Ventanas en el Espacio

VENTANAS EN EL ESPACIO

¡Ay, las vacas gordas! agosto 30, 2017

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 9:15 am

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 30 de agosto de 2017 en el periódico HOY 

Los gobiernos de este país, y la misma Sociedad, han vivido con frecuencia de espaldas a la realidad. Las autoridades políticas y económicas repiten que la República Dominicana es el país de mayor crecimiento en la región, o se encuentra entre los que más crece; y no es asunto de un año o varios, es de décadas y décadas.

Sorprende pues que haya tanta miseria, que tanta gente no reciba electricidad constante en su casa, que el agua escasee con frecuencia, que en muchos barrios y poblados la gente se abastezca con llavecitas colectivas o tanqueros, que los centros de salud de atención primaria no existan u ofrezcan precarios servicios, y que la educación no prepare bien los estudiantes.

La lista de problemas es larga, pero todo se encubre con que la economía dominicana exhibe una alta tasa de crecimiento; que es el milagro de la región, y hasta del mundo.

Este crecimiento económico de décadas se ha acompañado de un endeudamiento público (externo e interno). De ahí que, la economía dominicana, aunque no resuelve el problema del desempleo ni de la desigualdad, se ha hecho adicta a mucho crecimiento, mucho circulante y muchos préstamos.

La estabilidad política del país ha favorecido, paradójicamente, ese modelo económico. A los inversionistas internacionales, del campo financiero y no financiero, les encanta los países donde hay estabilidad política. Eso no quiere decir democracia; solo que el Gobierno se mantenga estable, con capacidad de controlar las presiones sociales, y con capacidad de tomar decisiones a favor de las inversiones.

Las compañías calificadoras de riesgo emiten sus evaluaciones determinando cuánto riesgo presenta un país para esos inversionistas. Pues bien, a la República Dominicana le ha ido bien con esas calificaciones; de ahí el flujo de inversiones extranjeras y las facilidades de préstamos.

Pero las vacas gordas no son eternas. Eventualmente llegan situaciones de decrecimiento económico, y en esos momentos, la economía no genera suficiente certeza para garantizar a los inversionistas y prestamistas una tasa de retorno segura.

Los países con previsión acumulan recursos cuando la economía crece (en la época de vacas gordas), para amortiguar los efectos negativos cuando el crecimiento disminuye (en la época de vacas flacas).

En la República Dominicana, en vez de actuar con previsión, el Gobierno se vanagloria del alto nivel de crecimiento, pero en vez de ser eficiente y ahorrar para los malos tiempos, se endeuda paralelamente. Este modelo es una bomba de tiempo, porque no hay economía que pueda por siempre crecer y endeudarse simultáneamente sin que nunca se rompa el ciclo de aparente bonanza.

Sabemos bien que el Estado tiene que hacer inversiones para enfrentar los problemas del país. Sabemos bien que hay, como se dice, una gran deuda social con el pueblo dominicano.

Esa deuda social viene, en parte, de administrar ineficientemente los recursos públicos. La corrupción, tema ahora tan debatido, es una de las principales causas de la ineficiencia gubernamental y la desigualdad social.

Si el Gobierno no desmonta el Estado corrupto que ha existido en este país desde siempre, no será posible avanzar en la solución de los problemas sociales, porque ningún Estado puede mantener por mucho tiempo la corrupción, el clientelismo y el asistencialismo, simultáneamente, sin que colapse el sistema.

No hay dinero para tantos gastos, aunque aumenten las recaudaciones entre los que más evaden el pago de impuestos. Que son muchos.

Para enfrentar el Estado corrupto se necesita agallas, y, sobre todo, un real compromiso con el bienestar del pueblo. De eso siempre ha habido un déficit en este país.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/ay-las-vacas-gordas/

 

Eliminen el Senado, 20 provincias, 100 alcaldías y 10 ministerios agosto 23, 2017

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 1:06 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 23 de agosto de 2017 en el periódico HOY

¡Ya sé! No lo van a hacer. Lo digo de todas formas. Esto no le interesa a la “clase política”, viven de la ciudadanía. Todos quieren estar arriba, cortesía del Estado santicló.

No se hará porque aparecerán mil voces que justificarán las instituciones innecesarias y los empleos aún más innecesarios. Defenderán el Senado (institución inútil en este país), elogiarán la descentralización municipal como una gran conquista democrática (pero ojo: es más clientelismo), justificarán todos los ministerios.

En esta islita del Caribe, o tres cuartos, o media isla, como usted prefiera, hay demasiados políticos-funcionarios, y lo peor, mucha gente acostumbrada a vivir de la politiquería.

Es un país donde no se puede organizar el caos del tránsito, ni recoger bien la basura, ni tener buenos vertederos, ni tapar los hoyos de las calzadas. Asuntos básicos.

Es un país con túneles y elevados, Metro y helipuertos, torres iluminadas; y también, lleno de pobres con salarios de miseria que se roban la luz y el agua (cuando llega), hospitales sin nada.

Los que pagan impuestos, o se los deducen de sus salarios, deberían sentirse indignados de ver cómo su dinero se utiliza para mantener tantos vagos en eterna diversión. La última novedad: los diputados del PRD que perdieron en las elecciones el 2016 fueron premiados con un nombramiento de asesores en la cancillería. ¿Cuál es su mérito? ¿Ser políticos? A ciento cincuenta mil pesos por cabeza.

¿Y qué decir de todos los pensionados VIP de este país, con cantidades exorbitantes, por haber trabajado unos añitos como jefes en alguna entidad pública?

El Senado es una inutilidad que cuesta una millonada. ¿Su función? Llenar las arcas de los senadores, todos aspirantes a vitalicios en el cargo. En todos los países de la región centroamericana hay una sola cámara legislativa. La razón: no son repúblicas federales, tampoco lo es este país, chiquito con cuchumil provincias.

La mitad, por lo menos, de las 31 provincias no producen mucho, ni tienen mucha población, ni mayor significación. Viven sumidas en la pobreza. Aumentar el número de provincias tuvo un solo objetivo: tener más cargos disponibles para los dirigentes y activistas políticos. Unas 10 provincias serían más que suficiente para un país de 48 mil kilómetros cuadrados.

Hay 158 municipios, la mayoría innecesarios, deficientes y precarios. Hay ciudades en el mundo con una población cercana al total de este país, Nueva York, por ejemplo, con un solo alcalde. Todos estos municipios dominicanos se han creado para generar más puestos electivos y administrativos para dirigentes y activistas políticos, para llenarlos con nominillas de los partidos.

En el Gobierno Central hay 23 ministerios. ¡Otra barbaridad! Varios de ellos agotan gran parte de su presupuesto en pago de nómina, O sea, no queda mucho dinero para impulsar programas a favor del pueblo. Como en las demás instancias gubernamentales, los ministerios están llenos de dirigentes, activistas y militantes de los partidos políticos en el poder, y hasta de los partidos en la oposición; porque el reparto es grande, gigante.

En fin, un país pequeño como este podría perfectamente administrarse con mucho menos personal en todas las instancias gubernamentales, y claro, con menos recursos. Pero se hace lo contrario, se agregan y agregan dependencias, y las demandas para emplear más gente es inagotable, y las demandas de pensiones, aún de personas que nunca han laborado en el Estado, son incalculables.

Muy pronto el Estado Dominicano se tragará la sociedad, y ambos naufragarán. Mientras tanto, ¡que siga la fiesta! Ay ombe.

Enlace al periódico HOY: https://www.facebook.com/rosario.espinal.7

 

La indignación de la clase media y el PLD agosto 16, 2017

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 11:01 am

Rosario Espinal

Articulo publicado el miércoles 16 de agosto de 2017 en el periódico HOY 

Para entender la política dominicana del último año, hay que comprender el origen de la indignación de la clase media.

De entrada, vale aclarar que la clase media es un conglomerado social diverso en cualquier país del mundo, y cada vez, hay más personas que se atribuyen el estatus de clase media.

En la República Dominicana se pueden distinguir, a modo general, tres grupos que componen la clase media.

Uno incluye las personas de ingresos medios y altos que dependen fundamentalmente de la economía privada para su bienestar. Se han limitado históricamente a votar.

Un segundo grupo está compuesto por personas de ingresos medios y altos que dependen del Estado en empleos o contratos. Es una clase media partidaria porque su sustento depende de lazos clientelares que aseguran un beneficio del Gobierno de turno. Estos se adhieren a los partidos en el poder con una politización de acomodamiento, excepto cuando el partido benefactor está en la oposición.

El tercer grupo lo constituye la clase media baja, que se vincula al Estado a través de distintas formas clientelares (empleos de bajos salarios, asistencia social), pero que, en general, agota su existencia en obtener su sustento básico mediante una combinación de estrategias de ingresos directos e indirectos.

Después de la crisis económica de 2003-2004, segmentos importantes de las capas medias apoyaron el PLD a cambio de estabilidad económica, y entusiasmadas por la modernidad prometida por Leonel Fernández.

Al comenzar la presidencia de Danilo Medina, esta clase media renovó el apoyo al PLD ante el nuevo estilo de gobernar de Medina, más enfocado en la ejecutoria directa del presidente. Eso explica, en parte, el alto nivel de aprobación que recibió durante su primer período.

Pero, desde el 2012, el énfasis del Gobierno ha sido en la política social que beneficia, sobre todo, a los sectores pobres y a la clase media baja. Eso incluye el 4% del PIB a la educación con la tanda extendida, la expansión de los programas solidaridad y del seguro de salud SeNaSa, y los programas de vivienda pública como la Nueva Barquita, entre otros.

Si tomamos el programa social más grande, el 4% del PIB a la educación, aunque ha beneficiado maestros, proveedores y constructores de escuelas de clase media, los grandes beneficiarios de los servicios educativos son los pobres y la clase media baja. La clase media y media alta no envía sus hijos a escuelas públicas.

Ante el aumento de la delincuencia y las deficiencias de las alcaldías en ofrecer servicios públicos adecuados, la clase media y media alta se siente desprotegidas del Estado, y eso genera resentimiento. Ven a los de abajo como los beneficiarios de los servicios sociales, se roban la luz, no pagan el agua, etc., mientras la clase media de mayores ingresos tiene que subsidiar el Estado a través del pago de impuestos.

En este contexto surgió el escándalo de corrupción de Odebrecht, y fue la gota que rebozó el vaso. La clase media salió por primera vez a las calles a protestar en la Marcha Verde porque se siente abusada y no ve beneficios en su absoluta pasividad política.

Identifica ahora el origen de sus males en la corrupción indignante de los políticos gobernantes.

De ser administrador de la estabilidad económica, el PLD ha pasado a ser el símbolo del enriquecimiento ilícito para esa clase media y media alta que, con justa razón, desea mejores servicios públicos (que no llegan), mientras los funcionarios peledeísta se tornan cada vez más ricos y vitalicios.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/la-indignacion-de-la-clase-media-y-el-pld/#.WZREgUYISq0.facebook

 

¿Son aguiluchos los liceístas? No a las primarias simultáneas con padrón abierto agosto 9, 2017

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 10:52 am

Rosario Espinal

Articulo publicado el miércoles 9 de agosto de 2017 en el periódico HOY 

Imaginen que toda la ciudadanía dominicana fuera convocada para elegir los jugadores que conformarán el roster de peloteros de todos los equipos del beisbol profesional de este año. O sea que, los liceístas puedan votar para seleccionar los peloteros de las Águilas, y así sucesivamente. ¿Tendría sentido? No.

Pues bien, lo que se quiere hacer con primarias simultáneas, con el padrón abierto de votantes de la Junta Central Electoral, es que toda la ciudadanía pueda votar para elegir los candidatos de todos los partidos, incluso de aquellos partidos que no son de su simpatía. ¿Tiene sentido? No.

A diferencia de los equipos de beisbol, donde las directivas y los managers deciden quiénes serán los jugadores, en las democracias se ha convenido que los partidos establezcan un mecanismo de primarias para que las cúpulas partidarias no decidan todo lo relativo a las nominaciones de candidatos. Eso está muy bien.

Pero obligar todos los partidos a que sus candidatos sean electos por personas que no están inscritos como miembros, me parece inadecuado.

Los partidos necesitan estructuración interna, necesitan un mínimo de coherencia ideológica. Y aunque no tengan ninguna ahora mismo, hacia eso deben moverse, no alejarse. La ley debe ayudar, no desayudar.

Un padrón partidario no es sinónimo de votantes de un partido. Un partido puede tener un padrón pequeño o grande. Pero solo las personas que se sienten directamente vinculadas deben participar en la selección de los candidatos de ese partido. No quienes pertenecen a otro partido o no pertenecen a ninguno.

El problema de la falta de democracia en los partidos, o de la compra de votos, no se resuelve porque las primarias sean el mismo día con padrón abierto.

La falta de democracia en los partidos se resolverá cuando las cúpulas partidarias entiendan que para sobrevivir en el largo plazo necesitan institucionalizar sus organizaciones. Cuando se acabe el caudillismo, el clientelismo y la corrupción.

En la República Dominicana, cada partido debe hacer su padrón. Cada partido debe realizar sus primarias el día que escoja dentro de un tiempo que especifique la Ley Electoral. Cada partido debe tener reglamentos claros que pauten cómo se eligen sus candidatos.

El pueblo no puede ni debe ser guardián de los partidos políticos, aunque pasa factura a los partidos en las elecciones; ¡y qué bien!

Los partidos tienen que trabajar duro para tener miembros y votantes. Tener miembros es una tarea fundamentalmente interna. Tener votantes es una tarea fundamentalmente externa. Hay conexión entre ambas, pero no son iguales.

La batahola en el Congreso con la Ley de Partidos debe terminar. Uno de los puntos de tensión es el de las primarias. Y repito, no es aconsejable establecer primarias simultaneas con padrón abierto. ¡No!

Imaginen, cada partido tendría que elegir unos 4,100 candidatos. Si por ejemplo hay seis partidos compitiendo con candidaturas propias, habría que elegir simultáneamente unos 24,600 candidatos, y tendría que haber por lo menos dos contendientes para cada posición en cada partido, o sea, 24,600 x 2=49,200. Pero casi seguro habrá más de dos contendientes por puesto de nominación en los partidos. Una locura si se hace el mismo día con padrón abierto.

Y si se separan las elecciones, como está pautado hacer en el 2020, habría menos candidatos por torneo, pero más procesos electorales. Otra locura.

Las elecciones son esenciales en una democracia liberal, pero el electoralismo no es sinónimo de democracia.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/son-aguiluchos-los-liceistas-no-a-las-primarias-simultaneas-con-padron-abierto/

 

Dos errores del obispo Masalles agosto 2, 2017

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 9:14 am

Rosario Espinal

 Artículo publicado el miércoles 2 de agosto de 2017 en el periódico HOY

Las personas de las comunidades LGBT están acostumbradas a ser objeto de burlas, críticas y maldiciones en cualquier país del mundo. Este rechazo tiene una fuerte raíz religiosa, porque, a pesar de proclamar que Dios es amor, las religiones, todas, creen ser fuente de la verdad absoluta, y muchas coinciden en que los homosexuales, lesbianas, transexuales y transgéneros son anormales, pecaminosos, y le vaticinan la llegada al infierno.

Estos prejuicios han cambiado un poco, en unos países más que en otros, pero en los países de bajo nivel educativo como la República Dominicana, mucha gente sigue aferrada a creencias tradicionales que se fundamentan en la discriminación social, y, por ende, en la negación de derechos. No por casualidad las religiones son una de las causas principales de conflictos y guerras, sobre todo, en las etapas del subdesarrollo, como ilustra hoy de manera aterradora el fundamentalismo islámico.

En la República Dominicana ha sido común que la Iglesia Católica emita opiniones políticas en sus cartas pastorales y por otros medios. A eso se han sumado las entidades que representan las diferentes iglesias evangélicas.

Es discutible si las religiones tienen derecho o no a intervenir en la política. Muchos líderes religiosos consideran que les compete; otra corriente de opinión es que, en estados no confesionales, la misión de las religiones es en el campo de la espiritualidad y social, no político.

Las democracias occidentales han luchado siempre con este conflicto porque, dado el carácter dogmático de las religiones, quien no está de acuerdo con sus doctrinas básicas se considera pecaminoso, y, por tanto, las religiones buscan las condenas civiles de los declarados pecadores.

Como las democracias buscan la protección de derechos y las religiones buscan dictaminar la naturaleza absolutista del bien y el mal, ambos sistemas de pensamiento chocan ante temas cruciales del mundo de hoy, como el derecho de los miembros de las comunidades LGBT a tener derechos.

El mensaje del obispo Víctor Masalles criticando al político Luis Abinader por haberse fotografiado con la transgénero Mía Cepeda presenta dos problemas.

Primero, el blanco de ataque es Luis Abinader, un político que cumple con todos los requisitos para ejercer su función de político, y es uno de los principales líderes del principal partido de oposición.

Si al obispo Masalles no le gustó que muchos perremeístas en la Cámara de Diputados votaran a favor de las tres causales del aborto (que es el origen de su encono, porque se desplomó el plan macabro que ingeniaron las jerarquías eclesiales con los senadores del PLD contra la observación de Danilo Medina al Código Penal), esa no es razón para que un obispo opine peyorativamente sobre ese político, y diga: “Candidato que se presta a esta mojiganga difícil que llegue a ser presidente”. La mojiganga fue tomarse una foto con una persona transgénero.

El ataque de Masalles a Luis Abinader desde su posición eclesial es improcedente e inaceptable.

Si el obispo Masalles quiere participar en política, bienvenido sea, pero debe hacerlo como un ciudadano regular, o entrar a un partido que abrace su causa en contra del aborto ante riesgo de vida para la madre o de violación sexual, y en contra del matrimonio igualitario.

Segundo, es inaceptable el desprecio en su tuit a un ser humano por ser transgénero. La Constitución protege los derechos de todos los dominicanos. Y cuando el obispo intentó defenderse, lo hizo peor: descalificó a todos los defensores de las mujeres en las causales del aborto, y de la comunidad LGTB a tener derechos igualitarios.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/dos-errores-del-obispo-masalles/