Ventanas en el Espacio

VENTANAS EN EL ESPACIO

¡Ay, la revolución! julio 29, 2020

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 9:52 am

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 29 de julio de 2020 en el periódico HOY 

En el año 1980 todavía un segmento de la izquierda dominicana anunciaba la llegada inminente de la revolución. Era extraño porque apenas en 1978 se había producido la transición hacia la democracia electoral.

En aquel momento, los sindicatos comenzaban a reorganizarse y los empresarios se mostraban atormentados sin Balaguer para reprimirlos.

Había esperanzas de un cambio democrático; y quizás por eso, la idea de la revolución parecía descabellada. Era el momento del PRD, de la socialdemocracia de Peña Gómez.

Mientras la izquierda languidecía en contradicciones teóricas y prácticas, el PRD se instaló en el poder. Pero, al pasar el tiempo, fue evidente que ni Antonio Guzmán ni Salvador Jorge Blanco impulsarían la socialdemocracia.

En 1982 explotó la crisis de deuda externa en América Latina y se borraron las esperanzas de bienestar. Fue la llamada “década perdida”. Agobiados por los ajustes económicos, los sectores populares se lanzaron a las calles en toda la región, y la República Dominicana no fue excepción.

A partir de 1984, la República Dominicana vivió un intenso período de movilización social con pobladas, paros y huelgas generales bajo la coordinación del Colectivo de Organizaciones Populares.

En 1986, el PRD salió del poder abatido y Balaguer volvió a administrar una profunda crisis. Esperó que el movimiento popular se agotara, mientras pactó con los empresarios y el Fondo Monetario Internacional para el retorno a la “normalidad”. Ese orden solo lo perturbó la insistencia de Balaguer de quedarse en el poder en 1994. Presionado, tuvo que pactar su salida para 1996.

El ascenso del PLD al poder en 1996 no trajo esperanzas de cambio radical porque nació con el apoyo de Balaguer. La constelación de partidos de ultraderecha en alianza neutralizó cualquier potencial de liberación grabado en su nombre.

Durante los últimos años del Siglo 20 y principios del 21 se registraron muchas protestas barriales, pero nunca tan articuladas como en los años 80.

Después de 2005, comenzó a desarrollarse un movimiento social de demandas diversas ante los gobiernos del PLD: ambientales, de mujeres, la lucha por el 4% del PIB para la educación (2010-2011), las cadenas humanas y la Marcha Verde contra la corrupción (2017-2018). Todo eso culminó con las protestas en la Plaza de Bandera y los cacerolazos por elecciones limpias (2020).

A diferencia de las protestas en las décadas de 1980 y 1990, que tuvieron como protagonistas a los sectores populares, las principales protestas de este Siglo 21 han tenido como protagonista a la clase media que creció significativamente en los últimos 15 años.

Algunas de esas luchas triunfaron en sus demandas, otras no. Así llegamos a las elecciones de 2020 y al Cambio que promete el PRM.

La más reciente encuesta Gallup-HOY preguntó a los encuestados sobre el tipo de cambio que necesita el país. Una de las opciones de respuesta fue: “Se necesita un cambio radical, tal vez hasta revolucionario”. Con esa opción se identificó el 49% de toda la población encuestada, el 66% de los jóvenes de 18 a 24 años, y el 63% de los simpatizantes del PRM.

Como la revolución dominicana siempre ha quedado en el tintero, y ahora hay euforia con la rebelión de la clase media, cabe preguntar: ¿A quién beneficiarán las principales medidas económicas del nuevo gobierno? ¿A los empresarios, bien representados en las alturas? ¿A la clase media revoloteada? ¿O a los pobres que hace 20 años no protestan? Las respuestas serán vitales en medio de una pandemia que golpea la salud, la vida y la economía.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/ay-la-revolucion/

 

El PLD se va: mi explicación julio 22, 2020

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 12:35 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 22 de julio de 2020 en el periódico HOY 

Por mucho tiempo se hablará de los aciertos y desaciertos de los gobiernos del PLD y su derrota en el 2020. Aquí señalo ocho factores que me parecen claves para entender el resultado electoral: 1) el desgaste, 2) la rebelión de la clase media, 3) la división del PLD, 4) la suspensión de las elecciones municipales, 5) el factor externo, 6) la oposición de grupos empresariales, 7) el fortalecimiento del PRM, y 8) la pandemia con su crisis económica.

1) El desgaste. El PLD gobernó 20 de los últimos 24 años, incluidos los últimos 16 consecutivamente porque coincidieron: crecimiento económico, estabilidad macroeconómica, las divisiones del PRSC y PRD, y la unidad del PLD hasta las primarias de octubre 2019. Pero la buena suerte acaba porque los gobiernos siempre comenten errores que generan desencanto y desgaste.

2) La rebelión de la clase media. Desde principios de 2017, a partir del escándalo de corrupción Odebrecht, el PLD comenzó a perder apoyo en la clase media, sobre todo del Gran Santo Domingo, donde, por muchos años dominó electoralmente.

De hecho, en el 2016, la alta votación que recibió Danilo Medina (61.7%) se debió a que el PLD aún mantenía fuerte apoyo en la clase media (renovado por su victoria en la lucha por el 4% del PIB para la educación), y aumentó el caudal de votos de los sectores populares por la inversión pública en programas sociales.

Pero en enero de 2017, poco después de iniciar su segundo mandato, Danilo Medina se encontró con el escándalo Odebrecht, detonante para que la clase media volcara su indignación contra el PLD en las grandes manifestaciones de Marcha Verde. El Gobierno nunca respondió adecuadamente a las demandas de transparencia.

3) La división. El PLD fue el último partido importante del sistema en dividirse por la perenne lucha caudillista que ha debilitado todos los partidos políticos dominicanos. La salida de Leonel Fernández elevó al máximo la narrativa de oposición al PLD.

4) La suspensión de las elecciones municipales. A partir de enero de 2017, el PLD fue perdiendo la capacidad de convencer a la clase media de que era el instrumento de progreso, y tomó cuerpo la narrativa de que el PLD era el instrumento de fraudes y enriquecimiento ilícito. Eso adquirió mayor relevancia con la suspensión de las elecciones municipales, que mucha gente atribuyó a una maniobra del Gobierno en el voto automatizado. Con ese estigma era muy difícil que el PLD ganara en el 2020. El #sevan de la Plaza de la Bandera se fusionó perfectamente con la campaña del PRM.

5) El factor externo. Tres asuntos han molestado en años recientes a Estados Unidos: la participación dominicana en el escándalo Odebrecht, la apertura de las relaciones diplomáticas con China, y la longevidad del PLD en el poder.

6) La oposición empresarial. Conocedores de todo lo antes señalado, más empresarios decidieron apoyar el cambio con financiamiento y sus plataformas mediáticas. ¿Qué buscan? Renegociar sus beneficios con el Estado.

7) Fortalecimiento del PRM. Con seis años de constituido, caras jóvenes, y derrotada la facción de Hipólito Mejía en las primarias, el PRM se posicionó favorablemente para ser la opción de cambio.

8) La pandemia y la crisis económica. El 5 de julio se registró una alta abstención (45%) que afectó, sobre todo, al PLD: a nivel presidencial perdió alrededor de 1,300,000 votos con relación al 2016, mientras el PRM aumentó su votación en alrededor de 540,000.

Hay más factores responsables de la derrota del PLD, pero, considero, esos ocho son los principales.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/el-pld-se-va-mi-explicacion/

 

Abstención 45%: ¿y entonces? julio 15, 2020

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 11:23 am

Rosario Espinal

 Artículo publicado el 15 de julio de 2020 en el periódico HOY

La República Dominicana registra una larga historia de disputas electorales y nunca el país ha logrado llegar a un punto en que las elecciones transcurran con relativa tranquilidad y confianza en las autoridades electorales.

Con frecuencia alguna de las fuerzas contendoras denuncia que se gesta o se produjo un fraude, con razón o sin ella.

Sin duda, la historia política dominicana antes de 1978 estuvo plagada de fraudes, y después de la transición política de 1978 se han presentado casos de fuertes disputas en torno al fraude, sobre todo, en las reelecciones de Balaguer en 1990 y 1994.

También es cierto que el voto automatizado utilizado en las primarias del PLD de octubre pasado, y que colapsó en las elecciones municipales de febrero, generó fuertes disputas y protestas

Pero, a pesar de todos esos percances, desde 1996, la República Dominicana ha logrado importantes avances en el sistema electoral y no es tan fácil hacer fraude.

Ojo: las malas prácticas electorales, algunas incluso definidas ya como delitos electorales (por ejemplo, pagar para que alguien vote o no vote), no representan exactamente un fraude, en tanto el votante es consciente de que vende su voto. Un fraude implica la manipulación de votos para modificar la intención de los electores.

En las elecciones presidenciales del pasado 5 de julio se registró una abstención electoral de 45%. Para el estándar dominicano es un porcentaje muy alto. Si comparamos, en las elecciones presidenciales de 2012 y 2016 la abstención fue de 30%, y el promedio de abstención en elecciones presidenciales para el período de 1978 a 2016 es 27%.

¿Qué causó esa alta abstención?

La respuesta inmediata sería temor al COVID-19. Pero al mirar los datos de participación electoral encontramos sorpresas.

Por ejemplo, durante la campaña, la oposición dijo que el Gobierno metía miedo a la población con el coronavirus para provocar mayor abstención y ganar. Sin embargo, los datos revelan que el partido afectado por la abstención fue el PLD, no el PRM. Veamos.

En el 2016, el PLD y aliados recibieron 2,847,438 votos y en el 2020 solo 1,537,078, para una diferencia de 1,310,360 votos menos. Por el contrario, el PRM y aliados recibieron 1,613,222 votos en el 2016 y 2,154,866 en el 2020, para una diferencia de 541,644 votos más. Los electores que perdió el PLD no fueron fundamentalmente a Leonel Fernández, que solo alcanzó 365,226 votos.

La pregunta entonces es: ¿por qué perdió el PLD tantos votantes que se abstuvieron?

Nadie tiene la respuesta precisa a esta pregunta porque, para saberlo, habría que preguntar directamente a los abstencionistas mediante una encuesta. Carente de esa información se utilizan diversos supuestos; pero, lo que es claro, es que esa masa abstencionista no se sintió motivada a votar por nadie.

La lección entonces para todos los partidos es que necesitarán estrategias de motivación más efectivas para que en futuras elecciones no se repita una abstención tan alta, atípica para la República Dominicana.

Finalmente, si, con una abstención de 45% el PLD hubiese ganado las elecciones del 5 de julio, en el país habría hoy una gran crisis político-electoral bajo el argumento de que el PLD asustó la población con el coronavirus para, mediante la abstención, impedir el triunfo de la oposición.

Por suerte ganó el PRM y las elecciones han sido inmediatamente legitimadas como buenas y válidas a pesar de la alta abstención. La JCE hasta se redimió.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/abstencion-45-y-entonces/

 

 

No hubo segunda vuelta: ¿por qué? julio 8, 2020

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 11:22 am

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 8 de julio de 2020 en el periódico HOY

A principios de diciembre de 2019 dije en una entrevista de televisión y en un artículo que era difícil que se produjera una segunda vuelta en las elecciones presidenciales de 2020.

En ese momento, hacer este planteamiento era una aberración porque prácticamente todos los comentaristas y muchos dirigentes políticos de la oposición hablaban de una segura segunda vuelta y establecían sus estrategias en función de eso.

De ahí, por ejemplo, que el PRM cediera una docena de candidaturas senatoriales a la coalición de partidos que postulaba a Leonel Fernández, como una manera de ganar su apoyo en segunda vuelta. Así, el PRM perdió la oportunidad de llevar gente suya que hoy fuera congresista electo.

Mi argumento en ese entonces fue que había cuatro factores que inclinaban la balanza en contra de una segunda vuelta y debían ser tomados en cuenta (no hablaba de datos de encuestas porque en ese momento no había ninguna encuesta al respecto).

¿Cuáles son esos factores?

Primero: los votantes dominicanos tienden a concentrar el voto, no a dispersarlo; es decir, el electorado apuesta por una de las dos alternativas punteras. Por eso, aunque la segunda vuelta se estableció en la reforma constitucional de 1994, solo se ha producido una vez, en el año 1996, un momento en que Joaquín Balaguer estaba impedido de participar en las elecciones, y el partido puntero (PRD) no tenía la posibilidad de construir la mayoría de 50+1 que se había establecido en 1994.

Ahora ni siquiera la presencia de Leonel Fernández en la boleta de varios partidos, presidente tres veces, inclinaría la balanza hacia una segunda vuelta, porque, lo que él haría sería quitarle una tajada de votantes al PLD, quedando entonces la posibilidad de que el PRM ganara.

Segundo: el hastío electoral de la ciudadanía. Con elecciones primarias celebradas en octubre de 2019 y municipales en febrero (luego marzo por la suspensión), al llegar las elecciones presidenciales-legislativas en mayo (luego en julio por la pandemia), el electorado dominicano estaría cansado de elecciones, y, se inclinaría una vez más por concentrar su voto entre las dos opciones punteras en las encuestas más creíbles que se publicaran justo antes de las elecciones.

Tercero: las elecciones actualmente son muy costosas y una parte importante de los recursos tendría que venir del sector privado, sobre todo, para los partidos de oposición que tienen menos acceso a los recursos públicos. Por tanto, los financiadores de candidatos se resistirían.

Cuarto: para que en el sistema electoral dominicano irrumpiera una tercera opción con fortaleza (al margen del PLD y PRM), tendría que ofrecer algo realmente nuevo, lo que no hacía Leonel Fernández.

Por ejemplo, en el 1996, única vez que hubo doble vuelta, el PLD emergió con un proyecto novedoso (el llamado Nuevo Camino) y no había gobernado anteriormente. Además, Balaguer tenía alrededor del 30% del electorado y se lo transfirió al PLD para que Peña Gómez no llegara al poder. Ahora no había una tercera fuerza política novedosa.

A esos cuatro factores, que, como dije, señalé a principios de diciembre de 2019 para explicar por qué era poco probable una segunda vuelta, se agregaron luego dos más: la suspensión de las elecciones de febrero y la pandemia. Estos dos eventos empujaban aún más la situación hacia una resolución en primera vuelta.

Me alegra que mi pronóstico se cumpliera, no por el pronóstico, sino porque tres semanas más de campaña electoral hubiese sido altamente desgastador para el pueblo dominicano.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/no-hubo-segunda-vuelta-por-que/

 

 

El referendo del domingo julio 1, 2020

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 12:58 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 1 de julio de 2020 en el periódico HOY 

El referendo es un mecanismo electoral para que el pueblo apruebe o rechace una propuesta. Se incluyó en la Constitución Dominicana de 2010 y nunca se ha utilizado. Sin embargo, hay elecciones que adquieren características de referendo cuando hay un tema para decir sí o no. En estas elecciones del próximo domingo 5 de julio, estamos ante una de esas situaciones.

El PLD tiene 16 años consecutivos en el poder, con todo lo bueno y lo malo que trae una gestión tan larga.

No todo es malo porque, de ser así, el PLD no hubiese sido reelecto de manera consecutiva tantas veces entre el año 2004 y el 2016, y en el 2016 con una votación de casi 62%.

Tampoco todo es bueno, porque los gobiernos comenten muchos errores y los beneficios siempre se reparten de manera desigual. Entre errores y fracasos se va generando el sentimiento de oposición en determinados segmentos de la sociedad, y mientras más descontento haya, mayor probabilidad de sacar el gobierno del poder.

El domingo 5 de julio, la pregunta central que guiará a los votantes es si quieren que el PLD permanezca en el poder o no.

Entre el 2004 y el 2016, el PLD logró con relativa facilidad construir mayoría electoral para seguir gobernando por razones que he explicado en otros artículos. En estas elecciones de 2020 enfrenta su mayor desafío para lograrlo por dos razones en particular.

La primera es que un amplio segmento de la clase media que votó por el PLD en el pasado, que lo vio como garante del crecimiento y la estabilidad económica, se siente muy disgustada con los escándalos de corrupción, y considera que el PLD no hizo nada, o muy poco, para corregir ese problema. Este es el eje articulador del sentimiento oposicionista al Gobierno y es lo que sirve de base a la narrativa de oposición y a las acciones específicas, en este caso, la votación.

La segunda es que el PLD se dividió y un segmento de su electorado apoya la candidatura de Leonel Fernández. Si los peledeístas-leonelistas votan masivamente por Leonel, peor le irá al PLD, porque la fuente de votantes de Leonel procede fundamentalmente de su antiguo partido. Por el contrario, si ese segmento de peledeístas-leonelistas se mueve a última hora al PLD, los números variarán.

Es probablemente en este segmento del electorado donde prevalece la mayor duda de qué hacer: si votan por Leonel y contribuyen a sacar al PLD del poder, o si votan por el PLD y envían muy al sótano a Leonel.

La decisión de estos votantes no depende tanto de la orientación que ofrezca Leonel Fernández o cualquier otro líder del leonelismo, sino de la evaluación individual de esos votantes. Por eso es difícil proyectar el caudal de votos que finalmente sacará Leonel.

Si hay una fuerte adhesión a su liderazgo, el caudal será indiscutiblemente mayor. Por el contrario, si muchos de sus seguidores votan en la hora cero en función de la expectativa de triunfo, entonces es probable que emigren al PLD, sobre todo, si siguen siendo empleados públicos y evalúan el riesgo de perder sus puestos.

A esta incógnita se le ha prestado poca atención en este proceso electoral porque los opinantes se han centrado en la influencia que tendría el leonelismo en una segunda vuelta.

Finalmente nos acercamos al 5 de julio. Protéjanse bien y acudan a votar. Es el más sencillo, aunque trascendental, de los deberes democráticos.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/el-referendo-del-domingo/