Ventanas en el Espacio

VENTANAS EN EL ESPACIO

Santiago – Puerto Plata: ¡una barbaridad! septiembre 26, 2018

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 10:00 am

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 26 de septiembre de 2018 en el periódico HOY 

Por años y años, las autoridades dejaron deteriorar las dos carreteras que unen a Santiago y Puerto Plata, la de Navarrete y de la Cumbre. Al llegar a muy mal estado, comenzaron a repararlas y en eso llevan varios años sin que se vislumbre el fin. Van a cuentagotas, como si estuvieran abriendo nuevos surcos por terrenos impenetrables en una zona remota.

El pasado fin de semana, que fue largo, en medio de las reparaciones, no había suficientes policías ni representantes del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) para organizar el tránsito, o dar respuesta rápida si se presentaba algún problema.

El sábado se armó tremendo tapón en la carretera vía Navarrete, después del túnel. Allí estuve atrapada y vi poquísimos policías. De los pocos que había, solo dos hacían un intento por desbloquear el entaponamiento a un lado y otro de la carretera.

Es verdad que los choferes no ayudan porque en su desesperación forman tres líneas donde solo debe haber una, pero faltaba la presencia de la fuerza pública. Por ahí hay pueblos con destacamentos de policías que debieron estar prestos para intervenir. De hecho, siempre me ha extrañado porqué, con frecuencia, veo muchos policías y guardias donde no hacen falta, y pocos donde sí se necesitan. ¡Incomprensible!

Mientras en la zona este del país se han construido grandes autovías por donde transitan pocos vehículos (tan pocos que las usan como pistas para correr a excesiva velocidad en violación a las leyes de tránsito); en la zona norte, y en particular, entre Santiago y Puerto Plata, ha predominado la negligencia gubernamental.

La ruta Santiago – Puerta Plata es de alto tránsito porque hay muchos poblados intermedios, se transporta mucha carga, y Santiago genera el mayor flujo de pasajeros hacia la zona de Puerto Plata. Estas son razones suficientes para tener excelentes vías de comunicación entre esas dos ciudades. ¡Pero no! Tanto la carretera por Navarrete como por la Cumbre están en pésimo estado. ¡Una barbaridad!

Esto ha generado múltiples accidentes, mayores costos en el transporte, reducción del turismo entre Puerto Plata y Santiago, huelgas en los poblados, y polvareda por años que afecta la salud de los habitantes cercanos a las carreteras.

Es cierto que la zona montañosa dificulta los trabajos de reconstrucción, pero eso no explica la lentitud y la desidia con que se realizan las reparaciones. El Metro de Santo Domingo era difícil de construir y se hizo en tiempo récord.

A diferencia del turismo del este, que es un turismo de plantación; es decir, los turistas llegan, se internan en sus hoteles de playas “privadas”, consumen dentro, y tienen poquísimo contacto con la población dominicana (ni siquiera Higuey ha progresado), en la zona de Puerto Plata hay un turismo más integrado a los pueblos. De ahí que una buena carretera entre Puerto Plata y Santiago contribuiría también a aumentar el flujo de turistas en la región del Cibao.

Pero la razón fundamental para terminar rápidamente esas carreteras es que por ambas se transporta mucha población dominicana y mucha carga.

En general, los gobiernos del PLD han destinado pocos recursos al interior del país en comparación con el Gran Santo Domingo, y uno de los ejemplos más evidentes de la distorsión es el mal estado, por muchos años, de las dos carreteras que unen a Santiago y Puerto Plata. ¡Dan vergüenza!

Es tiempo de que el Gobierno termine de reconstruir esas carreteras, ambas de suma importancia para la región norte.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/santiago-puerto-plata-una-barbaridad/

 

 

PLD: Estado asistencial y el poder electoral septiembre 19, 2018

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 12:56 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 19 de septiembre de 2018 en el periódico HOY 

Con frecuencia se escucha decir que el nivel de aprobación de la gestión gubernamental es producto de una estrategia mediática de anuncios y bocinas. Quienes así piensa asumen que al decirlo la población mediáticamente engañada se dará cuenta del cuento.

Ese argumento tomó mayor relevancia en el primer cuatrienio de la gestión de Danilo Medina por los altos niveles de aprobación que registró, y a la fecha, a pesar del impacto negativo de los escándalos de corrupción, la aprobación del Gobierno, aunque ha bajado significativamente con relación al período 2012-2016, no se ha desplomado, según muestran las encuestas.

El planteamiento de que la aprobación depende de una estrategia mediática asume que el pueblo es fácilmente engañado y manipulado.

Si así fuera, el trabajo de la oposición hacia el 2020 sería fácil. Solo tendrían que buscar muchas “bocinas” para criticar el Gobierno y convencer al pueblo.

La situación es, sin embargo, más compleja; y si la oposición no lo entiende, va a desperdiciar otra oportunidad.

El anclaje del PLD en el poder se debe fundamentalmente a dos factores: la relativa estabilidad macroeconómica que ha tenido el país post-2004, y la expansión del Estado asistencial.

La relativa estabilidad macroeconómica se refiere, en términos sencillos, a que los precios aumentan, pero no de manera estrepitosa, y la devaluación del peso se produce, pero no de manera vertiginosa. No quiere decir que la mayoría de las familias dominicanas estén boyando en dinero, ¡No! Lo que quiere decir es que no hay un ambiente de caos económico.

Por otro lado, desde que el PLD volvió al poder en el 2004, impulsó la expansión de un conjunto de programas sociales y subsidios; y con el ascenso de Danilo Medina a la presidencia, se aceleró. En el Estado asistencial hay un aumento en la inversión pública destinada a servicios sociales y programas de apoyo en infraestructura.

El buque insignia es la asignación del 4% del Producto Interno Bruto (PIB) a la educación, lo que ha permitido la construcción de muchas escuelas y la tanda extendida que ofrece desayuno, merienda y almuerzo a los estudiantes que permanecen en las escuelas hasta las 4:00 p.m. Es un subsidio significativo a las familias de escasos recursos que envían sus hijos a las escuelas públicas.

Los programas de Solidaridad son diversos y se han ampliado en los últimos años, abarcan unas 800 mil familias: comer es primero, bono gas, bono luz, tarjeta estudiantil, etc. SeNaSa actualmente tiene unos 3.5 millones de personas en el seguro de salud subsidiado (los pobres). El Estado tiene una empleomanía supernumeraria para satisfacer las amplias clientelas de diferentes estratos sociales. Muchos de estos beneficiarios tienden a votar por el partido que ellos piensan los benefició.

Hay un aparataje mediático, ¡Sí! Pero la relativa estabilidad macroeconómica y el Estado asistencial lo sustentan.

Eventualmente, el Estado asistencial enfrentará dificultades, probablemente, por una crisis de deuda externa. Cuando eso suceda, no sabemos cuándo, el PLD, e’ pa’ fuera que va.

Mientras esa crisis llega, la tarea principal de los partidos de oposición es encontrar formas innovadoras de enfrentarse a un PLD que ha gestado amplios apoyos electorales en los sectores populares con el Estado asistencial.

Si no, la mayoría de la oposición seguirá siendo, como ha sido, socio minoritario de la llamada corporación PLD. Ojo: la mayoría de los partidos registrados en la Junta Central Electoral están o han estado en las alianzas con el PLD de 2004 a 2018.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/pld-estado-asistencial-y-el-poder-electoral/

 

No es un Estado teocrático, ¡aprueben las causales ya! septiembre 12, 2018

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 8:06 am

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoloes 12 de septiembre de 2018 en el periódico HOY 

Debería avergonzar a los legisladores dominicanos, que siendo el año 2018, sigan barajando la aprobación del nuevo Código Penal por las tres causales del aborto, disque amedrentados por las iglesias. Porque estemos claros, puritanismo religioso no es.

En América Latina solo quedan cuatro países donde se prohíbe totalmente el aborto: Honduras, El Salvador, Nicaragua y la República Dominicana. En buena compañía no anda este país.

Honduras y El Salvador han sido gobernados, la mayor parte de su historia, por militares y ultraderechistas. Nicaragua tenía despenalizado el aborto por causales, hasta que el izquierdista Daniel Ortega negoció con las iglesias penalizar el aborto para que lo dejaran implantar su mini dictadura.

En la República Dominicana, donde supuestamente existe una democracia, parece que muchos legisladores no se han percatado. Siguen en sintonía con Trujillo y Balaguer.

Aprobar las causales no significa que se obligue a nadie a hacerse un aborto. Significa que se podrá hacer sin riesgo de ir a la cárcel para el personal médico y la mujer embarazada, en tres situaciones específicas: 1) cuando peligra la salud o vida de la madre, 2) en caso de violación e incesto, o 3) cuando el embarazo sea científicamente inviable.

¡Es sensato! ¿O no? Solo mentes arcaicas, entronadas en el poder masculino feudal pueden argumentar en contra de que se pueda interrumpir un embarazo en esas situaciones.

En un artículo anterior plantee lo siguiente, que repito.

Desde la Edad Media, las sociedades que han intentado acercarse a la modernidad y alcanzar algún tipo de democracia protectora de derechos, han tenido que contener el poder de las religiones.

¿Por qué? Se supone que las religiones existen para hacer el bien, para acompañar en momentos de dificultad, para comprender. El problema es que, con frecuencia, su propósito es imponer un dogma, y los dogmas son rígidos, atan, obligan.

El cristianismo y el judaísmo, al emigrar a Europa, tuvieron que hacer algunas adaptaciones en las democracias emergentes; dejar que los parlamentos, presionados por los pueblos, otorgaran derechos. Estados Unidos tuvo que declararse acogedor de todas las religiones, sin que ninguna predominara, para desarrollar un Estado moderno. Los países musulmanes no salen de un tollo por el poder omnímodo de la religión y las teocracias; pero hasta en esos países se han aprobado las causales.

Los seres humanos han vivido a expensas de las religiones por razones entendibles. Las religiones prometen la salvación en el más allá, ilusión potente. Todos queremos redención, creer que hay otra vida. Nos cuesta aceptar que somos finitos, que moriremos.

Pero en la República Dominicana, se supone, no hay un Estado teocrático. En eso tienen que enfocarse los legisladores para que entiendan que su función no es legislar a favor de los jerarcas de las iglesias, sino a favor de los derechos de la población.

Repito, aprobar las causales no significa que nadie tenga que hacerse un aborto. Significa que, en las tres situaciones indicadas, cuando la mujer lo necesite, puede hacerlo.

He dicho reiteradas veces, en distintos contextos, que en política no hay consenso. Se libran batallas. El tema del aborto no se puede conciliar con los jefes masculinos de las iglesias porque ellos no tienen interés en otorgar derechos a las mujeres, aunque las iglesias están llenas de mujeres.

Los legisladores dominicanos enfrentan otra vez la disyuntiva: legislan para complacer a los jerarcas de las iglesias, o legislan a favor de los derechos de las mujeres. Así de simple. ¡Elijan ya!

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/no-es-un-estado-teocratico-aprueben-las-causales-ya/

 

Septiembre 2018: y la oposición, ¿dónde está? septiembre 5, 2018

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 3:51 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 5 de septiembre de 2018 en el periódico HOY 

Al comenzar el mes de agosto escribí un artículo con el mismo título, y una diferencia: el mes. Comencé ese artículo diciendo: “Estamos a menos de dos años de las elecciones municipales, legislativas y presidenciales de 2020. El calendario sería razón suficiente para que existiera ya una alternativa de oposición bien posicionada. ¡Pero no! La oposición sigue en su atolladero”.

Es cierto que al PLD le conviene proclamar que la oposición es débil. Pero asumir que no es débil sería catastrófico para la misma oposición. Por eso, mejor comprender su debilidad que negarla o evadirla.

Al llegar septiembre hay una novedad: en agosto se aprobó la Ley de Partidos. Las principales fuerzas partidarias votaron en el Congreso a favor de ese viejo objetivo. Solo se opusieron los leonelistas y varios partidos minoritarios. En la opinión pública, llevaron la voz cantante en contra los políticos afines a Leonel Fernández, que esperan su retorno como candidato del PLD para volver a la alianza peledeísta (son opositores circunstanciales).

La idea de que el PRM encabezará una gran alianza opositora luce en septiembre más distante que en agosto, no solo porque se quebró el llamado “bloque opositor” por las disputas sobre la Ley de Partidos, sino también porque el PRM no ha logrado aún proyectar una imagen de partido unificado. Hipólito Mejía y Luis Abinader andan cada uno por su lado, un lujo que no pueden darse. Hay un gran trillo por delante.

Una alianza opositora necesita por lo menos tres elementos que la viabilice: 1) el imán de un partido o movimiento que la motive y articule, 2) la renuncia de los posibles aliados al protagonismo de la candidatura presidencial, y 3) un programa político con algunos ejes en común que cautive un segmento importante de la ciudadanía.

Si hay tanto descontento con el Gobierno y el PLD, como se dice, ¿por qué no se concreta esa alianza opositora ya?

Pienso que la explicación radica en que la instalación del Estado asistencial durante las presidencias del PLD, y la expansión de los tentáculos del Estado en los últimos 15 años, han convertido incluso a la oposición en clientes del Estado. La hegemonía del PLD, en un país como la República Dominicana, sin grandes fuerzas sociales de choque y de larga tradición clientelar, ha disminuido los contrarios.

Muchos no se dan cuenta y asumen que la política dominicana actual es similar a la de décadas anteriores. Pero no. Hay cambios importantes.

Primero, más de la mitad de la población se beneficia de programas sociales como la tanta escolar extendida, Solidaridad, SeNaSa, circuitos modernos de transporte con el Metro y el teleférico, y viviendas subsidiadas. Esos programas garantizan un colchón de apoyos al PLD en los sectores populares, que solo se desfondará con una crisis económica que obligue a la austeridad gubernamental.

Segundo, la clase política en general, depende del Estado a través de empleos, asesorías, negocios, obras públicas, pensiones, etc. El PLD comesolo de fines de la década de 1990 se convirtió en el PLD cafetería. Hasta para ganar elecciones, algunos candidatos de la oposición cuentan con el apoyo del Gobierno.

Esa oposición contaminada, por más que se queje y cacaree, no genera encantos ni esperanzas en amplios segmentos de la población; y el PLD, aunque harte e indigne, es el proveedor de muchos votantes y de muchos políticos.

Por eso el desencanto de la ciudadanía no produce un realineamiento electoral de un partido a otro, sino un aumento de la desafección partidaria.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/septiembre-2018-y-la-oposicion-donde-esta/