Ventanas en el Espacio

VENTANAS EN EL ESPACIO

¿Son los hombres más inteligentes? ¿Más capaces? May 30, 2018

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 9:37 am

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 30 de mayo de 2018 en el periódico HOY 

En pleno siglo 21, en la inmensa mayoría de los países, los presidentes o primeros ministros son hombres. En la República Dominicana no ha habido una mujer presidenta.

En la inmensa mayoría de los países predominan los hombres en los congresos. En la República Dominicana, el 91% de los senadores y el 72% de los diputados son hombres.

En la inmensa mayoría de los países predominan también los hombres en los gobiernos municipales. En la República Dominicana, el 88% de los alcaldes y el 92% de los directores de distritos municipales son hombres, y en las regidurías, el 68%. En la segunda posición (vicealcaldes y subdirectores de distritos), predominan las mujeres porque hay cuota de alternancia. ¡Las mujeres van de segundonas!

Actualmente, en el gabinete ministerial de la República Dominicana, solo el 13% son mujeres, y solo el 16% son gobernadoras provinciales. Es evidente que las mujeres cuentan poco en estas designaciones que hace el presidente de la República, a pesar de que un porcentaje mayor de mujeres que de hombres ha votado por el PLD desde el año 2004. ¡Las mujeres a la porra!

Los críticos de la cuota femenina plantean su desacuerdo con ese mecanismo porque consideran que es injusta para los hombres, que en los partidos no hay suficientes mujeres capaces, o que las cuotas femeninas imponen límites de cantidad a las mismas mujeres. Son todas excusas para seguir bloqueando a las mujeres.

Los datos arriba revelan que solo donde hay cuota porcentual de nominaciones  por circunscripciones (diputados y regidores) se ha logrado aumentar la representación de las mujeres.

Donde las candidaturas son uninominales, como en el caso de los senadores, alcaldes y directores de distritos municipales, los hombres predominan abrumadoramente, aun cuando haya cuota de alternancia como en las alcaldías y los distritos municipales.

¿Cuál es la razón de este desbalance de género en las posiciones de poder político si las mujeres son la mitad de la población? ¿Son los hombres más inteligentes que las mujeres? ¿Más capaces?

El argumento de que las mujeres tienen menos escolaridad que los hombres ya no se aplica. Desde la década de 1970, las mujeres han entrado en masa a las escuelas, a las universidades y al mercado laboral. El interés de las jóvenes en obtener un grado universitario se debe precisamente a que saben bien que sin esa credencial les sería mucho más difícil obtener un trabajo y mejorar su situación socioeconómica.

Pero a pesar de esos cambios, el avance en la política y en otras esferas de alta decisión ha sido muy lento para las mujeres. Los hombres siguen predominando en la dirección de la inmensa mayoría de las instituciones: en las altas posiciones del gobierno (sean electivas o designadas), en las altas posiciones de los partidos, las empresas, las iglesias, e incluso de muchas organizaciones de la sociedad civil.

Los ataques a la cuota de mujeres en la esfera pública buscan dilatar aún más el ascenso de las mujeres a los mecanismos más importantes de toma de decisión. Y en la política, los partidos son el principal retranque para el ascenso de las mujeres. Los hombres copan las posiciones de dirección partidaria, y, por ende, son mayoritariamente postulados a los cargos electivos y nombrados en los cargos designados. Eso sirve para seguir excluyendo a las mujeres y para desmotivarlas a participar en política.

El estudio “Más mujeres, más democracia” muestra que cuando se postulan mujeres, la ciudadanía vota por ellas. ¡Basta ya de excusas machistas! Los partidos tienen que democratizarse.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/son-los-hombres-mas-inteligentes-mas-capaces/

 

En política no hay consenso: se gana o se pierde May 23, 2018

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 2:59 pm

Rosario Espinal

Articulo publicado el miércoles 23 de mayo de 2018 en el periódico HOY 

La política es lucha de poder. Se lucha por ideas y por recursos. Si existiera consenso sobre un tema dejaría de ser político. La política se trata de diferencias enfrentadas.

Mucho se escucha la palabra consenso y la necesidad de alcanzarlo para resolver diversos asuntos de interés político o económico. Se pide consenso para la Ley de Partidos, para el Pacto Fiscal, etc., etc., etc.

Pues resulta que en política no hay consenso. Se logran acuerdos cuando un sector no logra su objetivo, y las consecuencias de persistir en el mismo camino son muy arriesgadas o claramente negativas. Entonces se busca un acuerdo para no perderlo todo.

Tomemos por ejemplo la Ley de Partidos, que lleva casi dos décadas floreteando en el Congreso. El verdadero meollo es el financiamiento, del que poco se habla porque hay acuerdo de antemano. Ningún partido quiere regulación estricta del financiamiento. No aparecen grandes diferencias partidarias.

Cuando la Ley de Partidos se promulgue (algún día), será obvio que es ligera en el tema del financiamiento. Algunos se quejarán de la falta de control y el pataleo no pasará de ahí.

Pero ojo: la regulación del financiamiento es la clave para resolver muchos otros problemas de la desigualdad y el desorden en las campañas electorales, incluidas las manoseadas primarias.

Como el financiamiento no ha sido objeto central de controversia entre los políticos, apareció el debate sobre la modalidad de primarias: que si cerradas, abiertas o semi. En ese dime y te diré llevamos unos dos años.

Se abre ahora un nuevo capítulo en la búsqueda del “consenso”. Una carta del presidente Danilo Medina llama a formar una comisión bicameral (otra más), y se quitó nueva vez el poder de decisión a cada legislador a favor de la negociación. Ya no será la “conciencia” individual de los legisladores que llevará a una decisión, como había proclamado hace unas semanas el Comité Político del PLD.

En la realpolitik esta es la situación: el juego sobre las primarias se trancó cuando en la Cámara de Diputados los números de ningún bando alcanzaron para imponer una modalidad de primarias determinada. Cada grupo de legisladores se mantuvo fiel a su líder. Hasta ahí llegó la “conciencia”. Divididos en cuatro grupos, aunque se juntaran en dos bandos, nadie logró las dos terceras partes requerida para que un grupo saliera victorioso en su versión de primarias. El Proyecto de Ley pasó entonces al limbo (una comisión).

En este momento, si uno de los grupos no se rinde, no habrá “consenso”. Parece que le tocará ceder al presidente Danilo Medina porque casi toda la oposición partidaria (dentro y fuera del PLD) se opone a las primarias abiertas y simultáneas con el padrón de la Junta Central Electoral (JCE). Hasta las jerarquías de las iglesias cantaron ¡bingo!

Dejar que cada partido elija el tipo de primarias que desee parece ser la forma de lograr el clamado “consenso”. Esa opción no es mejor ni peor que las primarias abiertas o cerradas, porque todos los tipos de primarias tienen sus pros y sus contras, pero destiende el ambiente político.

Si Danilo Medina opta por no empujar su modalidad preferida de primarias abiertas de manera que la aprobación de la Ley de Partidos avance, tiene aún dos opciones disponibles: echar el pleito dentro del PLD para establecer las primarias abiertas en su partido, o abandonar totalmente la idea de tener primarias abiertas y aparecer como el sacrificado que logró el reclamado “consenso”. Las cartas están en sus manos.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/en-politica-no-hay-consenso-se-gana-o-se-pierde/

 

Cuando caigan los partidos, ¿un pastor evangélico? May 16, 2018

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 5:18 pm

Rosario Espinal

Articulo publicado el miércoles 16 de mayo de 2018 en el periódico HOY 

En los últimos 25 años, una de las preguntas que más me han hecho es: ¿cuándo caerán los partidos del sistema para que surja algo nuevo? En el ánimo de quienes preguntan, creo que ha estado la idea de que los partidos del sistema no sirven y de las cenizas surgirá algo mejor.

Mi respuesta a través del tiempo fue que, a pesar de sus problemas, los principales partidos dominicanos perduraron porque calaron en el electorado; primero, por las luchas ideológicas que marcaron las décadas de 1960 y 1970, y segundo, por la expansión del clientelismo a partir de la década de 1980.

El colapso, siempre dije, no estaba cerca; y lo que venga después, también he dicho, no necesariamente será favorable para la construcción de un sistema democrático.

Hasta la fecha la realidad me ha dado la razón sobre el colapso: no estaba cerca. Pero ojo: ahora está más cerca que nunca, el sistema de partidos está en su peor momento.

El caudillismo y el clientelismo desataron divisiones en el PRSC y el PRD. La época de gloria electoral de ambos terminó. En el 2016 ninguno llegó al 6% de los votos, y no hay asomo de recomposición para el 2020.

El PRM, vehículo para canalizar el voto perredeísta en el 2016, arrastra serios problemas de articulación y continúa siendo un ensayo en suspenso.

Los partidos pequeños no han dado nunca muestra de crecimiento electoral y no ha surgido a la fecha ningún partido nuevo con enganche en la ciudadanía.

La Marcha Verde, que generó mucho entusiasmo, no ha logrado mantener energías suficientes para posicionarse eventualmente como una fuerza político-electoral.

El PLD, que formalmente se mantiene unido, enfrenta un significativo deterioro institucional por los escándalos de corrupción y las confrontaciones de liderazgos personalistas. Tiene la ventaja de estar en el poder y enfrentar una oposición esquelética, pero la opinión creciente en la ciudadanía de que el PLD es un nido de corrupción inflige una herida mortal al peledeísmo.

El colapso o no del sistema de partidos depende ahora de la capacidad de maniobra del PLD para mantener suficiente legitimidad política y seguir gobernando, y de que el PRM se fortalezca como opción opositora. ¡Inmensos desafíos ambos!

Si el sistema de partidos colapsa, ¿qué podría venir después? No hay forma de saberlo con certeza, pero algunos indicadores sirven de guía para imaginar el futuro.

Cuando un sistema de partidos colapsa, se genera un vacío institucional y el carisma toma prevalencia sobre las instituciones. Surge entonces una figura carismática que convoca la ciudadanía, y puede ir desde un ex militar a un comediante.

La posibilidad de que en la República Dominicana sea un militar es remota. La economía dominicana es muy abierta y carece de un recurso natural importante como el petróleo para sostener un nacionalismo económico. Un Trujillo aspira actualmente con mano dura, pero enfrentará serias dificultades por su origen.

La posibilidad de que surja un líder social con anclaje en las clases populares es remota porque no hay un movimiento obrero, ni campesino, ni indigenista fuerte.

Mi especulación es la siguiente: podría ser un pastor evangélico. Utilizan el discurso carismático-motivacional para captar feligresía y propagarse. Desde hace años los evangélicos incursionan en la política dominicana a nivel legislativo y municipal, y han penetrado los medios de comunicación.  Manejan microempresas religiosas y reciben donaciones internacionales. Articulan un discurso de conservadurismo social que podría calar en un pueblo de bajo nivel educativo como el dominicano.

¡Queden atentos! El fenómeno se propaga en América Latina.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/cuando-caigan-los-partidos-un-pastor-evangelico/

 

No es primarias ni democracia, es marrulla May 9, 2018

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 10:04 am

Rosario Espinal

Articulo publicado el miércoles 9 de mayo de 2018 en el periódico HOY 

Un sesudo debate sobre los tipos de primarias concluiría fácilmente con el argumento de cualquier tipo de primarias (abierta o cerrada) tiene ventajas y desventajas desde el punto de vista de la participación ciudadana y la logística. No hay nada perfecto en este mundo, y mucho menos en política. Las razones principales para defender un tipo u otro serían legítimas en lo político y en lo conceptual.

A favor de las primarias cerradas predomina el argumento de que beneficia la cohesión de los partidos (argumento legítimo). A favor de las primarias abiertas predomina el argumento de que beneficia la amplia participación de la ciudadanía en el proceso de selección de candidaturas (también un argumento legítimo). Ambos planteamientos tienen méritos conceptuales desde la teoría democrática. Y en la práctica, en unos países se usa el sistema de primarias cerradas y en otros abiertas. Incluso hay países como Estados Unidos donde el sistema de primarias varía de estado a estado, incluyendo una tipología diversa.

En la República Dominicana, si se pone atención a la discusión sobre el tipo de primarias a escogerse, se notará inmediatamente que la razón principal dada a favor o en contra de cada tipo es la marrulla.

Quienes defienden las primarias abiertas plantean que en las cerradas predominan los acuerdos de aposento, que los dirigentes partidarios deciden los candidatos por encima de las bases, y que los padrones están amañados. O sea, la marrulla de los dirigentes partidarios impide que el proceso de selección por parte de los miembros de los partidos se produzca democráticamente. Los dirigentes se imponen con sus triquiñuelas.

Quienes defienden las primarias cerradas plantean que en las primarias abiertas predominaría la compra de votos para incidir en la selección de candidatos, tanto dentro de un partido como en otros. O sea, la marrulla de los políticos se haría sentir para incidir en los resultados de la selección de candidatos dentro y fuera de sus partidos. Por ejemplo, el Gobierno utilizaría los recursos públicos para apoyar los candidatos preferidos en su partido y en los de oposición.

Así planteadas las cosas, no se puede hacer un ejercicio analítico razonable sobre qué tipo de primarias escoger para la República Dominicana, ni tampoco decidir si se establece de manera obligatoria igual para todos los partidos, o se deja la decisión del tipo de primarias a utilizar a cada partido.

Cuando la marrulla es un elemento determinante en la política, no hay forma de construir ni solidificar la democracia, no importa que leyes o dispositivos electorales se adopten. Si se hacen primarias cerradas, los principales dirigentes políticos incidirán de manera determinante mediante sus manipulaciones internas; y si se hacen primarias abiertas será igual. La diferencia será el universo de votantes a marrullar.

Como la política dominicana se ha caracterizado por la marrulla, lo que está entonces en juego actualmente es el tipo de marrulla a establecerse para escoger candidatos. Si las primarias son cerradas prevalecerá la marrulla dentro de cada partido; si las primarias son abiertas prevalecerá la marrulla dentro y fuera de cada partido.

El pleito entre los principales dirigentes políticos sobre las primarias es en torno a qué tipo de marrulla les beneficia más, y a estas alturas ya está claro. La posición de todos es conocida.

Si ningún bando logra imponer su tipo de primarias preferido en la Cámara de Diputados, la Ley de Partidos volverá a dormir en el valle de los caídos.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/no-es-primarias-ni-democracia-es-marrulla/

 

Haitianos, ¿cuántos hay? May 2, 2018

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 12:40 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 2 de mayo de 2017 en el periódico HOY 

Cada quien tiene su número preferido. La gente habla de un millón y hasta de dos millones de haitianos en la República Dominicana. ¿Pero dónde obtienen esa cifra? ¿Han hecho un censo o una encuesta? ¡No! ¡Nunca! Cautela: al ojo no hay forma de saberlo; sencillamente es imposible.

La Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI), la primera realizada en el 2012 y la segunda en el 2017, es el único instrumento con base metodológica científica que reporta el dato de cuántos haitianos hay en la República Dominicana. Ni siquiera el Censo Nacional de Población que realiza la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) cada 10 años, ha utilizado una metodología de tanta precisión y cuidado para contar la población inmigrante en el país.

Según los resultados de la ENI-2017 (que también realiza la ONE con el apoyo de organismos internacionales), en la República Dominicana hay una población estimada (léase bien, estimada, porque es una encuesta) de 570,933 inmigrantes (personas nacidas en el extranjero). De ese total, los haitianos son 497,825, equivalente al 87.2% de todos los inmigrantes.

Dado que en el país se ha generalizado la idea de que los haitianos pasan del millón y crecen exponencialmente, la cifra de 497,825 suena muy baja. Por eso se armó un reperpero hace varios días cuando se presentó un avance de los resultados de la ENI-2017.

La verdad es que nadie sabe exactamente cuántos haitianos hay en la República Dominicana. La ENI ha hecho el trabajo más sistemático para estimar la población inmigrante. Entonces, quien dude, tiene que realizar una encuesta de la magnitud de la ENI para demostrar lo contrario. Si no, todo es un bla, bla, bla.

Ese bla, bla, bla beneficia a los empleadores (Gobierno y empresarios privados) que se aprovechan de la mano de obra barata haitiana (ellos quisieran que el desorden continúe para perpetuar la gran explotación). Beneficia también a los políticos que hacen del tema haitiano su bandera de agitación patriótica sin aportar soluciones cuando han tenido cargos gubernamentales para hacerlo.

Si la ENI se equivocó en su metodología de investigación (porque esa sería la única explicación si las estimaciones son erradas), no se logra nada rebatiendo cuántos haitianos hay en el país. ¡Hay que contar bien!

Lo ideal sería que el Censo Nacional de Población cuente los inmigrantes de manera más confiable, y que esa información se complemente con una encuesta simultánea, porque se sabe que en cualquier país del mundo es difícil contar a los inmigrantes indocumentados. Ellos, por miedo, se esconden o viven en condiciones difíciles de encontrar.

Mientras tanto, la ENI es lo mejor que hay, guste o no guste. Su utilidad radica no solo en estimar la cantidad de inmigrantes que viven en la República Dominicana y sus descendientes, sino también, y, sobre todo, en conocer las características de esa población y sus condiciones de vida.

Con la inmensa muestra que utilizó la ENI, podemos confiar en que la información sobre las características y condiciones de vida de los inmigrantes es adecuada. Se entrevistaron 73,286 habitáculos (viviendas, granjas, talleres, negocios, etc.), y en ellos se obtuvo información demográfica y socioeconómica de 24,547 inmigrantes y descendientes de inmigrantes.

Para enfrentar la situación migratoria en la República Dominicana hay que controlar la frontera (obvio), hay que supervisar a los empleadores para que cumplan con la ley del 80-20% de la mano de obra (fundamental), pero también, hay que conocer las características de los inmigrantes. Esto último es lo que hace fundamentalmente la ENI. ¡Bienvenidos los datos! A estudiarlos.

Enlace al periódico HOY: http://hoy.com.do/haitianos-cuantos-hay/