Ventanas en el Espacio

VENTANAS EN EL ESPACIO

PRD y el golpe de estado septiembre 25, 2013

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 8:02 am

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Artículo publicado el miércoles 25 de septiembre de 2013 en el periódico HOY y en los portales de Acento y Noticias SIN

El Partido Revolucionario Dominicano (PRD), organización política formada en el exilio durante la Era de Trujillo, se hizo presente en la sociedad domi­nicana a partir de 1961.  Su proyecto consistía en la modernización de la economía y la demo­cratización de las estructuras políticas. Para lograrlo impulsó una intensa campaña de hegemonía con Juan Bosch de líder y explicador.

Con len­guaje sencillo, Bosch instruyó la sociedad dominicana en un posible ensayo democrático, y se coronó como el Profesor en materia política. Apuntaba a las desigualdades sociales con ribetes populis­ta. Por un lado estaban los «tutumpotes» y por otro los “hijos de machepa”.

El concepto de hijo de machepa transcendió la noción de clase unitaria y convocó a diversos sectores de la sociedad dominicana, incluyendo campe­sinos, obreros, desempleados, sectores medios, y hasta burgueses.  Así el PRD se constituyó en partido multi-clasista y aglutinador de la sociedad domi­nicana, y de ahí proviene la fuerza del PRD, un partido que a pesar de sus múltiples crisis, incluida la actual, sigue vivito y coleando.

Para entender la crisis política que caracterizó el principio de la década de 1960 y el papel del PRD, es importante señalar la tensión entre la formación de identidades colec­tivas como ciudadanía y como pueblo.

Durante la dictadura de Trujillo la formación de la identidad colectiva nacional se hizo como masa silente, obediente y subordinada. Al caer la dictadura se entrecruzaron dos procesos de cambio: la formación de identidad colectiva en torno a la noción de ciudadanía (derechos políticos individuales), y en torno a la noción de pueblo (derechos de justicia sustantiva).

En el proyecto del PRD de 1962-1963 se fundieron estas dos nociones. El partido interpeló en función de los derechos políticos y de justicia; y en el contexto de la época, lo popular adquirió mayor dimensión. Esto hizo de la democracia un peligro para los secto­res de poder: empresarios, iglesia, militares y Estados Unidos, que se resistían a perder privilegios o a ceder espacios.

Las elecciones de 1962 y el triunfo del PRD signifi­caron una victoria del proyecto democrático‑popular, y el golpe de 1963 su colapso y la imposición del proyecto autoritario anti-popular.

Los sectores empresariales organizados en la Asociación de Industrias de la República Dominicana y la Confederación Patronal se opusieron a las conquistas obreras en el campo salarial y organizativo. El proyecto se­cular del PRD chocaba con una iglesia resistente a los cambios que suponía la separación del Estado. Asuntos como la secu­larización escolar y la aprobación legal del divorcio adqui­rieron un significado anti-iglesia que llevaron a las manifestaciones de reafirma­ción cristiana. Las Fuerzas Armadas no se habían reorganizado después del derrocamiento de Trujillo y Estados Unidos enarbolaba el anti-comunismo de la guerra fría.

El golpe de estado del 25 de septiembre de 1963 impidió al PRD impulsar un pro­yecto transformador de afirmación de lo nacional‑popular desde el gobierno, y a partir de ahí se ancló en las luchas sociales contestatarias que se sucedieron en las décadas de 1960 y 1970, mientras intentaba volver al poder. Por eso el PRD se vinculó tan estrechamente con la sociedad dominicana.

No obstante esa fuerza, el PRD no pudo encauzar un proyecto transformador ni antes ni después del golpe de estado; ni antes ni después de la transición política de 1978. En cada ocasión, los sectores tradicionales de poder han dominado el Estado, ya sea bajo los gobiernos del PRD o de otros partidos.

El golpe de estado descarriló la sociedad dominicana de las grandes reformas sociales en los últimos 50 años.

Enlace al periódico HOY: http://www.hoy.com.do/opiniones/2013/9/24/499907/PRD-y-el-golpe-de-Estado

 

Danilo Medina, ¿fin del caudillismo? septiembre 18, 2013

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 8:44 am

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Artículo publicado el miércoles 18 de septiembre de 2013 en el periódico HOY y en los portales de Acento y Noticias SIN 

He planteado en escritos anteriores, y lo reitero, que el principal legado de Leonel Fernández a la sociedad dominicana no fue el Metro de Santo Domingo, ni los túneles ni los elevados, aunque sean los más visibles, sino haberse ceñido a la disposición constitucional de que no podía repostularse en las elecciones de 2012.

Sus defensores dicen que lo hizo por convencimiento democrático, y sus detractores argumentan que no tuvo otra alternativa porque los votos en el congreso no alcanzaban para cambiar la Constitución que el propio Fernández había promovido y proclamado en el 2010. Sea una razón o la otra, su decisión de permitir la alternabilidad en el PLD abrió la posibilidad de que el país probara suerte con otro presidente, y eso es muy importante en la construcción de un sistema democrático.

Antes de ser electo candidato presidencial del PLD en 2011, Danilo Medina había perdido las elecciones presidenciales del año 2000 y las primarias del PLD de 2007. Las adversidades en ambas ocasiones provenían en parte del contexto político, y en parte del propio Medina.

En el año 2000, el PRD venía en ascenso electoral con ventarrones a su favor, y Joaquín Balaguer se postuló, con lo cual, el PLD perdió un segmento importante de votantes. En el 2007, Leonel Fernández gobernaba a sus anchas después de haber restablecido la estabilidad económica perdida en 2003-2004, y la Constitución vigente le permitía repostularse. Medina, por su lado, era visto como un estratega más que líder político, y no proyectaba fuerza carismática. Para ganar en 2012, tuvo que contar con el apoyo decidido de Fernández, quien hasta ese momento, era el único líder de dimensión nacional que tenía el PLD.

Desde la Presidencia, Danilo Medina ha forjado su liderazgo en base al acercamiento con el pueblo a través de tres mecanismos claves: 1) las visitas sorpresas donde él es actor principal sin gran cortejo. 2) Medidas populares como el 4% del PIB para la educación, obras por sorteo, protección de los terrenos de Bahía de las Águilas, reclamo a la Barrick, revocación del aumento de la tarifa eléctrica, y medidas de austeridad en la administración pública. 3) Ha proyectado una imagen personal de trabajo, sencillez y frugalidad. Una mayoría del pueblo dominicano aprueba su gestión, como muestran las encuestas confiables realizadas durante el último año.

Podría sorprender que la popularidad de Medina haya coincidido con un período de bajo crecimiento económico, una reforma impositiva que deja la población con menos dinero, aumentos en el precio de los combustibles, delincuencia, y falta de persecución de la corrupción. Su estilo personal de gobierno ha sido un antídoto ante estas adversidades, y le beneficia también la ausencia de un partido opositor, y la culpabilidad que un amplio segmento de la sociedad asigna a Fernández por los problemas heredados.

Por experiencias en muchos países se sabe que la popularidad de un presidente puede desplomarse rápidamente, y Medina no es inmune a ello. Pero independientemente de lo que suceda hacia adelante, que nadie puede predecir, la alta popularidad de Medina sirve para recalcar la idea de que una de las virtudes de la democracia es la alternabilidad: experimentar con nuevos políticos, nuevos estilos y nuevos programas de gobierno. Unos presidentes darán la talla y otros no, pero siempre es mejor tener la posibilidad de probar alternativas que ser dependientes de un caudillo que vuelve y vuelve.

La popularidad es un capital político que un presidente puede usar bien o mal. ¿Qué hará Medina con ese capital en este segundo año? Ojalá use mucho para institucionalizar el Estado.

Enlace al periódico HOY: http://www.hoy.com.do/opiniones/2013/9/17/498877/Danilo-Medina-fin-del-caudillismo

 

¿Y el Episcopado, dónde está? septiembre 11, 2013

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 8:19 am

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 Artículo publicado el miércoles 11 de septiembre de 2013 en el periódico HOY y en los portales de Acento y Noticias SIN

Sorprende que a pesar de dos décadas de muchas acusaciones contra sacerdotes por casos de abusos sexuales a menores en diversos países, la jerarquía de la Iglesia Católica dominicana no estuviera adecuadamente preparada para dar una respuesta contundente cuando el problema se presentara de manera alarmante en República Dominicana, como ha sucedido en las últimas semanas.

Los casos de abusos sexuales a menores no han ocurrido en un solo país, tampoco ha sido un asunto de medios de comunicación agitadores; porque si las acusaciones hubiesen sido falsas, producto de la morbosidad mediática, los curas acusados hubiesen sido absueltos.

La realidad es que la cantidad de evidencias y pagos en reparaciones es inmensa. Sólo en Estados Unidos se estima que la Iglesia Católica ha pagado más de dos billones de dólares a víctimas de abuso sexual.

Que hay maldad por doquier, se sabe. Que la pederastia no es exclusiva de los curas, se sabe también. Que la mayoría de los curas no son pederastas, así es. El asunto es que un religioso tiene el doble compromiso de actuar siempre con la mejor buena fe, la mayor ética y la mayor prudencia, porque su función principal es ser guía espiritual; no es ser político, ni cantante, ni negociante. Para eso están los laicos.

Cuando los casos de pederastia comenzaron a resonar a nivel internacional se descubrió que no solo había curas pederastas y muchas víctimas, sino que sus superiores, conociendo el problema, encubrían los curas y se limitaban a cambiarlos de parroquia o institución.

Con eso agrandaban el problema, porque los curas trasladados seguían cometiendo sus fechorías con nuevas víctimas. Muchos obispos, arzobispos, y hasta los últimos Papas, han pedido perdón públicamente por esas faltas. Eso está bien, pero no es suficiente ante la magnitud del daño. El abuso sexual a menores, sean varones o hembras, es un delito grave.

Las denuncias y la secuencia de hechos recientes en torno a tres casos, el del nuncio, el cura de Juncalito y el de Constanza son de tal magnitud, que ya la Conferencia del Episcopado Dominicano, al unísono, debió haber fijado una posición pública de apego a la ley y a los valores cristianos.

Acusar los medios de comunicación de instigadores no es buen calmante ante la gravedad de lo que se sabe o sospecha, y donde está involucrada una alta autoridad eclesial. Convocar una rueda de prensa con curas de segundo rango, con actitud más aguerrida que compasiva, y además, con palabras de defensa a los señalados bajo el argumento de que hasta que se demuestre lo contrario nadie es culpable, fue una insensatez.

Se sabe que todo acusado es inocente hasta que se demuestre lo contrario; es una estipulación del derecho democrático. El problema es que el nuncio y el cura polaco de Juncalito salieron sigilosamente del país, y por tanto, no pueden ser juzgados.

Si son inocentes, ¿por qué se marcharon? Si son inocentes, ¿por qué no regresan a enfrentar con valentía los cargos? Si huyeron a pesar de todo el poder que tiene la Iglesia Católica para asegurar un juicio justo, e incluso ventajoso, hay que suponer que algo anda muy mal.

Monseñor Agripino Núñez Collado tomó el toro por los cuernos y habló. Bien hecho. Pero ha faltado una posición conjunta de la jerarquía eclesial, no para condenar a nadie, eso le corresponde a la justicia si los dos fugitivos aparecen, sino para informar a la feligresía católica y al pueblo de esta lamentable situación, y ponerse sin tapujos del lado de la verdad y la justicia.

Enlace al periódico HOY: http://www.hoy.com.do/opiniones/2013/9/10/497933/Y-el-Episcopado-donde-esta

 

Pobreza: ¿hay más o menos? septiembre 4, 2013

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 12:38 pm

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 Artículo publicado el miércoles 4 de septiembre de 2013 en el periódico HOY y en los portales de Acento y Noticias SIN

En las últimas semanas se produjo un interesante intercambio de ideas y críticas sobre la pobreza en República Dominicana entre el economista Miguel Ceara-Hatton y técnicos del Banco Central. Los documentos se encuentran en la web.

En una presentación titulada “La desigualdad en RD: un patrón de largo plazo” fechada 24 de julio 2013, Ceara-Hatton muestra diversos gráficos estadísticos para plantear lo siguiente (el resumen es mío): primero, el robusto crecimiento de la economía dominicana no se ha acompañado de un crecimiento similar del empleo ni de una reducción en la cantidad de pobres. Segundo, la economía dominicana crea empleos de bajos salarios. Tercero, la política, vía el clientelismo, es el mecanismo de “inclusión social”.

Técnicos del Banco Central (sin nombres identificados) respondieron a Ceara-Hatton con un documento titulado “Algunas consideraciones sobre la situación de la pobreza en el país”, donde plantean los siguientes puntos (el resumen es mío): primero, la medición de variables económicas y sociales no debe hacerse con cifras absolutas. Por ejemplo, la economía puede crecer y crear empleos, pero el número de pobres mantenerse similar porque crece la población. Segundo, para analizar la relación entre variables económicas y sociales hay que tener en cuenta el contexto, en este caso, la crisis económica dominicana de 2003-2004 y la internacional que comenzó a fines de 2007. Tercero, mayores tasas de crecimiento están asociadas a reducción de la pobreza como ha sucedido en República Dominicana. Cuarto, en el gasto focalizado de alivio a la pobreza, República Dominicana se encuentra bien ubicada en la región. Quinto, los salarios dominicanos son bajos.

Aquí mis consideraciones.

Primero, los técnicos del Banco Central tienen razón que debe utilizarse cifras relativas en la comparación temporal. El problema, sin embargo, y ahí tiene razón Ceara-Hatton, es que a pesar del crecimiento económico post-crisis económica 2003-2004, los niveles de pobreza se han mantenido altos, y mayores que en países latinoamericanos que también sufrieron crisis (tema desarrollado en una contra-respuesta de Ceara). De hecho, el Gráfico No.1 del documento del Banco Central muestra que mientras en el año previo a la crisis económica dominicana (el 2002) el porcentaje de pobreza era 32.8 y de pobreza extrema 8.8, en el año 2011, el porcentaje de pobreza era 40.8 y de pobreza extrema 10.4. Es decir, porcentualmente hablando, había más pobreza en 2011 que en 2002 a pesar del crecimiento económico.  Pero además, según muestra Ceara-Hatton, los dominicanos más ricos siguen llevándose la mayor tajada del ingreso, y en una proporción mayor que en la mayoría de los países latinoamericanos. Por esto, aunque en general es cierto que el crecimiento económico trae reducción de la pobreza, en República Dominicana los frutos del crecimiento son limitados.

Segundo, los programas focalizados representan ciertamente un alivio a la pobreza, pero el ingreso que recibe un hogar en el Programa Solidaridad es alrededor de mil pesos mensuales, según midió el Barómetro de las Américas 2012. Con esa cantidad se podrá salir de la pobreza extrema, pero no de la pobreza. Además, como revelan los datos de esa misma encuesta, tener una afinidad partidaria, sea con el PLD u otro, es un predictor importante para ser beneficiario de esos programas. Esto quiere decir que la inclusión social vía la focalización tiene un importante componente clientelar.

Tercero, tanto el documento de Ceara-Hatton como el de los técnicos del Banco Central revelan, y ahí coinciden ambos, que los salarios bajos constituyen un obstáculo para sacar de la pobreza a muchos dominicanos. En esto el gobierno dominicano es muy responsable, porque subir el salario mínimo requiere una decida intervención gubernamental en consulta con los empresarios.

Enlace al periódico HOY: http://www.hoy.com.do/opiniones/2013/9/3/496897/Pobreza-hay-mas-o-menos