Ventanas en el Espacio

VENTANAS EN EL ESPACIO

Elecciones en febrero: aberración de la Constitución de 2010 enero 29, 2020

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 7:50 am

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 29 de enero de 2020 en el periódico HOY 

La reforma constitucional que impulsó Leonel Fernández en el año 2009 y culminó con la proclamación de una nueva Constitución el 26 de enero de 2010 tuvo, en términos electorales, dos propósitos: 1) rehabilitar a Leonel para que pudiera postularse nuevamente en el 2016 (no pudo por razones conocidas), y 2) favorecer la permanencia del PLD en el poder. De lo primero se ha hablado bastante, de lo segundo no.

Para contextualizar, recordemos que Leonel dijo en diversas ocasiones que el PLD gobernaría hasta el 2044, celebración del bicentenario de la Independencia de la República. Lograrlo no es fácil, y, en aquel momento de cambio constitucional, lo que pudiera ayudar a ese objetivo se contemplaba.

Recordemos también que en la reforma constitucional de 1994 se estableció la separación de elecciones a dos años: una presidencial y otra legislativa-municipal. Así se hizo entre 1996 y 2008.

Para el 2010, la nueva Constitución estableció que, en las elecciones legislativas-municipales de mayo de ese año, se iniciaría un período de seis años para los funcionarios electos, de manera que en el 2016 se hicieran elecciones generales conjuntas a todos los niveles (presidencial, legislativo y municipal). El PLD ganó en el 2010 la mayoría de las posiciones legislativas y municipales, y en el 2016 en los tres niveles.

Esa misma Constitución de 2010 estableció que para el 2020 se separarían de nuevo las elecciones; pero esta vez se harían elecciones municipales en febrero y elecciones legislativas y presidenciales en mayo, y así posteriormente. Con esta disposición se complacía a las personas que siempre han dicho (sin fundamento empírico) que separar las elecciones evita el arrastre.

Pero, el nuevo formato de separación con elecciones municipales en febrero resulta beneficioso al partido gobernante y en nada contribuye a disminuir el arrastre. Aquí tres razones:

Primero, a las elecciones no presidenciales acuden menos votantes que a las presidenciales y se pierde representatividad. En las no presidenciales votan, sobre todo, los militantes de los partidos, los que cobran por votar, y quienes conocen personalmente algún candidato.

De hecho, cuando se separaban las elecciones municipales-legislativas de las presidenciales, votó, en promedio, alrededor del 50% del padrón, en comparación con el 70% en las elecciones presidenciales. Esto permite asumir que en las municipales de febrero votará cerca de un 50%, y quien más capacidad de movilizar votantes tenga, lleva la ventaja.

Segundo, febrero está muy cerca de diciembre, cuando el gobierno tiene mucho más dinero que la oposición para hacer repartos. Si la oposición se queja, los votantes se molestan porque quieren sus cajas y juguetes navideños; así que, en diciembre, el gobierno tiene licencia para solidificar adhesiones clientelares.

Tercero, en febrero la gente no está en política: en enero hay beisbol, en febrero carnaval, y el 14 es Día del Amor y la Amistad. El domingo 16, día de las elecciones municipales, mucha gente estará resacada de celebrar, o molesta porque 24 horas antes de las elecciones no se puede vender bebidas alcohólicas. Y, mientras menos gente vote, más fácil es para el PLD ganar con su maquinaria electoral.

En el 2010, cuando Leonel Fernández promulgó la Constitución con disposiciones como las elecciones municipales de febrero, para ayudar a que el PLD perdurara en el poder, no se imaginaba que hoy estaría fuera del PLD y no le interesaría que su viejo partido siguiera ganando. ¡Paradojas del poder!

Celebrar elecciones en febrero es una aberración de la Constitución del 2010.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/elecciones-en-febrerouna-aberracion-constitucional/

 

Mujeres en rolos: machismo rampante del PLD enero 22, 2020

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 9:50 am

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 22 de enero de 2020 en el periódico HOY 

No tengo nada en contra de los rolos, ni los tubis, ni las redecillas. Son parte de la cotidianidad en una sociedad como la dominicana donde la mayoría de la población tiene pelo rizo y lo desea liso. Y no entraré aquí en planteamientos sobre el componente racial de eso, voy directamente a lo político, a la constante degradación de las mujeres.

El PLD es un partido machista leninista, como dice un amigo. Tanto en los gobiernos de Leonel Fernández como de Danilo Medina han prevalecido los hombres en la dirección del partido y del gobierno. Los dos han mostrado desde la presidencia insensibilidad hacia los derechos de las mujeres.

He señalado muchas veces que en el gabinete ministerial hay solo tres mujeres de un total de 23 ministros con cartera. Peor aún, las tres mujeres están en el Ministerio de la Mujer, de la Juventud y de Educación Superior. El Ministerio de la Mujer y la Juventud son los de menor presupuesto en el gobierno. O sea, son ministras con escasas posibilidades de acción.

Pero hay más, recientemente, cuando se integraron ocho nuevos miembros al comité político del PLD, no elevaron a esa instancia a ninguna mujer. Y no es que las elijan sin méritos, como inmediatamente rechinan muchos hombres. ¡No!

Por eso pregunto lo obvio: ¿No hay mujeres en el PLD con igual capacidad que los ocho hombres que llevaron al comité político? Porque, desde mi punto de vista, en ese grupo de nuevos integrantes no hay grandes genios de la política. Son todos simples mortales como las mujeres. ¡Pero ah!, son hombres: ahí radica su gran ventaja.

Actualmente, en el Distrito Nacional, los candidatos principales del PLD son todos hombres: Gonzalo Castillo candidato presidencial, Rafael Paz candidato a senador, y Domingo Contreras a alcalde. Esos tres hombres recorrieron varios barrios de la capital el domingo pasado encaramados en una yipeta con varias mujeres detrás en rolos.

Una cosa es que un candidato salude de manera natural mujeres en rolos por la calle, y otra muy distinta es hacer una coreografía político-electoral donde aparecen tres candidatos hombres al frente de una yipeta y varias mujeres detrás en rolo.

La imagen es de degradación de las mujeres. Se resalta su posición de inferioridad en la política. Esa es precisamente la señal que envía constantemente el PLD de las mujeres.

Sigo preguntando: ¿Son tan machistas los estrategas de campaña del PLD para no darse cuenta del mensaje denigrante que enviaron? ¿Son tan machistas esos tres candidatos hombres que se acoplaron con alegría a la acción? ¿Carecen completamente de sensibilidad para entender que las mujeres no son objetos inferiores y que merecen también el puesto adelante?

Proporcionalmente, a través de los años, las mujeres han votado más que los hombres por el PLD. Incluso, actualmente, las encuestas muestran que una proporción mayor de mujeres que de hombres tiene intención de votar por el PLD. Pero nada de eso ha importado a la dirigencia del PLD; insisten en gobernar con hombres y mantener debajo a las mujeres, con una escasa participación en la dirección partidaria y en el gobierno.

En un partido que ha gobernado 20 de los últimos 24 años, esa enraizada ideología machista de sus dirigentes ha dificultado mucho que las mujeres dominicanas alcancen igualdad de derechos y oportunidades.

¡Basta ya PLD de rebajar a las mujeres! Asuman su hombría procurando la igualdad.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/mujeres-en-rolos-machismo-rampante-del-pld/

 

Cuando el pene no puede o no quiere enero 15, 2020

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 9:00 am

Rosario Espinal

Articulo publicado el miércoles 15 de enero de 2020 en el periódico HOY 

Los acontecimientos requieren nombres para evitar las tergiversaciones y manipulaciones. Sobre todo, porque es común acusar a las mujeres de los desvaríos de los hombres: ella lo provocó, no supo entenderlo, no supo domarlo. ¿Son fieras?

Uno de los acusados de la muerte de la niña Yaneisi dijo, al ser cuestionado por un periodista que, cuando le pusieron la niña en la cama no pudo penetrarla porque estaba muerta y él borracho. El video con ese testimonio desapareció repentinamente de las redes porque la ignorancia es mejor que la horrenda realidad. El pene del cómplice borracho no pudo, pero sí antes, cuando, según reportes de prensa, había violado a su hermana con quien tuvo una hija.

Para entender los feminicidios y otras formas de violencia contra las mujeres y las niñas hay que reflexionar sobre las relaciones de poder y la sexualidad.

La posesividad que sienten muchos hombres hacia las mujeres está erotizada por la objetivación de la mujer. Esto quiere decir que la mujer o niña es vista y tratada como un objeto de placer que el hombre tiene derecho a poseer, independientemente del deseo de la mujer. Si la mujer no se subordina, algunos hombres actúan violentamente para afirmar su poder.

Golpear o matar una mujer son expresiones aberrantes del machismo. Ante los hechos, la narrativa dominante es culpar a las mujeres por provocar o negarse a cumplir con su deber ante el hombre. Los abusadores son liberados de culpa, tarde o temprano, y siguen su camino.

Cuando un hombre de 50 años tiene relaciones con una niña de 13, como el caso de la madre de Yaneisi, es para explotarla sexualmente y subordinarla socialmente. No tiene ninguna otra intención. Por eso no declara los hijos, no asume la manutención, la embaraza, y luego la bota como una funda de basura llena de desechos emocionales, conductuales y económicos. La deja cuando su pene no la desea.

A nadie le importó esa joven de 13 años cuando fue violada y embarazada. O cuando a temprana edad tuvo que fingir la erotización para ser objeto de placer para el hombre y cumplir con su cometido social en la pobreza, donde muchas niñas y jóvenes son dejadas a su suerte incluso por sus familias.

Cuando un hombre quiere tener relaciones con una de esas niñas encuentra la forma de hacerlo, seduciéndola u obligándola. Lo sabe el vecindario y la familia. Y consumado el hecho, muchas familias aceptan el palo dao. ¡Una más desflorada! Así acostumbró Trujillo (macho abusador) a este pueblo y quedan muchos trujillitos sueltos.

La niña o la joven abusada es objeto de placer para el hombre por un tiempo, y luego se convierte en inservible, obligada a erotizarse aún más si desea conseguir otra relación después de ser abandonada.

Cuando una mujer de 23 años tiene tres hijos, fue iniciada en la sexualidad a los 12 o 13 años por un hombre mayor, no ha tenido educación, y ni siquiera manutención, y ni el Estado ni las iglesias (que tanto hablan) la amparan: ¿qué hacer con su vida?

Es muy fácil acusar a las mujeres. Es muy fácil exigirles sacrificios mientras los hombres se pasean de copo en copo por la vida. Es muy fácil ser insensible y pensar que el abuso sexual no existe o es inusual.

El abuso sexual es común incluso en las mismas familias. Así ha sucedido siempre porque el machismo que lo impulsa es ancestral, venerado y protegido.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/cuando-el-pene-no-puede-o-no-quiere/

 

Democracia hueca enero 8, 2020

Filed under: Artículos periodísticos de los miércoles — rosarioespinal @ 12:45 pm

Rosario Espinal

Artículo publicado el miércoles 8 de enero de 2020 en el periódico HOY

En este 2020, en que las fuerzas políticas se enfrentan para obtener los cargos electivos, es oportuno reflexionar sobre un problema fundamental de la democracia dominicana: la carencia de propósitos loables.

Un sistema político democrático necesita establecer niveles importantes de eficiencia gubernamental para poder dar respuesta a las expectativas de bienestar de la población.

Hacer el sistema eficiente supone lograr acuerdos que produzcan una distribución más equitativa de los recursos, sin llegar al abuso de los derechos políticos de la ciudadanía. Es decir, en una democracia es recomendable realizar reformas con un amplio apoyo político, pero no es fácil lograrlo por los intereses diversos.

Por otro lado, un sistema democrático necesita pasión política para mantenerse vivo. Como señaló hace tiempo Chantal Mouffe, la principal amenaza de la democracia contemporánea es la visión del mundo que asume un supuesto consenso, donde no hay deslindamiento de diferencias reales entre las propuestas de las distintas fuerzas políticas.

La dilución de las diferencias ideológicas, alabada por muchos como signo de progreso es preocupante, porque sin diferencias ideológicas, el debate político pierde fuerza y se crea la falsa ilusión de que es posible acomodar igualmente las demandas de todas las partes en conflicto.

Al contenerse o diluirse la confrontación de las diferencias, se abre el espacio para el surgimiento de movimientos políticos no democráticos que sí fomentan la pasión política. Ahí están los casos de movimientos y partidos ultraconservadores, negadores de derechos, que proliferan en estos tiempos.

En la República Dominicana hubo, por décadas, abundancia de pasión política. La razón de origen es que los tres caudillos del postrujillimo libraron sus principales luchas en un contexto cargado de polarización ideológica, propio de la Guerra Fría en las décadas de 1960 y 1970, y se mantuvieron guiando la política hasta fines de la década de 1990.

Sin embargo, desde 1978, se afincaron las tendencias convergentes en torno al Estado corrupto y clientelar. La similitud de proyectos se produjo cuando los tres partidos principales (PRSC, PRD y PLD) accedieron al poder y adoptaron estrategias de gobierno similares. Todos afirmaron su vocación clientelista y caudillista, a imagen y semejanza del sistema que había gestado Balaguer entre 1966 y 1978, y quedaron atrás las utopías de reformas que habían encarnado el PRD y el PLD.

Entre 1996 y el 2000 se cerró el ciclo de pasión ideológica que por tres décadas había guiado la política dominicana. La alianza PLD-PRSC en el “Frente Patriótico” de 1996 marcó el fin de la diferenciación ideológica, mientras la debacle gubernamental del PRD en el 2000-2004 marcó el fin de la utopía reformadora que inspiró ese partido por más de medio siglo.

Enterradas las confrontaciones y utopías, la política dominicana ha mantenido un cierto grado de pasión apoyada en la necesidad de sacar del poder a alguien.  Así, las pasiones negativas definen los procesos electorales, y carecen de energía renovadora y esperanzadora.

Además del vaciamiento ideológico, quedando solo la ultraderecha como fuerza discursiva dominante, la democracia dominicana ha sido floja en establecer un nivel de eficiencia gubernamental que garantice servicios básicos para el bienestar de la ciudadanía.

La democracia dominicana es hueca. El sistema político perdió la pasión del modelo de confrontación ideológica, y no se ha logrado la modernización socioeconómica e institucional que se esperó sucediera en las décadas de 1980 y 1990.

Ya avanzando el siglo 21, la sociedad dominicana existe en una burbuja económica de corte clientelar y vacía de objetivos transformadores. Peor aún, ninguna fuerza política actual presenta una opción diferente.

Enlace al periódico HOY: https://hoy.com.do/democracia-hueca-2/