser el relevo: Margarita Cedeño. ¡Pero no! El machismo venció; Leonel no le dio su apoyo. Así perdió la oportunidad de pactar una candidatura presidencial nueva con Danilo.

Sexto error. Desde 1996, pero, sobre todo, después de 2012, Leonel ha encontrado cobija entre los grupos ultraconservadores que han constituido el principal frente opositor al gobierno de Danilo. Eso ha dificultado mucho el acercamiento entre ellos, a pesar de su larga historia partidaria juntos.

Séptimo error. Leonel siempre fue a elecciones con el apoyo sólido del PLD. En estas primarias de 2019 era arriesgado lanzarse solo con el apoyo de su facción.

Ahora queda el algoritmo.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/siete-errores-de-leonel-fernandez-2010-2019/

 

PLD: la hora cero octubre 2, 2019

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 3:18 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 2 de octubre de 2019 en el periódico HOY 

El domingo serán las primarias. Evento novedoso porque es la primera vez que se realizan primarias abiertas en el país; las utilizará solo el PLD. Toda persona registrada en el padrón electoral que no vaya a votar en las primarias o convenciones de otro partido tiene la opción de votar en las del PLD.

Veamos primero el panorama numérico. En el padrón electoral dominicano hay cerca de 7.5 millones de electores. Si el PRM tiene alrededor de 1.3 millones de inscritos en su padrón, y los demás partidos quizás sumen alrededor de 200 mil inscritos, unos 6 millones de electores podrían estar dispuestos a votar en las primarias del PLD (esto es asumiendo que los militantes de otros partidos no irán a las primarias del PLD).

Pero de esos hipotéticos 6 millones, ¿cuántos realmente irán a votar a las primarias del PLD? Para responder esta pregunta no hay indicador confiable porque no hay registro histórico de participación en primarias abiertas en este país. Esto dificulta también proyectar los resultados de encuestas; aunque, para proteger sus estimaciones, las encuestadoras solo entrevisten a quienes dicen tener intención de votar. Pero ojo: entre quienes dicen tener intención de votar y quienes votan hay una diferencia.

La experiencia de otros países indica que a lo sumo alrededor de un 30% de los electores acude a las primarias no obligatorias. Como a los dominicanos les gusta mucho votar, quizás por ahí ande la participación.

En este contexto, las encuestas bien hechas pueden mostrar a lo sumo una tendencia en las preferencias, y, mientras más grande sea la brecha entre los precandidatos principales, más indicativa será la encuesta de lo que sucederá en las primarias.

Hasta el día de hoy, con la diversidad ilógica de resultados de encuestas, y el sesgo de los votantes reales, no se puede proyectar con precisión los posibles ganadores.

El panorama político es, sin duda, de riesgos porque el PLD, partido principal, llega a las primarias con una profunda confrontación.

Por primera vez, Leonel Fernández aspira a ser candidato presidencial sin el apoyo mayoritario de la estructura del PLD. No cuenta con el apoyo de la mayoría del comité político ni del comité central, ni de los legisladores ni los alcaldes. Sin embargo, cuenta con el apoyo de partidos minoritarios que desde el año 2013 representan el principal foco de oposición al gobierno de Danilo Medina. Por estas razones es una carrera arriesgada.

El danilismo, después de pasar un tiempo esperando la postulación de Danilo Medina, tuvo que cambiar de estrategia y elegir al vapor a Gonzalo Castillo, que nunca había sido aspirante presidencial. Detrás quedaron los demás aspirantes, y el golpe ha sido particularmente duro para Reinaldo Pared Pérez, que, al ser secretario general del PLD pensó ser el heredero de la candidatura presidencial. Heridas hay y algunas siguen al rojo vivo, pero no hay tiempo para curarlas ahora. El danilismo va como caña pal´ingenio empujando a Gonzalo.

Gane quien gane las primarias, al PLD le esperan días difíciles.

Si gana Leonel Fernández, será una inmensa derrota para el danilismo y habrá que esperar varios meses para estimar cuánto apoyo dará el gobierno a su candidatura. La suposición es que lo apoyen bajo el lema de que es mejor estar arriba con presión que fuera con depresión. Pero el acomodamiento de fuerzas es complejo.

Si gana Gonzalo Castillo, el futuro político de Leonel Fernández en el PLD o fuera del PLD se torna extremadamente incierto.

Así pues, se aproxima la hora cero.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/pld-la-hora-cero/