Ventanas en el Espacio

VENTANAS EN EL ESPACIO

Del crecimiento a la estrechez: dilema del Gobierno enero 27, 2021

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 11:07 am

Rosario Espinal

Artículo publicado en el periódico HOY el miércoles 27 de enero de 2021 

Aunque el capitalismo genera sus crisis con frecuencia, se puede decir que, en las dos primeras décadas del siglo 21, en general, el mundo vivió un período de crecimiento económico que, por un lado, mejoró las condiciones de vida de mucha gente, y por otro, aumentó las desigualdades.

En la República Dominicana, aunque mucha gente no cree que hay un segmento importante de la población en estratos de capas medias, los datos económicos y la autoidentificación de la ciudadanía (antes de la pandemia) sí lo indican.

La consolidación de la clase media dominicana, aunque con vulnerabilidad, se debió al crecimiento general de la economía en el periodo 2005-2019, unido al acceso al crédito internacional y la ampliación de programas sociales que sacaron gente de la pobreza.

La autoidentificación de clase es particularmente reveladora del sentido de movilidad social de los dominicanos. En el 2018, la encuesta de Latinobarómetro preguntó a los encuestados si se consideraban pertenecientes a la clase alta, clase media o pobre. El 42% se identificó como clase media y el 17% como clase alta (el promedio para toda la región fue 37% y 8% respectivamente).

El porcentaje dominicano de autoidentificación de clase media no está muy lejos del porcentaje de la población por estratos de ingresos medios que ofreció la CEPAL para la República Dominicana en su informe de 2019 (37.9%), pero sí del 0.4% en estrato alto.

El COVID-19 ha dado un golpe mortal al proceso de crecimiento económico en la República Dominicana y muchos otros países. Las medidas de confinamiento han llevado al cierre de muchos negocios y a la pérdida de empleos que han impactado negativamente en los ingresos.

En la medida que se controla la expansión del virus reabren los negocios, pero hay sectores de la economía que permanecerán rezagados por buen tiempo. Un ejemplo es el turismo y los negocios conexos, ya que, el flujo de turistas internacionales depende no solo de lo que ofrezca la República Dominicana, sino también de las condiciones en los países emisores de turistas donde la pandemia ha golpeado duro.

Por otro lado, no se sabe todavía el efecto sicológico que tendrá la pandemia en la actitud hacia el consumo. Unos plantean que vendrán años de exuberancia y consumismo como ocurrió en la década de 1920, después de la pandemia conocida como la gripe española; mientras otros pronostican que los consumidores serán más cautelosos por un tiempo.

Sin duda, en épocas de achicamientos de la economía privada, el Estado juega un papel vital en la distribución de recursos. Así sucede actualmente en muchos países, incluida la República Dominicana.

El problema radica en que, al caer las recaudaciones por la ralentización de la economía, el Gobierno acude a mayor endeudamiento, que, eventualmente, pasa factura al país, en tanto los acreedores comenzarán a requerir aumentos de impuestos para asegurar el pago de la deuda y poder prestar más. Y, mayores impuestos significan menor disponibilidad de recursos para la población, que ya está siendo duramente castigada por la pandemia. Este ciclo da cuenta del paso a la estrechez.

El dilema del Gobierno dominicano actualmente consiste en que, si disminuye gastos para moderar el nivel de endeudamiento, profundiza la recesión. Pero si aumenta los gastos con más endeudamiento para promover la recuperación económica, más adelante, el país podría enfrentar una crisis de deuda externa que también genera recesión. Ambos escenarios son devastadores para las capas medias que en años anteriores crecieron.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/del-crecimiento-a-la-estrechez-dilema-del-gobierno/

 

Incesto y violación sexual: ¿crimen o acción de Dios? enero 20, 2021

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 5:52 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 20 de enero de 2021 en el periódico HOY 

La República Dominicana lleva más de 20 años discutiendo las situaciones específicas en que debe permitirse que la mujer decida si continúa o no con un embarazo. Tres son las situaciones que se han considerado más apremiantes para incluir en el Código Penal: 1) cuando hay riesgo de salud y vida para la embarazada, 2) cuando se ha comprobado científicamente que no hay posibilidad de vida para la criatura fuera del vientre, y 3) cuando el embarazo es producto de un incesto o violación sexual.

Las organizaciones que trabajan a favor de los derechos de las mujeres, y más de la mitad de la ciudadanía según varias encuestas, plantean que se permita a la mujer decidir si continua o no con un embarazo en una de las tres situaciones indicadas (las llamadas tres causales del aborto).

Por el contrario, las jerarquías de las iglesias católica y evangélicas promueven que el aborto sea totalmente penalizado. Es decir, que la mujer embarazada no tenga posibilidad de decidir en ninguna circunstancia.

Me concentro aquí en la tercera causal mencionada: incesto o violación sexual.

El argumento a favor de que se despenalice el aborto en esa circunstancia parte de que el incesto y la violación sexual son actos criminales que afectan negativamente a la mujer física y emocionalmente. Por tanto, la mujer víctima (sea mayor o menor de edad) debe tener derecho a decir si prosigue o no con un embarazo producto de ese delito.

El argumento en contra parte de que siempre debe preservarse la concepción, aún haya sido producto de un incesto o violación, porque la concepción es obra de Dios. Es decir, si es acción divina, la mujer nunca debe tener derecho a interrumpir un embarazo.

Este planteamiento en contra del derecho a decidir de la mujer lleva a dos tipos de cuestionamiento: uno legal y otro religioso.

El legal puede iniciarse con una pregunta: si el incesto y la violación sexual se consideran delitos que conllevan sanción legal, ¿por qué el producto de ese crimen debe adquirir un estatus de protección superior, obligándose a la mujer a mantener el embarazo?

Por lógica de simple legalidad, la embarazada debería tener el derecho a decidir si interrumpe o no el embarazo. Si carece de ese derecho, entonces la mujer sería víctima dos veces: primero por incesto o la violación, y segundo por tortura al obligársele a mantener un embarazo impuesto.

El cuestionamiento al argumento religioso es el siguiente: si la mujer no debe tener derecho a decidir porque la concepción siempre emana de Dios, ¿quiere decir entonces que Dios es patrocinador de la consecuencia de un acto criminal? ¿Cómo justificar teológicamente esta monstruosidad?

El movimiento a favor de las tres causales en la República Dominicana busca que el Código Penal, donde se penaliza totalmente el aborto, permita de manera explícita que la embarazada pueda decidir si continua o no con un embarazo en las tres condiciones citadas, incluida la situación de incesto o violación.

En la discusión del proyecto de nuevo Código Penal, los actuales legisladores y el presidente Luis Abinader se enfrentarán (como otros antes que ellos) a esta importantísima decisión: establecer un sistema de opresión absolutista contra las mujeres, obligándolas a mantener todo tipo de embarazos, o permitir el aborto en tres condiciones específicas.

Nadie en el Estado Dominicano puede alegar a estas alturas ignorancia o confusión sobre las tres causales del aborto, ya el tema ha sido bastante debatido. Es hora de tomar decisiones.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/incesto-y-violacion-sexual-crimen-o-accion-de-dios/

 

Neoconservadurismo en Estados Unidos: 1980-2020 enero 13, 2021

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 1:14 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 13 de enero de 2021 en el periódico HOY 

Las décadas de 1960 y 1970 fueron de grandes convulsiones sociales y políticas en Estados Unidos y también de reformas para incorporar demandas de diversos sectores sociales, en particular, de los negros y las mujeres.

Pensadores conversadores como Samuel Huntington plantearon que esos movimientos sociales constituían una amenaza para la democracia porque el sistema político no tendría capacidad de acomodar tantas demandas, y esa incapacidad generaría más insatisfacción. De ahí, según él, la necesidad de contener las demandas.

A partir de la presidencia de Ronald Reagan (1980-1988), el Partido Republicano asumió el proyecto neoconservador con tres pilares: económico, sociocultural y geopolítico.

En el plano económico se asumió el neoliberalismo que resaltó la necesidad de reforzar el mercado versus el Estado; eso implicaba, entre otras medidas, menores impuestos y menos gastos sociales. La agenda sociocultural se enfocó en impulsar valores tradicionales religiosos para limitar los derechos de las mujeres al aborto y de igualdad civil para la comunidad LGBT. La agenda geopolítica consistió en restablecer el dominio de Estados Unidos en el mundo, en relación, en aquel entonces, a la Unión Soviética.

Durante el gobierno de Reagan se afianzó la agenda económica-neoliberal y la agenda geopolítica que culminó con la caída del Muro de Berlín en 1989 y la desintegración de la antigua Unión Soviética. Luego, en los gobiernos de los dos Bush, se impulsaron varias guerras.

La agenda sociocultural ha sido más difícil de materializar por la fortaleza que adquirió el movimiento de mujeres y el movimiento LGBT. De ahí el afán de los grupos religiosos conservadores en colocar en las cortes jueces afines para que legislen a favor de sus causas. Los blancos evangélicos han constituido un bloque electoral vital del Partido Republicano.

El neoconservadurismo ha dominado la política de Estados Unidos en los últimos 40 años, a pesar de que hubo dos presidencias del Partido Demócrata: la de Bill Clinton (1992-2000) y Barack Obama (2008-2016). Bill Clinton pudo llegar al poder por la recesión económica de 1990-92 y la candidatura presidencial independiente de Ross Perot que dividió el voto conservador. Obama llegó al poder en medio de la crisis financiera de 2007-08 y la creciente oposición a la guerra de Irak que debilitó a George W. Bush.

Tanto Clinton como Obama lograron reelegirse porque durante su primer mandato mejoró sustancialmente la economía. O sea que, no es cierto que a la economía de Estados Unidos le va mejor con gobiernos republicanos.

Obama cautivó políticamente las fuerzas progresistas, pero no las movilizó desde el poder. Donald Trump, por el contrario, cautivó y movilizó las fuerzas conservadoras con un liderazgo hiper personalista, y un discurso estridente y divisionista a través de las redes sociales. Así forjó un culto a su persona que le permitió controlar el Partido Republicano.

Durante el gobierno de Trump, los movimientos de derecha se empoderaron y radicalizaron (por eso el asalto al Capitolio) y se amplió el abanico de temas contenciosos. El discurso de nacionalismo económico de Trump, que genera apoyos internos, llevó a una confrontación con China; la antinmigración se fundamentó en una retórica xenófoba, sobre todo, contra los latinos; y el ataque a los medios de comunicación que le adversaron fue sello distintivo.

La forma destructiva en que termina la presidencia de Trump abre al Partido Demócrata la posibilidad de establecer una nueva narrativa política e impulsar políticas públicas más incluyentes que permitan superar el neoconservadurismo predominante en los últimos 40 años, generador de grandes desigualdades. Queda por ver si el Partido Demócrata lo hará.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/neoconservadurismo-en-estados-unidos-1980-2020/

 

Indignación, redes sociales y democracia enero 6, 2021

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 12:58 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 6 de enero de 2021 en el periódico HOY 

Establecer y preservar un sistema democrático ha sido difícil en todos los tiempos y en todas las sociedades, no menos en los países de América Latina donde las modalidades de capitalismo excluyente y las tradiciones culturales dificultan el avance.

En los últimos años hay un nuevo factor a considerar: las redes sociales que constituyen plataformas de expresión y agitación política. Entre muchos usuarios, la indignación es la tónica y las redes son un cuadrilátero de lucha libre para millones de personas.

La indignación puede ser generada por un descontento persistente ante determinado tema, una demanda no satisfecha, o simplemente por la agitación constante que producen operadores de las redes con el objetivo de generar seguidores para determinada causa o sus propios intereses.

Los medios tradicionales como periódicos, radio y televisión siguen generando información y opiniones que circulan también en las redes, contribuyendo a que un amplio espectro de personas opine e incida. Lo nuevo es que en la última década ha entrado un contingente de opinantes a la esfera pública que antes solo tenían el espacio privado para expresarse.

En el año 2019, la encuesta del Barómetro de las América indagó sobre el uso de redes sociales y algunas actitudes políticas en la región, incluida la República Dominicana. Se encontró que 68.2% de la población dominicana encuestada usaba WhatsApp, 61.9% Facebook y 9.5% Twitter.

Los usuarios promedios de las redes sociales en la República Dominicana son adultos jóvenes de 35 años o menos, que viven en la zona urbana, tienen mayor nivel educativo y mayor nivel socioeconómico. No hay brecha de género detectable en el uso de WhatsApp y Facebook, pero sí en Twitter, donde más hombres que mujeres participan.

En actitudes políticas se encontró que, a mayor frecuencia en el uso de redes, mayor tendencia a la tolerancia política y apoyo a la democracia, pero mayor insatisfacción con el funcionamiento de la democracia y menor confianza en las instituciones públicas.

Muchos usuarios de redes no buscan necesariamente temas políticos, pero por ahí circulan y están expuestos. Esto genera la idea de que la gente que participa en redes está más informada; sin embargo, la información puede ser manipulada y cargada de intereses particulares.

El periodismo tradicional no tiene vacuna de imparcialidad, pero al estar estructurado en empresas identificables con ejecutivos que toman decisiones, necesita mostrar mayor responsabilidad civil por temor a las demandas. Las redes, aunque son manejadas por grandes empresas, no asumen mucho control de lo que circula bajo el argumento de que son instrumentos comunicativos de todos.

Un objetivo clave de quienes desean ser influenciadores en temas de corte político es generar controversia e indignación, porque la emotividad es un factor clave para tener adeptos.

Desde su surgimiento, la opinión predominante ha sido que las redes sociales amplían la participación democrática. Es cierto, pero ojo: la democracia se concibió como un sistema político donde la sociedad se movería hacia mayores niveles de información, reflexión y racionalidad para gestar el bien común. Las redes, aunque abren canales de expresión a muchas personas, subvierten ese objetivo democrático, en tanto producen un caudal de opinión política fácilmente manipulada, aun por desconocidos que no se identifican o usan robots para movilizar la opinión pública.

A la lista de desafíos que enfrentan las democracias actualmente hay que agregar la manipulación a gran escala de la opinión de la ciudadanía por parte de una diversidad de operadores mediáticos, con propósitos diversos, que dominan las redes sociales.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/indignacion-redes-sociales-y-democracia/