Ventanas en el Espacio

VENTANAS EN EL ESPACIO

Alegría y tristeza diciembre 28, 2022

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 8:34 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 28 de diciembre de 2022 en el periódico HOY

La tristeza pega fuerte, no tanto así la alegría, pero tengo la sensación de que, en las navidades y el fin de año, aunque muchos sientan tristeza, la alegría permea el ambiente.

Risas y lágrimas circundan las cofradías y visitas, los regalos deseados y rechazados, el exceso de comida o la frugalidad impuesta por las estrecheces económicas.

Todo se condensa en la posibilidad de lograr compenetración humana para probar la existencia.

En los países de tradición cristiana, estamos compelidos a definir este tiempo de alguna manera. No hacerlo crea un profundo sentido de soledad, de desajuste social, de extrañeza y hasta de desquiciamiento.

Este no es tiempo de pasar por alto, aunque se intente. La música, los olores, el trajín, las felicitaciones, las celebraciones se imponen y no pueden ser ignoradas fácilmente.

Cuando hay sintonía con la algarabía, la Navidad y el Año Nuevo son exuberantes; abundan los momentos para expresar el deseo de conexión, el cariño y la satisfacción que produce la intimidad o el intento de vivirla.

Pero, cuando el estado anímico es antagónico, éste se convierte en un tiempo penoso; el refugio puede ser cualquier cascarón disponible.

En este tiempo nos hacemos más conscientes de nuestros propios dilemas en la conexión con los demás. La angustia se reduce al simple enunciado de “me gusta” o “no me gusta” la Navidad. ¿Y qué puede gustar o no?

El ambiente festivo es razón para agradar. El motivo de la celebración debería ser razón suficiente de regocijo para los cristianos. Incluso toda la parafernalia comercial de la época tiene su encanto visual.

Pero la disonancia humana ante el deber de sentir alegría puede abrumar, ya se exprese en rechazo a la agitación de la época, en la tristeza que evoca este tiempo, en el gasto excesivo que desajusta el presupuesto, o en el exceso de comidas que obliga a dietas amargas en enero.

Estoy entre quienes sienten especial alegría en la navidad. Me ilusiona escuchar los villancicos de la niñez y la adolescencia, sentir el frío severo o ligero dependiendo del lugar donde me encuentre, disfrutar la variedad de ritmos que resuenan desde el Aleluya hasta un cadencioso merengue, y me encanta el rocío tropical en las madrugadas de diciembre.

En el esplendor navideño trato de disfrutar antes del 24 para prolongar los encantos de la época. La anticipación es la manera de extender el estado de alegría que me provoca este tiempo.

No es la euforia ni la fiesta; es la sensación de contemplar el tiempo con un ritmo diferente, los olores a frutas y pinos, las luces que inundan los vecindarios.

Y es que disfrutar mientras contemplo es mi acervo de alegría; es intangible, nunca he podido manufacturarla.

La prolongo en la tranquilidad, bien resguardada, sin mayores esfuerzos; cualquier alboroto puede aniquilarla.

Quizás por eso en distintas tradiciones religiosas hay una larga historia de contemplación. Ha sido una forma de acercarse a un ser superior que potencialice la ilusión de felicidad, sentir la humanidad y la posibilidad de salvación.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/alegria-y-tristeza-2/

 

Juanitas y Juanitos diciembre 22, 2022

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 11:35 am

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 21 de diciembre de 2022 en el periódico HOY

Hace 60 años se inició el fuerte proceso migratorio de dominicanos hacia el exterior, sobre todo, hacia Estados Unidos. Se estima una diáspora dominicana de más de dos millones en territorio estadounidense.

Esa migración ha tenido la gran ventaja de ser altamente legal porque se ha dirigido a países donde, aunque hay inmigrantes indocumentados, la inmensa mayoría logra legalizar su estatus.

En el caso de Estados Unidos, ese alto nivel de legalidad genera más migración legal por los procesos de petición familiar que establece la legislación migratoria de ese país (nada parecido a lo que ocurre en la República Dominicana, donde la gran mayoría de los inmigrantes y descendientes son indocumentados).

Muchas personas de muchos países quieren emigrar por razones económicas o de persecución, pero la migración tiene un alto costo para los inmigrantes. Van a países de culturas diferentes, incluso donde se habla otro idioma, y dejan atrás familiares y amistades, aunque la fácil comunicación ahora compensa la distancia.

Como la mayoría de los inmigrantes van de los países más pobres a los más ricos, un objetivo central de los inmigrantes es ayudar a sus familiares que quedaron en el país de origen.

Por eso, el envío de remesas es actualmente un fenómeno de impacto mundial: mucho dinero va de países más ricos a países más pobres, e incluso entre países relativamente pobres (por ejemplo, los venezolanos esparcidos por América Latina envían remesas a sus familiares en Venezuela, los haitianos en la República Dominicana envían remesas a sus familiares en Haití).

Y no solo envían remesas, también llegan con las maletas cargadas, sobre todo en época navideña, como dice el conocido merengue “Volvió Juanita”, y con los bolsillos dispuestos a auxiliar allegados o a gastar en su terruño.

Para la República Dominicana, la migración de dominicanos ha sido una tabla de salvación económica: 1) constituyen el verdadero seguro social para muchas familias, ya sea por las remesas regulares que envían o por ser la fuente de ayuda en momentos de emergencias familiares; 2) gastan cuando vienen al país a vacacionar; y 3) aportan divisas que la economía dominicana necesita.

El flujo de remesas hacia la República Dominicana ha aumentado considerablemente en los últimos años, y el aumento venía produciéndose desde antes de la pandemia. Por ejemplo, mientras en el 2016 el país registró envío de remesas por US$5.260.8 millones, en el 2019 registró US$7,087 millones y en el 2021 (ya en pandemia) US$10,402.5 millones. Aunque esos datos no auguran necesariamente un patrón de crecimiento futuro tan robusto, es importante apreciar el aumento que se produjo.

Esos emisores de remesas son Juanitas y Juanitos que laboran y viven en el exterior, sobre todo en los Estados Unidos, con un objetivo central de vida: ayudar a sus familiares, y de paso, contribuyen a sostener y dinamizar la economía dominicana.

Para entender el alto nivel de crecimiento económico dominicano de las últimas décadas no puede ignorarse este factor, muchas veces minimizado. Sin esas remesas, muchísimas familias estuviesen malpasando, la construcción de viviendas no fuera tan pujante y el peso estuviese tambaleándose.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/juanitas-y-juanitos/

 

Santiago se salvó diciembre 14, 2022

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 4:11 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 14 de diciembre de 2022 en el periódico HOY

El 29 de enero de 2014 publiqué un artículo titulado “Cuando Santiago se fuñó”. A continuación, reproduzco algunas ideas expresadas ahí (les aviso cuando termine el resumen).

Santiago ha experimentado un crecimiento desordenado en las últimas décadas. La ciudad es ahora un conglomerado de barrios sin planificación ni conexión adecuada, y la población pobre se ha multiplicado sin fuentes de trabajo suficientes para absorberla.

Las pocas avenidas grandes que se construyeron en décadas pasadas conducen a pequeñas calles fatigadas por el congestionamiento, y no se han construido vías de comunicación alternativas en los últimos años.

Mientras nada se hace, la población y el número de vehículos crecen. La nueva circunvalación, anunciada para ser inaugurada en febrero después de varios años en lenta construcción, es una obra importante pero que no resuelve muchos de los problemas urbanos de Santiago.

Además, la gracia de la ciudad se perdió. Después de la reconstrucción del Monumento a los Héroes de la Restauración, el Ministerio de Cultura prohibió el acceso en vehículos. Se entiende una prohibición del tráfico nocturno por la cantidad de personas que visitan el lugar para la juerga, pero no permitir subir en carro de día despoja el público del derecho a disfrutar con facilidad la vista panorámica urbana más linda del país. No todo el mundo es suficientemente atlético o saludable para subir a pie. La delincuencia también desincentiva la aventura.

El Centro Histórico de Santiago está sucio y carece de atractivos para el esparcimiento. Las capas medias abandonaron esta zona porque no hay novedad comercial ni recreativa. De día está lleno de vendedores ambulantes y de noche es un desierto.

Hasta aquí el resumen del artículo de 2014.

En el 2016 ganó la alcaldía de Santiago Abel Martínez y se propuso recoger la basura y embellecer la ciudad con murales y pintura de edificios. Santiago, sin duda, cambió. Abel fue reelecto en el 2020 a pesar de la debacle electoral peledeísta.

Para Abel, su gestión en la alcaldía era la plataforma para una futura candidatura presidencial. Si lo hacía bien, subirían sus puntos futuros. Ya es candidato presidencial del PLD, aunque todavía sin primarias oficiales.

En el 2020 llegó Luis Abinader a la presidencia y también decidió prestarle atención a Santiago. Había recibido un importante apoyo electoral del alto empresariado santiaguero, a tal punto que su vicepresidenta fue escogida del terruño. Los votos también le favorecieron.

Así, de haber sido ignorada por años por el Gobierno, Santiago es foco de interés para el presidente Abinader, que busca ganar nuevamente esa plaza, construyendo un monorriel y un teleférico, y estableciendo una Casa Presidencial para despachar desde el lugar. Incluso congregó ahí a los representantes del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) el pasado fin de semana.

Y para el alcalde Abel que lleva seis años en la alcaldía, Santiago será su tacita de porcelana.

Por eso digo que Santiago se salvó. Ojalá entre los dos, en su lucha campal por el triunfo en el 2024, hagan mucho más por Santiago que lo necesita y merece. Y recuerden arreglar el cementerio de El Ingenio que está muy deteriorado.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/santiago-se-salvo/

 

Delincuencia y miedo diciembre 7, 2022

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 1:22 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 7 de diciembre de 2022 en el periódico HOY

Uno de los fenómenos más impactantes de las últimas dos décadas es el aumento de la delincuencia y la sensación de miedo que cunde en la sociedad dominicana. Crecieron las verjas, se enrejaron las ventanas y puertas, y entrar o salir de una vivienda es una odisea. Ojalá no se produzca un terremoto o incendio, porque correr en medio de un aprieto puede ser funesto.

La delincuencia y la sensación de miedo o inseguridad desgarran la sociedad. Disminuye la confianza en los demás, atrofia la camaradería social y la gente se torna intolerante o miserable.

No siempre hay absoluta correspondencia entre los hechos delincuenciales y la sensación de miedo, pero la percepción de inseguridad que circunda indica que la delincuencia, sea mayor o menor de lo que se dice, atemoriza mucha gente.

De hecho, datos de encuestas en el país muestran que la sensación de inseguridad es mucho mayor que la realidad delincuencial, y es normal, porque, por ejemplo, un asalto no solo atemoriza a las víctimas directas, también a quienes se enteran.

En la sociedad dominicana se ha producido simultáneamente un aumento de la delincuencia callejera, del narco y microtráfico, baja confianza en la Policía, una sensación de desprotección pública, un aumento en las expectativas de bienestar con limitadas opciones de movilidad social, y un aumento de medios y redes que propagan información y desinformación.

Este es un terreno fértil para gestar una fuerte sensación de inseguridad en la ciudadanía.

Ante la desprotección pública, la gente ha recurrido a soluciones privadas. Los que tienen recursos enrejan sus viviendas, contratan guachimanes o serenos, adquieren armas de fuego o se van del país. Los pobres quedan expuestos al peaje barrial, a menos que se organicen bien para contener la criminalidad.

Cada episodio delincuencial en cualquier estrato social se convierte en reforzador de la sensación de miedo, del encerramiento en el espacio privado, y de las urgencias de protección personal.

Cada incidente delictivo trae una historia, ya sea que alguien muestre arañazos porque le halaron la cadena, o perdió toda la documentación porque le llevaron la cartera, o le robaron la yipeta, o un trepador subió al quinto piso en un edificio.

Los medios de comunicación son productores y reproductores del miedo. Las imágenes y reportajes escenifican la sumatoria de incidentes violentos: muertos, heridos y asaltados constituyen material periodístico que generan pánico colectivo. La realidad del drama se fusiona con el sensacionalismo y se magnifica el miedo.

El encerramiento individual llevado al plano colectivo convierte las ciudades y barrios en espacios vacíos, tenebrosos, que se hacen aún más propicios para la delincuencia.

Los gobiernos anuncian programas de combate, la policía es con frecuencia inepta o cómplice, y el espacio urbano se torna tierra de nadie para concretizar la realidad y el discurso del miedo.

Las medidas claves para enfrentar la delincuencia se conocen, lo difícil es aplicarlas. Aquí las enuncio: oportunidades educativas y laborales para jóvenes en condiciones socioeconómicas vulnerables, una policía patrullera efectiva y honesta, y adecuada iluminación en las calles. Manos a la obra a ver qué se logra.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/delincuencia-y-miedo/